EUPHORIA [JJK]

Capítulo diecinueve

- ¡Victoria Solari!

Gritó Bae HyeWoo, la asesora de moda de la empresa en cuanto entró a la sección del grupo musical para quien yo trabajaba, caminando con rapidez con un gesto de total seriedad. La perseguía apresurado uno de los administradores de Bangtan.

Su llamado me hizo levantarme con rapidez desde mi asiento y llegar hasta donde estaba ella.

Y es que HyeWoo era un completo terror. Además de ser toda una diva, era la viva imagen de Miranda Priestly, aunque en una versión coreana.

Para mi fortuna, siempre pude mantenerme al margen de sus expectativas y cumplir con todas sus exigencias cuando la asistía con el grupo para el que trabajaba.

- Ella será mi asistente personal desde hoy- me sujetó de los hombros y se dirigió al varón.

- Pero Hye- se opuso el hombre - ella trabaja para esta banda.

- Pues encárgate de que ahora también la transfieran al piso de Bangtan. Como ya te dije, ella será mi asistente, para cualquier trabajo.

¿Trabajar directamente para BTS? ¿Eso significa que podré ver a mi novio más seguido?

El hombre sujetó el puente de su nariz y soltó un corto suspiro - ¿Está de acuerdo, señorita Solari?

- S-sí, estoy de acuerdo.

- ¿Ves cariño? No es nada de otro mundo- la señorita Bae sonrió astutamente al hombre. - Comienza a tomar tus cosas Solari, nos vamos a otro piso.

Obedecí a sus órdenes.

Luego de subir al piso donde estaría por trabajar, como todos los días, caminaba con rapidez para seguirle el paso a la señorita Bae, mientras escribía todas las indicaciones que me decía.

Entramos a su sofisticada, gigante y casi lujosa oficina, de veras que ella era una completa vanidad.

- Tenemos trabajo que hacer. Ve a buscar a las maquillistas de la banda y asegurate de decirles que estaré allá en pocos minutos, que se apresuren si no han terminado. En diez minutos estaré contigo.

- Sí, señorita Bae - salí con rapidez.

Llegué al estudio donde estaban peinando y maquillando a los chicos de Bangtan Sonyeondan. Toqué la puerta y entré.

- Disculpen, la señorita Bae HyeWoo me ha enviado para informarles que estará aquí en diez minutos, así como espera que los chicos estén listos para cuando llegue.

Me hicieron sentir superior a todos ellos cuando hicieron una reverencia hacia mí, y parecieron apresurarse más.

¿Será que lo dije con mucha autoridad, o es que esta mujer realmente es tan mala?

Entonces mis ojos se encontraron con los de Jungkook, quien estaba siendo peinado por una chica. Cuando nos vimos, levantó varias veces su ceja izquierda y sonrió triunfante al verme trabajar para su banda.

Y eso me hizo sospechar que él tuvo algo que ver con mi repentino cambio de puesto.

Antes de salir, le envié una mirada asesina y pasé mis dedos en línea recta frente a mi cuello, en señal de que estaba en problemas. Él solamente comenzó a reírse.

Volvía de la cafetería con un americano hirviendo sin una sola pizca de azúcar, tal y como le gustaba a la señorita Bae. También había comprado un paquete de galletas de chispas de chocolate que disfrutaba mientras caminaba de vuelta hasta el estudio.

Aún faltaban dos minutos antes de que llegase HyeWoo. Al entrar, todas las personas de estética ya se habían marchado.

Cielos, sí que le temen tanto a Bae HyeWoo.