Capítulo veinte

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En cierta manera, me sentía un tanto especial por el hecho de que Bae HyeWoo me tratara mejor que al resto de los empleados. A mí, que pasaba casi todo el tiempo con ella, escuchando sus deseos y complaciéndola hasta más no poder.

Sin embargo, tampoco es que pudiera quejarme de sus exigencias, porque éstas implicaban pasar más tiempo con los chicos de BTS.

Mi relación con Jeon Jungkook era una verdadera maravilla. Aunque ambos solíamos estar un poco ocupados, siempre que podíamos vernos la pasábamos increíble.

Cuando ninguno de nuestros jefes nos necesitaba, visitábamos cada rincón del edificio, pero siempre con cautela. Una de tantas veces, entramos a una habitación en la que sólo había un piano.

Los dos nos sentamos frente a éste y Jungkook comenzó a tocar una melodía como un experto. Reposé mi cabeza sobre su hombro, mientras miraba sus manos, siempre orgullosa de los muchos talentos que podía presumir.

- ¿Sabes tocar el piano? - me preguntó.

- No. Alguna vez consideré intentarlo, pero nunca lo hice, en realidad.

- Bueno, pues voy a enseñarte un poco.- Sonrió y luego dirigió su mirada al piano- Todas las teclas tienen un determinado nombre, no son difíciles de recordar.

Luego de una pequeña clase sobre las notas musicales, memoricé con facilidad algunas de las teclas, aunque no todas.

- Bien, ahora que ya estás familiarizada con el piano ¿Hay alguna melodía que te gustaría aprender?

Entonces recordé que había una melodía de un juego de móvil que siempre me había gustado.

Saqué mi celular y busqué ''Dream Sky- Dancing Line'', la seleccioné de inmediato y comenzó a reproducirse. Pasaron algunos segundos antes de que Jungkook comenzara a presionar las teclas, la memorizó con rapidez y la tocó con gran destreza. Esa era, sin duda, la prueba suficiente para demostrarme que era más que un chico común, y que el talento que portaba era nato.

- No es complicada, pero necesitaré tu ayuda ¿De acuerdo? - Asentí y Jungkook tomó mi mano hasta acercarla a las teclas del piano, empujó suavemente mis dedos sobre éstas para que sonaran en cuanto las presionaba. Hice algunas repeticiones hasta memorizarlas.

- Creo que ya lo tengo- le dije.

Y comenzamos a tocar la melodía.

Estaba saliendo tan perfecta, hasta que accidentalmente presioné una tecla antes de tiempo, arruinando el ritmo.

- Ouh, lo siento. Prometo que practicaré.

Jungkook empezó a reírse de mi expresión, para después abrazarme y besar mi frente.

Otra ocasión, entramos a una habitación completamente vacía, en la que se emitía eco con cualquier pequeño sonido. Aquella vez, decíamos la palabra ''eco'', provocando que resonara por toda la habitación, y aunque ésta emitiera el sonido por sí sola, jugábamos a hacer el propio eco con nuestras voces. No parábamos de reír después de eso.

Pero también, procuraba mantenerme siempre al margen del profesionalismo.

Cuando estábamos rodeados de personal o superiores, trataba a Jungkook como si fuera un completo extraño para mí, y no porque así lo quisiera. El punto, era que estaba saliendo con un Idol, y eso de que las celebridades debían salir con otras celebridades permanecía en mi cabeza todo el tiempo.

Por ello, siempre me dirigí con respeto hacia él cuando no estábamos solos.

Mientras el equipo de maquillaje y peinado se encargaba de realizar su trabajo, ayudaba a HyeWoo con la supervisión y el arreglo de los atuendos que los chicos estaban utilizando, para asegurarme que no fueran ensuciados o desarreglados.

- ¿Me ayudarías con esta corbata? Creo que la siento muy incómoda. - Jungkook se acercó a mí con una sonrisa y toda la confianza posible.

- Claro que sí, joven Jeon - respondí.

El chico cambió su expresión por una más seria. Aunque no había alguien superior, me dirigí a él por su apellido, porque no quería que alguien más notara la confianza que ambos compartíamos y, al parecer, Jungkook solía no estar muy contento con eso.

Claro que me dolía el hecho de no corresponderle de la misma linda manera con la que él siempre me trataba incluso frente a otras personas, pero estaba consciente de que, ante los ojos de los demás, que una celebridad saliera con alguien de su equipo de asistencia no era la mejor idea de todas. Por ello, siempre aparenté mi profesionalismo con Jungkook muy bien para que nadie lo sospechara.

- Salir con un Idol no es una tarea muy fácil, ¿verdad?

La voz de Namjoon llamó mi atención, luego de que me descubriera mirando que Jungkook, a diferencia de otros días, se mostraba distante y serio conmigo durante aquella jornada laboral.

Giré mi cabeza de inmediato y le regalé una sonrisa poco ilusionada - Espero que no esté molesto conmigo.

- No lo está. - aclaró Nam - Creo que él entiende tu preocupación por evitar un escándalo hacia su persona. Es sólo que, bueno...- bajó la cabeza durante unos segundos, y después la levantó nuevamente y sonrió - eres la primer chica del staff con la que sale, o al menos eso es lo que lo chicos y yo sabemos. Él nunca nos contó de alguien más en su vida desde que nos convertimos en Idols.

- ¿No había salido con alguien más antes?- pregunté sorprendida.

Namjoon negó con su cabeza- Jungkookie es muy especial para elegir a sus parejas.

Sus palabras me hicieron considerar que ellos no podían darse el lujo de salir con chicas, menos al tratarse de figuras mundialmente famosas, y no evité sentirme mal por ellos.

- No me imagino lo difícil que ha sido para ustedes que algunas personas olviden que también son seres humanos, con sentimientos, defectos y errores.

- Ahora que lo mencionas, - dijo Namjoon, cabizbajo - cuando se es parte de este mundo de la fama y el entretenimiento, de cierto modo perdemos la oportunidad de cometer errores. Las personas esperan que cumplas con todas sus expectativas.

- Y supongo que, por un momento, terminan complaciendo a todo el mundo, menos a ustedes mismos - mencioné con tristeza.

- Lamentablemente así es.

Bajé la cabeza y jugaba con mis manos.

- Ustedes han hecho muchas cosas buenas, por muchas personas. Merecen todo lo bueno de este mundo, y yo, para Jungkook... No creo llegar a ser todo eso.

Nam sujetó mi hombro, haciendo que lo mirara.

- Pequeña...- pausó - eres más de lo que Jungkook podía haber pedido. Eres especial para él, y también para todos nosotros.

Tuve que ser muy fuerte para contener las lágrimas que mis ojos querían liberar. La vida me había recompensado de la mejor manera, y yo me estaba dando cuenta de eso.

- Gracias Nam, definitivamente eres un ser maravilloso. Mereces todo lo bonito que este mundo pueda ofrecerte - Sonreí y él finalmente lo hizo también.

Él tenía razón. Quizá las personas deban considerar que las celebridades y las personas famosas también tienen el derecho a vivir su vida a su manera. Que son personas comunes, que se esforzaron tanto por alcanzar lo que ahora tienen, y eso no les quita el derecho a ser felices a su modo.

~Lazary Kim ♡

EUPHORIA [JJK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora