Era el último lunes del proyecto escolar. El último lunes de aquel primer año de la universidad.
Al despertar, cumplí con la rutina que había estado siguiendo durante las dos semanas anteriores: levantarme, ducharme, arreglarme, beber un poco de café y comer una barra de arroz inflado y frutos rojos, e ir directamente hasta las instalaciones de Big Hit Entertainment.
Como los otros días, llegué a la hora indicada por mi docente y accedí al lugar con ayuda de la tarjeta de identificación. Después me dirigí al estudio donde estábamos trabajando.
Todos los aprendices de moda estábamos al tanto de todas las acciones que la profesora Lee estaba realizando. Nos manteníamos ocupados en las últimas costuras y bordados de cada atuendo que, afortunadamente, estábamos por terminar, incluso con días de antelación.
La señorita Young-Mi me pidió que la ayudara a sujetar las piezas del último atuendo con algunos alfileres y eso era lo que estaba haciendo.
Cada segundo era más educativo que el anterior y eso era algo que disfrutaba mucho. Al menos hasta que alguien tocó la puerta, para después girar la manija y asomar su cabeza.
— Disculpe, profesora Lee, ¿Podría permitirme a una de sus alumnas? — dijo un hombre con voz ronca. Ni siquiera me preocupé en mirarlo, porque estaba tan concentrada.
— Supongo que buscas a alguien en específico — declaró la instructora.
— A la señorita Solari, por favor.
Al escuchar mi apellido, dejé lo que estaba haciendo y giré mi cabeza en dirección al hombre. Cuando observé que se trataba del chico que días antes me había llevado con Jungkook, ya suponía cuál era la razón de su llamado.
Entonces comencé a caminar en su dirección, pero justo cuando estaba por cruzar la puerta junto con el chico, la profesora llamó nuestra atención.
— Perdón pero, esta es la segunda vez que llama a la señorita Solari, ¿Ha hecho algo por lo que deba llamar su atención? — el rostro de la señorita Young-Mi parecía serio y un poco molesto.
¡¿Y ahora qué le vamos a decir?!
El chico y yo nos miramos asustados, ¿cómo se suponía que le diríamos que sólo me llamaban para pasar el rato con un Idol?
Antes de poder decir algo, el joven habló primero.
— Bueno, realmente es el señor Bang Si-Hyuk quien la está buscando. Aunque puedo decirle que ella no está disponible, si le parece.
De inmediato, el rostro de la profesora pasó a parecer avergonzado al escuchar el nombre del CEO.
— No, no. Creí que ella había hecho algo malo —. Rió tímidamente — Puedes salir, Victoria.
Salimos rápidamente y comenzamos a caminar por los pasillos del lugar.
— Creo que tendrá algunos problemas si alguien se entera que usó el nombre del señor Bang para esto — dije al joven mientras caminaba detrás de él.
El chico giró su cabeza para responder — No se preocupe señorita, sólo fue una mentira piadosa, yo saldaré mis cuentas con Jeon.
Y entonces llegamos al mismo sitio donde nos habíamos reunido con anterioridad. Como la vez anterior, el chico me pidió esperar y después se fue.
Esperaba, otra vez, encontrarme con el encantador Jeon Jungkook, aunque ya imaginaba el porqué quería verme aquel día.
Y éste apareció.
Parecía un niño pequeño cuando corrió rápidamente hasta llegar frente a mí.
— ¿Por qué terminaste con nuestra llamada? — mencionó con el ceño fruncido, al igual que sus labios.
— Buenos días para ti también. Saludé con sarcasmo. Jungkook me miró con ojos retadores, esperando una respuesta. — Me quedé sin batería, hablamos por más de dos horas.
Volvió a observarme con cierto grado de seriedad.
— Dime quién es ese chico.
Cuando antes me reía de sus facciones molestas, terminé siendo yo la que reclamaba.
— ¿Es por eso que me interrumpiste de mi trabajo? ¿Sabes que, por poco, nos descubre mi profesora? Tú cómplice tuvo que inventar que el CEO era quien me buscaba — bufé.
— ¡Agh, rayos! Ahora tendré que darle un par de wons más.
Golpeé suavemente su hombro con mi puño.
— Óyeme, no soy un objeto al que ouedas ponerle un precio — berrié.
Jungkook comenzó a reírse de mí mientras mis cejas y labios permanecían plisados.
— Bueno, bueno. Lo siento, pero solo así puedo verte — dijo y pellizcó una de mis mejillas en tanto sonreía tiernamente.
Me esforcé por no sonrojar. Quería demostrarle que no podía manipularme fácilmente, aunque esto último fuera toda la verdad.
— ¿Lograste dormir anoche? — me cuestionó.
— Como un bebé — sonreí orgullosa —, ¿Qué tal tú?
— No mucho. Me quedé pensando en ese tipo que mencionaste.
— Y dale con eso...— rodeé los ojos — Ya te dije que eso no es importante.
— ¡Claro que lo es! — exclamó — ¿Por qué no quieres confiar en mí?
— Porque no quieres creerme.
Sonreí, pero Jungkook estaba completamente serio.
— Sun hee.
Traté de convencerlo. Evidentemente no iba a decirle la verdad sobre las sensaciones que empezaban a crecer dentro de mí cuando estaba cerca de él, pero al menos podía mentirle un poco.
Me atreví a sujetar su grande y delgada mano y entrelazarla con la mía.— Escucha... Aún soy muy joven para pensar en un matrimonio o algo similar; me gustaría al menos graduarme antes de dar un paso tan importante como ese — sonreí —. Además, si llego a enamorarme de alguien, te aseguro que tú serás el primero en saberlo, porque ahora somos amigos, ¿No es así?
Toqué la nariz de Jungkook suavemente al decir lo último, haciendo que su alegre sonrisa volviera en un santiamén. Él asintió.
El chico frente a mí acercó su mano libre y elevó su dedo meñique.
— ¿Lo prometes? — preguntó tiernamente.
Mi interior sonrió. — Lo prometo.
~Lazary Kim ♡
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EUPHORIA [JJK]
Fanfic~𝑻𝒐𝒎𝒂 𝒎𝒊𝒔 𝒎𝒂𝒏𝒐𝒔 𝒂𝒉𝒐𝒓𝒂 𝑬𝒓𝒆𝒔 𝒍𝒂 𝒄𝒂𝒖𝒔𝒂 𝒅𝒆 𝒎𝒊 𝒆𝒖𝒇𝒐𝒓𝒊𝒂. Victoria Solari tenía perfectamente claro el propósito de su estancia en Corea del Sur. Pero nunca se imagino que Jeon Jungkook se convertiría en una viñet...