Capítulo veintiocho

27 3 0
                                    

Jungkook estaba de pie frente a la puerta, a pocos metros de mí.

Fue tan fácil darse cuenta que no era el mismo joven que recordaba a la perfección. Su rostro, aunque mantenía su inocente porte, también mostraba cierto grado de madurez y masculinidad impecables.

Pero sin duda, lo que más resaltaba en él era el largo de su azabache cabello, medio ondulado y brillante, que caía sobre sus blancos pómulos.

Cualquiera que lo mirara con ese estilo, se preguntaría qué poder celestial había declarado que un hombre pudiera verse extremadamente encantador y hechizante así.

Sólo Jeon Jungkook.

Los segundos en los que permanecí perdida en la perfección del hombre frente a mí, fueron interrumpidos cuando éste habló.

— Me alegra verte de nuevo.

— ¿Qué haces aquí? — por Dios Victoria, ¿no tenías algo mejor para decir?

La sonrisa amable que tenía antes pareció suavizarse ante mi cuestionamiento.

— Supongo que no te enteraste... Los chicos y yo participaremos en la edición de la revista.

— Ah, entiendo.

Permanecimos en un silencio incómodo durante unos segundos, ambos con la mirada en otro lado.

— Vaya...— sonrió — Lo lograste. Te convertiste en una gran diseñadora... Cumpliste tu sueño.

— Sí, yo... Bueno... Trabajé mucho para lograrlo — respondí un poco avergonzada.

— Sabía que tendrías éxito, siempre fuiste maravillosa con tu trabajo.

En respuesta, forcé una sonrisa e hice una leve inclinación con la cabeza para agradecerle.

Y el silencio incómodo volvió.

Imploré para mis adentros que ocurriera algo que derrocara a la tensión surgida del momento.

Pude observar que Jungkook estaba por decir algo más, pero la puerta abriéndose en sus espaldas lo interrumpió.

— Volví, oh... Discúlpeme, no lo ví.

Lidia entró con un termo de café en sus manos y se detuvo en seco en cuanto levantó la vista, encontrándose con el azabache detrás de la puerta. Entró en un estado de shock, lo sabía.

El poder que tiene Jeon Jungkook para embelesar a quien sea.

Jungkook se inquietó con la presencia de otra persona en el lugar. — No, no, yo lo siento, es que, bueno, yo, hm...

Decidí terminar la oración — El joven se equivocó de oficina, pero ya le mencioné que puede ir a la recepción para preguntar sobre su destino. — Me dirigí hacia Jungkook— Todo el pasillo hasta el fondo, luego vuelta a la izquierda.

— Ah, muchas gracias. Disculpen, señoritas.

Hizo una reverencia hacia mí, luego hacia Lidia, y Jungkook se marchó. Tan pronto como lo hizo, Li reaccionó.

— ¡No puede ser! ¡¿Jeon Jungkook estaba en nuestro estudio?! — encogí mis hombros — No me digas que no estás tan emociona como yo.

— ¿Debo estarlo?

— Duh, hola... Uno de los hombres más atractivos de Corea del Sur acaba de estar a menos de diez metros de ti. — Suspiró y dió un sorbo a su bebida, luego miró un lugar en la nada, orgullosa — Mi horóscopo tenía razón: hoy será un buen día.

EUPHORIA [JJK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora