Cuando llegue al séptimo mes, ocurrió una desgracia.
Estaba en el momento en que quería cambiar todos los muebles del departamento y mi esclavo rubio no estaba en casa para darme los gustos, así que lo hacía yo.
Primero fue la mesa de comida, me molestaba que estuviera en un lugar que diera mucho la luz, así que la cambie de lugar, además tenía un número de silla impares y eso me daba tic. Después quite la alfombra que estaba en la sala, su color pálido no me gustaba ya que hace no mucho Steve había derramado café y eso dejó una mancha fea.
Había un tablón medio salido que tuve que martillar, y quite un cuadro de una mesa con flores que se veía horrible en mi casa.
Con cansancio me detuve unos minutos y tome un vaso con agua, cuando estuve lo suficiente hidratado y a gusto continúe con mi deber.
- Soy un no parar, bebé.- Mencione acariciando mi vientre con mucho cariño.
Cuando estuve listo me movía a la cocina. Esta vez fueron los estantes de copas.
- Maldito Steve.- Mencione con algo de enojo.
El rubio había adquirido el gusto de beber una copa de vino cada cierto tiempo, lo malo es que compro el set de copas, que son seis, y solamente ocupaba una, las demás las dejaba para que se polvoreen en el mueble. Así que en esta ocasión limpiaría todos los vasos y nadie me podrá detener.
O eso había creído.
Cuando me subí al banco que Steve había traído para mi "problema de estatura", perdí el equilibrio.
Termine en el suelo y con un fuerte dolor en la espalda logrando que estuviera llorando del dolor y no poder levantarme.
- D-dios mío, ¡Viernes, llama a emergencias!- Grite sujetando mi vientre. La IA de prototipo que tenia en mi teléfono confirmo mi llamado.- Pero no le marques a Steve.
- Entendido jefe, le llamare al Alfa.
- ¡No!
- Eres un inconsciente, ¿Cómo se te ocurre hacer fuerza en tus condiciones?- Me reprocho el Alfa junto a la cama de hospital que me encontraba mientras me veía comer mi gelatina de fresa.- ¿Me estas escuchando?
- Si, Steve, y ya me disculpe. Sabes que no quise poner en peligro al bebé, pero no me gustaba como estaba el departamento.- Dije dándole una mirada llena de culpa, para que se ablande un poquito conmigo.- ¿Me perdonas, cariño?
- No y no me convencerás mirándome así.- Dijo girando la mirada, pero ya sabia que había funcionado, su ceja había dado un ligero temblor mostrando su entusiasmo. Era como si fuera un gran Golden Retriever moviendo la cola.
- Mm, ¿y si te doy un besito?
- N-no.
- ¿Y si te digo lo que me ha estado creciendo últimamente?- Murmure tomando su mano y darle una caricia con mi pulgar a su palma.- Esta grande, como te gusta, muy esponjoso y no te caerá en las manos, tendrás que apretarlas.
- Y-y e-eso...
- ¿Y que es hijo?, yo también quiero saber.- Dijo Howard entrando a la habitación y matando cualquier atmosfera que había creado para el rubio.
- ¡Papá!
¿Por que tuvo que llegar ahora?
- Anthony, creo que tienes un gran gusto por darnos un infarto a nosotros, ¿acaso no piensas en tu bebé?
- ¡Eso le dije, suegro!- Exclamo Steve poniéndose de su lado.
- No me digas así, Ken.
- Si suegrito.
¿Desde cuando el Alfa se había puesto del lado del viejo?, es como si dos cacatúas me chillaran en el oído sin parar. ¿Dónde estaba mi príncipe que me rescataría de esto?
- Tony, querido, te traje donas de chocolate y chispas, como las que te gustan.- Dijo con alegría y un gran brillo el padre de Steve. Mi héroe.
Señor Rogers, ¿no quiere que sea la madrastra de su estúpido hijo?
¡Ey!, el próximo capitulo se liberara cuando lleguen a 1K de comentarios. 😈
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¡Lo siento!, manche tu camisa |Stony, Omegaverse|
FanfictionLa mejor forma de conocer a un multimillonario y heredero es, sin duda, vomitando su camisa de mas de un millón de dólares. →⨠ 𝑳𝒐𝒔 𝒑𝒆𝒓𝒔𝒐𝒏𝒂𝒋𝒆𝒔 𝒏𝒐 𝒎𝒆 𝒑𝒆𝒓𝒕𝒆𝒏𝒆𝒄𝒆𝒏, 𝒔𝒊𝒏 𝒆𝒎𝒃𝒂𝒓𝒈𝒐 𝒍𝒂 𝒉𝒊𝒔𝒕𝒐𝒓𝒊𝒂 𝒔𝒊. 𝑵𝒐 𝒄𝒐𝒑�...