La mejor forma de conocer a un multimillonario y heredero es, sin duda, vomitando su camisa de mas de un millón de dólares.
→⨠ 𝑳𝒐𝒔 𝒑𝒆𝒓𝒔𝒐𝒏𝒂𝒋𝒆𝒔 𝒏𝒐 𝒎𝒆 𝒑𝒆𝒓𝒕𝒆𝒏𝒆𝒄𝒆𝒏, 𝒔𝒊𝒏 𝒆𝒎𝒃𝒂𝒓𝒈𝒐 𝒍𝒂 𝒉𝒊𝒔𝒕𝒐𝒓𝒊𝒂 𝒔𝒊. 𝑵𝒐 𝒄𝒐𝒑�...
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Habíamos llegado a la clínica ya que las contracciones son cada diez minutos, cuando se le fue notificado sobre el comienzo del labor un día antes, la doctora a cargo me dio instrucciones precisas para prepararme para este momento. Me pidió que dejara de comer; eso incluía el agua, además de intentar de dormir todo lo que pueda.
Se lo comente a todos los integrantes de mi familia y se comenzó con el protocolo "resguardo del bebé".
Para cuando las contracciones era muy dolorosas, fue cuando nos movimos a la clínica. Me internaron de inmediato y me dejaron en una cama muy cómoda mientras llegaba la hora.
- Tenemos la cesaría programada para las catorce horas, mientras esperas, quiero que rellenes el formulario de registro, te pongas la bata y nos proporciones una muestra de orina.- Dijo la doctora.- Después vendrá una enfermera que te preparará para tu gran momento, ¿esta bien?.- Asentí con nerviosismo, ella salió de la habitación dejándome los papeles en el mueble que había a los pies de la cama.
- Yo voy a llenar los papeles, Anthony.- Dijo mi papá.- Será mejor que vayas a cambiarte.
Asentí y Steve me ayudo siendo un gran soporte para evitar caerme. Me ayudo a despojarme de mis prendas donde muy graciosamente se mordía el labio al ver mi torso desnudo. Antes de que me ayudara a ponerme la bata de la clínica, se quedo unos segundo mirando mi forma desnuda.
- Eres precioso Tony.- Dijo con una gran sonrisa en su rostro. Eso me tomo desprevenido ya que un gran sonrojo se apodero de mi rostro e hizo que me avergonzara de sobre manera.
- E-eres un tonto, no digas esas cosas cuando estoy desnudo, además quizás después del bebé no te guste mucho mi cuerpo.- Murmure algo enojado quitándole la bata y poniéndomela.
- Puedes apostar que no. Me gustas tú, Tony, y te amo hasta con tus enojos.- Dijo acercándose y darme un suave beso.
- Ya, basta, será mejor que salgas, nuestros padres pueden preguntarse por qué demorados tanto y yo debo de orinar.
- Bien, pero una vez nazca Harley tendremos un tiempo para nosotros.
Salió con una sonrisa y yo me quede confundido.
¿Steve sabia que debía de hacer un descanso de casi dos meses?, yo creo que no.
Hice mis necesidades y ya tenia la muestra en mis manos, salí del cuarto y la deje en la bandeja metálica. Una enfermera entro a la habitación y me extrajo sangre, después me hizo firmar unos papeles y hablo con Steve.
El Alfa iba a ser quien me acompañara en la sala de partos, por lo que lo estaba preparando para poder entrar a la sala.
Cuando llego el momento, mis nervios aumentaron.
- Todo va a salir Anthony, y aquí estaremos para ver a nuestro nieto.- Me alentó el Señor Rogers.- Además Steve estará contigo.
- Gracias Señor Rogers.
Solo es una muestra de fe.
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Cuando llegamos a la sala, Steve ya estaba preparado con una bata, mascarilla y un gorro para el pelo. En todo momento me sostuvo mi mano izquierda diciéndome palabras hermosas y calmando mi ansiedad con sus feromonas.
Cuando sentí que una parte de mi se "desprendía" fue el momento en que deje de respirar, el Alfa soltó mi mano y le dijeron unas cuantas palabras que no alcance a entender. Desesperado busque nuevamente su calor, pero la imagen que me proporcionaba Steve hizo que un silencioso llanto escapara de mis labios.
El rubio estaba cargando a Harley, un muy pequeño ser llorón que aun estaba unido por el cordón a mi. Su castaña pelusa que tenia por pelo hicieron que mi sonrisa creciera.
¡Ya estaba aquí!
- Bienvenido al mundo, Harley.
- Es un enano como tú además tiene tu nariz y color de piel.- Dijo Steve sosteniéndolo y teniendo cuidado para poder verlo. Después de unos segundo admirando al pequeño ser, las enfermeras se lo llevaron, luego de cortar el cordón, para que puedan asearlo y ponerle ropa.
Mi mano cayo como peso muerto a mi costado y muy lentamente mis ojos comenzaron a cerrarse.
- ¿Steve...?- Pregunte intentando de llamar la atención del Alfa, me sentía muy tranquilo y algo ido de este mundo.
- ¿Qué sucede, Tony?, ¿Tony?
¿Por que se estaba yendo?, su voz suena tan alejada.
- ¡Tony!
Eso fue lo ultimo que escuche antes de caer dormido.