Capítulo treinta y cinco

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Volví a mi trabajo y a mis actividades normales. Aquel día de descanso realmente ayudó mucho a mis ánimos y mi energía.

Aunque todavía recordaba lo ocurrido con Namjoon, y el sueño que tuve con Jungkook, intenté convencerme de que las cosas mejorarían con el paso de los días.

Otra cuestión que ayudó mucho a mi buen humor, fue el hecho de que, aún con tiempo restante, el trabajo para Vogue había progresado más del cincuenta porciento.

Todos los días llegaba al estudio con los ánimos suficientes para concentrarme al cien en mis deberes, y terminaba agotada. Apenas tenía tiempo para salir a divertirme.

Y no es que no pudiera. Simplemente decidí entregarme más a mis labores para terminar tan pronto fuese posible.

Además, me ayudaba a no pensar en Jungkook, porque mentiría si dijese que no pensé en él ni por un segundo. Supuse que así sería desde que lo volví a ver.

- Hola, ¿Salimos a comer? - preguntó Lidia al entrar a la sala de corte.

- Lo siento. Aún tenemos que cortar algunas piezas del atuendo - dije, haciendo incapié a los confeccionistas y el trabajo que realizábamos - ¿Por qué no le preguntas a Seung-tae si quiere ir contigo?

- Lo haré. Pero, ¿No crees que deberías descansar? Has estado trabajando mucho desde hace dos días.

- No. Ya descansé hace dos días, ¿Recuerdas?

- No cuenta si después vas a trabajar de nuevo sin parar, Solari.

La miré extrañada - ¿Y tú desde cuándo me llamas así?

- Creo que se me están pegando los modos de la señorita Bae.

- Como sea. Intento terminar lo más pronto posible, para que después podamos tomarnos unos días de descanso.

Lidia me miró con seriedad.

- ¡Ya! No te preocupes por mí. Ve a comer con Seung-tae, yo comeré más tarde.

- Ay Victoria. No sé cómo te voy a quitar la adicción al trabajo - negó en repetidas ocasiones con la cabeza.

Rodeé los ojos - No exageres.

Fue su turno de rodar la mirada. - Bueno, me voy. No te saltes la hora de la comida ¿Escuchaste?

- Sí, sí. Descuida.

Me quedé un rato extra, después de que Lidia se fue, trabajando con el personal de confección.

La zona superior de mi espalda comenzó a molestarme luego de permanecer encorvada algunos minutos continuos, entonces me senté un momento para calmar el dolor.

De inmediato, una mujer mayor con quién estaba trabajando me extendió un parche caliente.

Me levanté para hacer una reverencia- Se lo agradezco, ahjumma.- Coloqué el parche en la zona adolorida, y de inmediato me sentí mejor.

La mujer sonrió en respuesta - Su amiga tiene razón, señorita. Usted ha estado trabajando mucho en este proyecto. Un descanso no le afectaría para nada.

- Eso creo... Sin embargo, realmente deseo que este trabajo salga perfectamente bien. Además, trabajar mantiene los recuerdos de malas experiencias recientes lejos de mis pensamientos.

- Ya veo... Seguro ese chico hizo algo tan malo como para merecer su indiferencia, ¿No?

- ¿Perdón?

- Su novio, o su enamorado... ¿Qué hizo que la mantiene tan distraída?

- ¿C-cómo sabe que me refería a un chico?

EUPHORIA [JJK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora