Capítulo cuarenta y seis

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Modelos rubias, castañas y pelinegras; de pieles blancas y también obscuras. Unas más altas que otras. Asiáticas, europeas, africanas y latinoamericanas.

Todas y todos aquellos que pisaban el escenario tenían muy en claro su propósito, y cada uno de ellos estaba cumpliendo con él.

Mujeres y hombres hacían honor al trabajo de diseñadores de todas las razas, que poseían un talento inigualable y una gran pasión por el mundo de la moda.

A todo el mundo estaba encantándole cómo transcurría la pasarela, pues absolutamente todo era espectacular. Desde los trabajos presentados, los modelos, la organización. Realmente era un día exitoso para quienes estábamos presentes.

Ni bien los chicos de Bangtan aparecieron, todo el mundo enloqueció y llenó el lugar de aplausos. Era sorprendente observarlos caminar por encima de la plataforma con los atuendos que se habían preparado para ellos.

Su dualidad apareció con una facilidad increíble. Seguro que nadie se imaginó los rostros y las actitudes que mostraron cuando me los encontré en los camerinos.

Su forma de caminar hechizaba, sus facciones serias; ellos enserio se habían adentrado en su papel de modelos.

Miré a Jungkook cada que tenía la oportunidad. ¿Quién hubiese podido no hacerlo? Si con cada movimiento dentro de este atuendo Louis Vuitton nadie sabía si era un ser humano o una divinidad.

Antes de retirarse finalmente, juro que vi como la comisura de su boca se elevaba en una sutil sonrisa, y nuevamente sus ojos de ciervo conectaron con los míos.

Sentí mi corazón latir como un loco, y las ganas de correr a sus brazos invadían cada partícula de mi existencia. Pero no lo hice, no aún.

Estaba perdida. Completamente enamorada de ese hombre, y nunca más encontré una salida.

Mi cabeza se bloqueó por completo. No podía sacar de mi mente esos hermosos ojos, ni su sonrisa, ni nada.

De no ser por Lidia nunca hubiera reaccionando. Me puse de pie al escuchar mi nombre, e hice reverencias hacia todas las direcciones en forma de agradecimiento. El anunciador me presentó ante los asistentes, anunciando que mi colección estaba a punto de aparecer encima del escenario.

Y así, uno por uno, los modelos comenzaron a salir con mis diseños.

Varias olas de aplausos inundaron el ambiente. Una gran cantidad de flasheos aparecían cada vez que uno de mis modelos recorría la plataforma.

Yo estaba más que satisfecha con los resultados. Al fin podía gozar de todas las experiencias que viví mientras trabajaba en aquel proyecto, fueran buenas o malas. Tanto las que me hicieron carcajear mucho, como aquellas que me robaron incontables lágrimas de melancolía.

Porque, al final, todo formaba parte de mi historia y mi identidad.

Inmediatamente terminó la pasarela, volví a ponerme de pie y agradecer todo lo que fuera posible. Recibí muchos aplausos, sonrisas y felicitaciones de los presentes. Me sentí muy especial.

Y llegó el momento de dar mi pequeño discurso. Con ayuda de Seung-tae subí los escalones hasta llegar al estrado y colocarme frente a éste. No esperaba que me ofrecieran una copa de champán al momento de estar ahí, pero no quería parecer grosera y la recibí.

De repente olvidé todo lo que había practicado horas antes. El discurso que escribí en una pequeña notita se había borrado de mi mente.

Por unos segundos pensé en tomar el pequeño papel y hojearlo un poco, pero me arrepentí al instante, porque así parecería poco profesional y eso era lo que menos quería que pasara.

EUPHORIA [JJK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora