- ¡¿Que mierda le paso a mi departamento?!- Pregunte una vez llegue a mi humilde hogar, que ahora mismo, no parecía muy humilde.
Mi departamento paso de tener un costo de alquiler de unos mil quinientos dólares, a costar más de diez mil dólares.
- ¿Es de su agradado?- Pregunto Jeff ya que fue él quien me dejo para ir a mi trabajo.- El joven amo me dio libertad de elección y era una sorpresa, espero que sea de su agrado los colores y la alfombra.
- Si, lo son pero ¿no fue demasiado?, pensé que Steve solo iba a cambiar mi cama.
- Así fue en un principio, sin embargo, su mayor preocupación fue que usted estuviera cómodo junto a su futuro bebé.- Menciono con una gran calma y una sonrisa.
- ¿Él dijo eso?
- Bueno, no fue con esas palabras, pero le puedo asegurar que sé leer muy al joven amo. No por nada soy su persona más confiable.
Bueno, algo es algo. Aunque dudo mucho que él me diga alguna vez si Steve me veía como algo más.
Y no como un Omega al cual debe cuidar por no saber como controlar los trocitos de comida que salen de mi boca.
- Además debo decirle que me tome la libertad de pedir una hora con la obstetra para ver su tercer mes de embarazo, ya está pagado, solo debe ir a confirmar su asistencia.- Me extendió una tarjeta junto con un papel donde dictaba el día y la hora.- sin embargo, su apellido me pareció de lo más curioso.
- Es más común de lo que cree.
¿Por que todos los que están ligados a los Rogers son tan metiches?
Si mi apellido era Stark seria mi problema y no de los demás.
- Y por eso espero estar equivocado, ya que actualmente la vista del joven amo esta puesta en la Universidad del MIT y en los productos marca Stark, y si tiene que decirle algo al señorito será mejor que sea lo antes posible.
- No se lo que me esta hablando, señor Jeff, y mis intenciones con Steve son honestas.
- Eso espero, bueno que tenga un agradable día, me retiro.
- Si, gracias por traerme a mi casa.- El amable hombre me sonrió y finalmente se fue. Cerré la puerta y me quedé mirando el departamento que tuvo un "Glow up".
Se veía mucho mejor y estuve muy tentado mirar mi habitación, pero tendrá que ser después. Ahora debo de ir a trabajar.
Ahora mismo odio estar embarazado, y eso suma más a tener que trabajar en un puesto de comida asiática.
Y la cuestión es que ¡no puedo comer sushi de salmón!
Justo en el momento que tenia una ganas tremendas de devorar cualquier marisco que se me cruzara en el camino, yo no puedo.
Lamentablemente debo esperar más de seis meses para comer esa delicia y por eso estoy enojado y triste.
La vida era dura, pero más dura mi verdura.
Aunque Bruce fue muy amable a hacerme un poco de sushi con pollo cocido y bastante queso crema.
Hoy estaría Steve para cenar, así que llevaré el sushi para compartir y comprare una gaseosa para beber.
Deje todo en la nueva cocina y prendí mi super televisión. No podía estar más agradecido de que podré ver en una super calidad mis series coreanas.
Mis sucios pensamiento fueron interrumpidos por el sonido de mi puerta siendo abierta.
Genial, mi primer día con departamento nuevo y ya me van a robar.
- Si eres el Kevin debo decir que soy un pobre Omega embarazado que no vendió su virginidad...
- Pues yo no pagaría ningún dolar por ti, ¿sabes?
- Ah, eres tú. ¿Cómo tienes llave?
- Pues fueron mis remodelaciones, es justo que me quede con una copia.- Me mostró su juego de llaves en mi cara con un tierno llavero de un panda.- Traje la pizza que querías, tus mini donas y tengo un buen vino...
- Sabes que no puedo beber.- Mencione con el ceño fruncido mientras me cruzaba de brazos.
- Oh, ¿de verdad?, bueno que pena, tendré que beberlo todo solito.- Dijo sarcásticamente mientras se burlaba de la desgracia que había en mi vientre.
No te lo tomes personal, frijol, pero por tu culpa no puedo comer mis cosas ricas.
Fui hasta la cocina a buscar los vasos, el sushi y mi gaseosa. Antes de poder sentarme y comer como dios manda, me entraron una terribles ganas de ir al baño, por lo que con las risas de Steve de fondo fui a hacer mis necesidades y, posteriormente, lavar mis manos.
Al llegar a la sala pude ver a Steve viendo la pantalla de mi celular.
No pensé que el Alfa sería un metiche, y aunque no tenga mucho que ocultar, eso no quiere decir que no tenga unas fotos que no serán del agrado de Steve, espero que no haya visto los cuadros bien marcados que alguna vez le tome a Stephen.
- Tu reliquia que haces llamar celular sonó.
- ¿Ah si?, ¿viste quien era?- Tome mi teléfono y busque la llamada perdida. Al ver el nombre mi respiración se corto.
- ¿Quién es Jarvis?
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¡Lo siento!, manche tu camisa |Stony, Omegaverse|
FanfictionLa mejor forma de conocer a un multimillonario y heredero es, sin duda, vomitando su camisa de mas de un millón de dólares. →⨠ 𝑳𝒐𝒔 𝒑𝒆𝒓𝒔𝒐𝒏𝒂𝒋𝒆𝒔 𝒏𝒐 𝒎𝒆 𝒑𝒆𝒓𝒕𝒆𝒏𝒆𝒄𝒆𝒏, 𝒔𝒊𝒏 𝒆𝒎𝒃𝒂𝒓𝒈𝒐 𝒍𝒂 𝒉𝒊𝒔𝒕𝒐𝒓𝒊𝒂 𝒔𝒊. 𝑵𝒐 𝒄𝒐𝒑�...