Capítulo seis

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Habían pasado un año y seis meses desde que llegué a Corea del Sur, y todavía continuaba pensando en lo radiante que era vivir en esa espectacular nación.

Cambiando de tema, era la persona más feliz del mundo mundial, porque había aprobado satisfactoriamente el tercer examen de coreano, y eso era una gran ventaja. Sin considerar que los viáticos que otorgaba la beca habían aumentado, se sentía maravilloso entender y hablar el idioma casi a la perfección.

Y por otro lado, me había resignado a la idea de no haber podido visitar a mi familia durante las fiestas decembrinas, otra vez.

Aunque tampoco era legal quejarme de las celebraciones coreanas. Navidad y Año Nuevo fueron una completa maravilla. Junto con todos mis amigos, celebramos las fiestas a nuestro modo. Todos incluímos parte de nuestras culturas, haciendo que nos sintiéramos como en casa.

Mis padres siempre hicieron todo lo que estaba a su alcance para enviarme un poco de dinero extra pero, aún con todo lo que ahorraba, todavía no había completado el dinero suficiente para comprar un vuelo redondo con destino a México.

Si me esforzaba lo suficiente, era posible que pudiera comprarlo para cuando las vacaciones de fin del año escolar llegaran. Mientras tanto, seguro era que festejaría mi cumpleaños sólo con mis amigos de Corea.

El seis de marzo estaba a un exacto mes de llegar, así que en veintiocho días cumpliría los veinte años.

En pleno mes del amor y la amistad, la ciudad estaba llena de todas las decoraciones posibles, y las chicas tomaban la iniciativa de declararse a sus enamorados.

Lo mejor que podía hacer, era disfrutar de los cerezos y jacarandas que comenzaban a florecer. El catorce de abril podría celebrar mi soltería con fideos negros.

Respecto a la carrera, todo estaba yendo de maravilla. Ya había aprendido más cosas de las que esperaba.

En fin, había llegado el día en el que presentaría el boceto del vestido romántico que la profesora Young-Mi había pedido como el penúltimo proyecto del año.

Se trataba de un precioso vestido de gala color ''rosa viejo''. La falda, que llegaba hasta el piso, era semi plisada y y tenía algunos destellos dorados en la parte inferior de ésta. El corsé iniciaba en un escote strapless y terminaba en V a la altura de la cintura. Tenía bordadas algunas flores doradas en toda la superficie.

Delicadas tiras de chiffon rosa pastel sujetaban el vestido debajo de los hombros.

Era encantador, y estaba satisfecha de mi trabajo.

Esperé mi turno, con una pizca de nerviosismo y el deseo de obtener una calificación aprobatoria.

Me puse de pie al escuchar ''Solari'', como solía llamarme la profesora, indicándome que era el momento de explicar mi proyecto.

Mis piernas comenzaron a trabajar juntas para llegar a la parte de enfrente, y mi garganta se aclaró para emitir las palabras correctas.

Detallé lo anterior acerca de mi boceto. Cuando terminé, toda la felicidad del mundo había llegado a mis facciones.

Traté de contenerme y no saltar y gritar de emoción cuando escuché mi calificación. La profesora habló sobre que mi proyecto era clásico pero hermoso, que las técnicas que había usado eran prácticas y lindas.

Por ello, la profesora Young-Mi me otorgó una calificación perfecta.

~

En marzo, ya era una veinteañera que celebraba su cumpleaños mientras su familia estaba del otro lado del globo terráqueo.

EUPHORIA [JJK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora