IX

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Era muy tarde en la noche y me costaba conciliar el sueño, había vomitado parte de mi cena y mantuve unos cuantos mareos, por lo que me mantuve sentado hasta que se pasara

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Era muy tarde en la noche y me costaba conciliar el sueño, había vomitado parte de mi cena y mantuve unos cuantos mareos, por lo que me mantuve sentado hasta que se pasara. Después me tome un baño de agua caliente para relajar mis músculos, pero nada. Los dolores en mis piernas, las caderas, el malestar en mi garganta y los mareos recurrentes no me dejaban descansar.

Solo estaba en mi ropa interior color negro frente a un espejo de cuerpo completo. Ahora que podía verme bien mi vientre estaba muy grande, bueno, no soy experto en estómagos de Omegas embarazados, pero estaba seguro que no debería de notarse tanto, especialmente si solo era el primer mes.

De igual forma, no todos los bebes son iguales, algunos llegan a pesar mas que otros, y podre confirmarlo cuando cumpla parte del mes, que, si mis cálculos son correctos, seria dentro de una semana.

Tome mi computadora y busque algún video que me diga como puedo relajarme, obviamente mencionaban ejercicios simples, pero estos eran hechos por dos personas, así que en mi caso no funcionaban.

Rendido ante todo busque unos audífonos y coloque un video de ocho horas sobre el canto de las ballenas.

Intente de cerrar mis ojos, pero el molestar aun se hacia presente. Esto comenzaba a desesperarme y las ganas de tirarme por el segundo piso se hacían grandes. Quizás, para mi próxima consulta deba pedir algo para los dolores.

Diablos, quería llorar. ¿Por que debía de pasar por esto solo?, ¿Dónde estaba supuestamente el pilar de esta "muestra de amor"?, malditas hormonas que salen de la nada.

Mire mi teléfono aun lado de la mesa, ahí estaba el numero de ese Alfa bueno para nada y sus palabras de "llámame cuando sea necesario" se repetían en mi mente.

Ahora era necesario, y es una burla que él pueda dormir bien cómodo sin tener un vientre súper grande obstaculizando tus horas de sueños.

Tome el celular y marque su numero.

Que se vaya al carajo su tranquilidad.

Después de tres tonos una voz adormilada contesto la llamada.

- ¿Diga?- Su voz sonó gruesa y ronca, se escuchaba medianamente enojado y, sinceramente, quien no lo estaría.

- Steve, soy Tony.

- ¿Quien?- Pregunto.

- Tony...- Desde el otro lado de la llamada hubo un silencio desesperante.- Te vomite tu camisa, zapatos y auto.

- Ha, el Omega feo. Te tomaste muy enserio lo de llamarme cuando tengas problemas, pero esperaba que fuera en la mañana y no cuando este durmiendo.

- Lamento eso, es solo que no puedo dormir, mi vientre me incomoda y mi espalda duele.

- ¿Estas consiente que no soy medico, ni mucho menos tu Alfa?

- Si, lo se, solo que ya no se que hacer, solo quiero dormir.- Mi voz se comenzó a entrecortar y unas finas lagrimas descendían desde mis mejillas.- Por favor...

- Cielos, si así eres con apenas un mes de embarazo, no quiero imaginar como será con los restantes. Esta bien, iré a tu casa. Espero que tengas café para la noche.- Y tras decir eso colgó.

Deje el teléfono donde estaba, ordene la cama dejando las cosas que había ocupado en su lugar, me puse un pantalón y una camisa ancha. Fui hasta la cocina y prepare la cafetera junto a unos pasteles que Bruce me había dado, pasando una media hora, la puerta del departamento sonó.

Le abrí a Steve y él entro.

Vestía un pantalón color negro, un polerón ancho color gris, zapatillas blancas y un tarro de helado de chocolate en sus manos. A simple vista era difícil pensar que era hijo de unos de los empresarios con mas dinero en sus bolsillos.

- No te veo con buena cara, Omega, y eso que teníamos una cita en unos cuantos días.- Menciono dejando el postre en la encimera, saque una taza desde la alacena y le serví café junto con el postre de limón.- Debería de cobrarte por despertarme y venir a hacerte masajes.

- Y yo que pensaba que eras amable. 

Bebió con calma hasta que se dispuso a realizar la sesión. Me despoje de la camisa y su vista viajo hasta mi vientre.

- No soy experto, pero estoy seguro que tu vientre no debería de ser tan grande para estar al mes. ¿Estas seguro de las fechas?- Asentí sin dudarlo. Sus manos tocaron la zona y una agradable sensación se instalo en mi pecho.- ¿Comes bien?, quizás sea por que ingieres muchos dulces y menos ensaladas, tu peso...

- ¿T-tu crees que estoy gordo?

- ¡Yo solo digo lo que veo!, mejor ven, te masajeare tus gordos muslos.

Ugh, como lo odio.

¡Lo siento!, manche tu camisa |Stony, Omegaverse|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora