Y así fue como transcurrió un mes desde que había vuelto a Corea del Sur.
Un mes, en el que muchas cosas pasaron de manera inesperada. Un día estaba en América, trabajando con mis propios proyectos, y al otro estaba colaborando con una de las empresas de moda más importantes al otro lado del mundo.
Ahí estaba yo, terminando de secar mi cabello antes de trenzar un par de mechones para recogerlos en un moño semidesordenado; envuelta entre la bata de baño antes de usar el vestido que había adquirido.
Todavía me restaban casi tres horas antes de tener que partir a la locación dónde se celebraría la pasarela.
— Repítelo de nuevo.
— Ya lo repetí tres veces, y en las tres veces lo dije muy bien — me defendí.
— Sí, pero puedes olvidarlo.
— Si eso pasa tendré que improvisar. Siempre lo he hecho. Además, todo el mundo allí habla el mismo lenguaje que nosotras. Si olvido el discurso, solo daré una explicación sobre los textiles y todos quedarán encantados de igual modo.
Lidia carcajeó ligeramente — En eso tienes razón.
— ¿Lo ves? Lo único por lo que deberíamos preocuparnos es porque el lanzamiento de la línea sea un éxito — dije.
— Claro que lo será. Trabajamos arduamente en ello.
— Eso espero.
Continuamos conversando, maquillándonos y arreglando nuestro cabello. Finalmente, cuando todo estaba casi listo, me puse el vestido y los tacones color arena.
Coloqué alrededor de mi cuello una delgada cadenita dorada, que colgaba un dije en forma de corazón, y éste cayó sobre mis clavículas. También adorné mis orejas con un par de pendientes que tenían una forma de hoja de árbol.
Di un último vistazo al espejo y, luego de dar una última pasada a mis labios color rojo, me gustó mi imagen reflejada en él. Vestida de forma elegante, lista para dar la última pizca a mi trabajo como diseñadora.
Tomé mi bolso de mano y salí de mi habitación. Lidia salió al mismo tiempo que yo, ajustando su pendiente.
Nos miramos y sonreímos de forma monótona.
— Vic, ¡te ves preciosa!
— Li, ¡Te ves preciosa!
Reímos de nuestra coordinación casual.
— Enserio... Luces perfecta.
— Digo lo mismo para ti — sonreí.
— ¿Estás lista? Seung-tae no tarda en llegar.
Suspiré, estaba un poquito nerviosa. — Estoy lista.
— Lo harás muy bien. Solo tienes que leer tu notita y todo saldrá perfecto. — Asentí. Luego, el timbre de la puerta sonó. Seung-tae había llegado. — Es ahora.
Llegamos a la dirección que recibimos donde se celebraría el desfile.
Desde metros atrás, pude distinguir lo que se encontraba al inicio. Había una alfombra roja que recorría desde la vía hasta la entrada del lugar. No era demasiado larga realmente, pero el transcurso sí que lo sería, pues en las orillas había camarógrafos y entrevistadores. Era obvio que en un evento importante de la moda hubiera una gran cantidad de periodistas, esperando obtener alguna mini entrevista o fotografía.
Ya había algunas personas bien vestidas recorriendo la carpeta roja, haciendo pausas y sonriendo para ser fotografiados. Me puse un poco nerviosa, lo cual no era común.
ESTÁS LEYENDO
EUPHORIA [JJK]
Hayran Kurgu~𝑻𝒐𝒎𝒂 𝒎𝒊𝒔 𝒎𝒂𝒏𝒐𝒔 𝒂𝒉𝒐𝒓𝒂 𝑬𝒓𝒆𝒔 𝒍𝒂 𝒄𝒂𝒖𝒔𝒂 𝒅𝒆 𝒎𝒊 𝒆𝒖𝒇𝒐𝒓𝒊𝒂. Victoria Solari tenía perfectamente claro el propósito de su estancia en Corea del Sur. Pero nunca se imagino que Jeon Jungkook se convertiría en una viñet...