Tenues luces envuelven el ambiente nocturno de la habitación, acompañado de los ligeros resplandores que entran por los diminutos huecos que siempre hay entre las cortinas de las ventanas, haciendo saber que la ciudad aún se mantiene despierta.
Mi cabello, a la altura de mis hombros, o quizá un poco más largo, presume los bonitos mechones ondulados que caen como cascadas detrás de mi espalda.
Una perfecta linea divide el costado derecho de mi cuero cabelludo a la altura de la zona central de mi ceja, dirigiendo parte de mi cabello hacia un lado; en el otro, abundan dos terceras partes del mismo, con un ligero volumen que resalta mi perfil izquierdo.
Mi rostro está perfilado con un poco de maquillaje que cubre las benditas escasas imperfecciones que pretenden llamar la atención. Una ligera marca de rubor color rosa cubre la zona superior de mis mejillas. Mis pestañas están cubiertas con un delgado telón de rimel color negro, que las hace parecer más abundantes y largas.
Finalmente, un aterciopelado rojo carmesí pinta sobre mis labios, detallándolos exquisitamente.
Sentada en una cómoda silla, reposo frente a un escritorio fabricado con madera fina. Sobre él, se soporta un portátil que muestra un aplicativo de videoconferencias.
Juego con la cámara que apunta directamente hacia mí, dejando ver la parte superior de mi torso hasta mi cabeza.
Los huesos de mi clavícula inician justo por encima del grueso dobladillo de una prenda roja que deja al descubierto una pequeña fracción de mi pecho. Mi cuello presume un bonito y delicado collar dorado, con algunos destellos rojos en la presea del mismo.
Espero, atenta, recibir una llamada que debe aparecer en la pantalla del dispositivo.
Siento como mi raciocinio debate gravemente contra los nervios que pretenden cruzar por mi mente.
Consciente de que es vagamente absurdo el alterado vigor que emana de mí, he estado estructurando una frase que repito constantemente en mi cabeza.
«Relájate Victoria, has estado frente a un montón de cámaras apuntando directamente hacia ti. ¿Qué tan difícil es hablar para un video en YouTube? Puedes con esto»
Mientras, permito que mis pulmones se llenen del fresco oxígeno de la habitación, para después liberarlo con toda la tranquilidad posible. Únicamente tuve un par de oportunidades de realizar aquella acción, antes de que mi laptop mostrara una llamada entrante. Lo único que me queda, es tragarme todos los nervios y dirigir el cursor hacia la pequeña leyenda de color verde que confirma mi deseo por responder a la llamada.
Antes de siquiera mencionar una palabra, la entusiasmada voz de una chica se hace presente al responder.
—Victoria, es un gran honor tenerte aquí en el canal.
De acuerdo, es el momento de iniciar.
—Hola. Para mí es una gran fortuna haber sido invitada—respondo amable y sonriente.
Había sido contactada por una reconocida influencer latinoamericana. La chica, quien tiene algunos años más que yo, es conocida por ser una destacable amante de la moda y el estilo, sin mencionar su posesivo gusto por los zapatos, el maquillaje y la ropa más lujosa de la industria.
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EUPHORIA [JJK]
Fanfic~𝑻𝒐𝒎𝒂 𝒎𝒊𝒔 𝒎𝒂𝒏𝒐𝒔 𝒂𝒉𝒐𝒓𝒂 𝑬𝒓𝒆𝒔 𝒍𝒂 𝒄𝒂𝒖𝒔𝒂 𝒅𝒆 𝒎𝒊 𝒆𝒖𝒇𝒐𝒓𝒊𝒂. Victoria Solari tenía perfectamente claro el propósito de su estancia en Corea del Sur. Pero nunca se imagino que Jeon Jungkook se convertiría en una viñet...