XXXV

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- ¡Perdóname!, fue una estupidez hablar con Stephen, ¡no lo quiero y dudo que lo vuelva a ver!, te quiero a ti, con tu fea sonrisa y tus malos chistes

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- ¡Perdóname!, fue una estupidez hablar con Stephen, ¡no lo quiero y dudo que lo vuelva a ver!, te quiero a ti, con tu fea sonrisa y tus malos chistes.- Dije en un mar de lagrimas y mocos, ¿Steve se enojara si mancho su costosa alfombra?

- Eres un dramático.- Menciono.- Pero no me convences.- Volvió su mirada a la computadora y no me quedó otra cosa que hacer.

Aquí va mi arma mortal.

- Dejare que llames al bebé Harley.

Su expresión cambió. Bingo.

- Ow, ven acá, mi precioso bebé.- Dijo con una sonrisa invitándome a sentarme en sus piernas.- Eres un Omega tan tonto, ¿volverás a hacer una estupidez como esa?

- No, perdóname Steve, no pensaba...

- Exacto, eres un burrito tontito.- Dijo de forma juguetona, me senté en las piernas de Steve y el Alfa me envolvió en sus brazos. Estábamos muy cómodos y perfectos en ellos.

- ¿Estamos bien?- Pregunte alzando levemente mi cabeza, Steve sonrió y se acercó para depositar un suave beso en mis labios.

- Solo si no vuelves a hacer algo así.

- Ya aprendí mi lección, así que, por favor, vuelve a la cama, tu lado está frío.

- Esta bien.

Bese su mejilla sintiendo la áspera sensación que dejaba su barba de unos días.

- Deberías de...¡Oh por dios!- Lo que iba a decir fue abruptamente cambiado por una extraña, pero con una grata sensación.

Era como un aleteo de una mariposa.

- ¡¿Que pasa?!, ¿te duele algo?- Pregunto buscando con su mirada algún indicio de dolor.

Tome con firmeza su mano y la lleve al área donde había sentido los "aleteos", esperamos unos segundos y la mano de Steve fue testigo de una patada.

- ¡Esta pateando!

- Ugh, no me siento bien

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- Ugh, no me siento bien.- Murmuro Steve escondiéndose en las mantas.

Habíamos vuelto a casa después de la hora de trabajo de Steve, nos habíamos acostado mientras veíamos una película cuando el Alfa comenzó a quejarse por el dolor.

- ¿Qué tienes?, ¿fiebre?- Pase mi manos heladas por su cabeza recibiendo un gemido por el tacto frío en su caliente frente.- Tienes algo de temperatura, iré por una pastilla y agua.

- ¡No!- Exclamo tomando mi mano y tirar hacia él, quede bajo las grandes mantas y envuelto en los brazos de Steve.

Mi cuello quedó muy expuesto, y sentía la respiración del Alfa en esa zona, sus labios besaban mi glándula Omega y de vez en cuando lamia con mucha tentación.

- Steve...~- Gemí ante la buena sensación.

- Hueles muy bien, Omega.- Gruñó y pego su pelvis a mi trasero, donde pude sentir su duro miembro.

Las feromonas de Steve comenzó a inundar la habitación y fue en ese instante que supe lo que sucedia.

Era el celo.

Me destape del manto de sábanas y logre separarme, en ese corto momento logré estirar mi mano y rápidamente tome mi celular e hice una rápida búsqueda por Google.

"Que hacer si un Alfa en celo quiere tener sexo con un embarazado".

Yahoo respuesta siempre me salva, excepto en este caso.

Solo mencionaban casos de fetiches raros.

Dios sálvame.

Mientras buscaba algo que sirviera, Steve se restregaba en mi e intentaba de bajar mis pantalones, donde tuvo mucho éxito.

Sin demorar más, uno de los dedos de Steve tanteo mi entrada mojada y empujó sin mucha dificultad. Gemí ante lo bien que se sentía y a duras penas logre detener su mano.

- ¿Qué haces, Omega?, no te haré daño~.- Murmuro muy cerca de mi oído donde mordió levemente.

Una parte de mi, la muy Omega debo decir, repetía en mi cabeza que lo dejara entrar, él era el indicado y no nos dañaría.

La otra decía: ¡¿Por que dudas?!

Así que confiaré en Steve.

¡Lo siento!, manche tu camisa |Stony, Omegaverse|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora