Capítulo treinta

27 3 0
                                    

¿En algún momento de sus vidas su mente ha sido demasiado traicionera con ustedes, haciéndolos recordar momentos que hubieran preferido dejar en el pasado? Bueno... A mi cerebro le pareció una excelente idea revivir ese tipo de recuerdos a pocos días de haber vuelto a Corea del Sur.

Una mañana, alrededor de las siete a.m. decidí correr en el parque cercano al edificio. Troté con mis auriculares dentro de mis oídos y dejé de contar luego de dar cinco vueltas alrededor del perímetro del lugar.

Hacer un poco de ejercicio matutino en verdad me ayudaba a tener energía y mantenerme al ritmo de las jornadas laborales.

Cuando decidí bajar el ritmo, retiré uno de mis auriculares y fuí rebasada por una joven pareja. El chico jugueteaba alrededor de quien supuse era su novia, rodeándola constantemente mientras ambos seguían trotando. Los dos reían y se divertían felizmente como niños pequeños.

Y fue entonces cuando mi mente empezó a jugar de manera cruel conmigo.

No sé por qué ni de qué manera, pero juro que, al mirar el rostro del chico, claramente pude reconocer a un Jungkook cinco años más joven, tal cual lo recordaba. ¿Qué fue lo peor y lo más extraño? La chica con quién jugaba era yo, cinco años atrás también.

La imagen de un Jungkook y una Victoria, jugando y riendo sin parar, permaneció ante mis ojos durante incontables segundos.

De pronto, el chico abrazó a su acompañante, obligándolos a detenerse, para después unir sus labios con suavidad.

Un nudo gigante comenzó a formarse en mi garganta, provocando que mi respiración se interrumpiera de repente. Cerré los ojos con fuerza y agité mi cabeza con desesperación, en un intento por borrar aquella escena de mi cabeza.

Y así fue.

Todo volvió a la normalidad cuando abrí los ojos, a excepción de mi estado de ánimo. No sabía cómo debía sentirme después de eso.

Asimilé que podía tratarse del cansancio que mi cuerpo empezaba a manifestar, así que decidí que ya había tenido suficiente ejercicio por ese día.

Volví al departamento después de un rato. Llamé a Lidia pero no respondió, por lo que supuse que seguía dormida. Sin embargo, una nota adherida a mi puerta me dió respuesta.


Hay algunos asuntos que arreglar en una de las tiendas del centro. Iré a encargarme, te veo en el trabajo.

Seung-tae te recogerá a las 9, por favor desayuna bien y no olvides tu paraguas.

Te quiere, Li :)

Hice caso a su nota y me dirigí a la ducha. Tenía menos de una hora para estar lista.

Lo que había ocurrido en el parque minutos atrás seguía rondando por mi cabeza y eso no me gustaba para nada. No me estaba gustando el hueco y el dolor que sentía en mi pecho después de lo que pasó.

¿Por qué estaba sintiéndome así de repente? ¿Por qué después de tantos años?

Y... ¿Por qué me sentía de esa manera, si fuí yo quien decidió abandonar esos momentos, con Jungkook junto a ellos?

Quien sea que pudiera estar frente a mí habría notado el par de lágrimas que rodaron por mis mejillas, de no haberse mezclado con las gotas de agua que caían de la regadera.

Salí del baño luego de unos minutos y me vestí, maquillé y peiné para ir al trabajo. Como los últimos días el clima era frío, por lo que tuve que abrigarme bien para evitar atrapar un resfriado.

EUPHORIA [JJK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora