LIV

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A Steve le había comprado un almuerzo que consistía en pollo cortado en trozos largos, papas doradas, ensalada de lechuga, un poco de arroz y de postre una tartaleta de manzana

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A Steve le había comprado un almuerzo que consistía en pollo cortado en trozos largos, papas doradas, ensalada de lechuga, un poco de arroz y de postre una tartaleta de manzana.

Cuando terminamos de hablar con Stephen y que él y su pareja pasaran tiempo con Harley fue el momento perfecto para irnos. No quería que mi bebé pasara frio y que se hiciera muy tarde para nosotros así que llame a Jeff para que pasara por nosotros 

Nos dejo fuera del hotel donde estaría el Alfa trabajando y nos paso una tarjeta para poder llegar desde el ascensor a la oficina de Steve. Realice el camino donde Harley miraba todas las luces con bastante curiosidad haciendo que ría cuando mi bebé intentaba de agarrar con sus pequeñas manos las lámparas del techo. 

Llegamos a las secciones privadas donde un gran mesón adornaba la sala, aquí debería de estar la rubia asistente, pero en su lugar estaba una Beta pelirroja.

- Hum hola, buenas tardes, vengo a ver a Steve, yo soy...

- Anthony Stark, Omega de Steve, y Harley Rogers, su diminuto bebé, es un placer conocerlos Ya estoy al tanto de todo.- Dijo mirándome con una sonrisa sin dejar de teclear en el computador.

- Ou, es un placer también señorita...

- Romanoff, Natasha Romanoff, el señor Rogers te ha estado esperando, esta algo sensible, así que yo lo intentaría de calmar.- Dijo soltando una risa.- 

- Mm, claro, muchas gracias.- Tire de la carriola y la puerta de Steve fue abierta gracias a la pelirroja, antes de poder tirar para poder pasar, esta ya estaba siendo abierta por un musculoso Alfa que me robaba el suspiro.- Steve.

- Tony~, tardaste mucho, me tenias preocupado y...¿por que hueles a Strange?- Dijo con un tono de voz muy dulce, pero cuando se dio cuenta del olor de otro Alfa su voz cambió a una más grave, más molesto y eso me hizo sonrojar. Su aroma, que antes era muy sutil ahora era casi sofocante, pero no en el mal sentido 

Steve estaba celoso. 

Y eso me prendía.

- Nos encontramos de casualidad en el centro comercial, quería comprarle un traje a Harley y él junto con su pareja me vieron. Me invito a almorzar y estuvo con nuestro bebé, eso es todo.- Explique sin dejar de mirarlo, Steve me introdujo a su oficina y me abrazo con cuidado.

- Mm, ya no hueles a mi, necesito cambiar eso, ¿te quedaras?- Pregunto sin sacar su cabeza de mi cuello, parecía muy decidido en dejar marca por todos lados.

- ¿Quieres que me quede?- Pregunte en un susurro pasando mis brazos por su espalda. Lo sentí mover la cabeza en un gesto afirmativo.- Entonces estaremos aquí, puedo convertir tu sofá en una cama y acostar a Harley.

- Eso suena perfecto y tu te puedes sentar en mis piernas.

¿Qué?

Steve había cumplido con su palabra en mantenerme en sus piernas durante bastante tiempo

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Steve había cumplido con su palabra en mantenerme en sus piernas durante bastante tiempo. Apenas y dejaba separarme, aunque no se quejaba si era para atender a Harley.

Cuando debía de darle de comer, Steve estaba detrás de mí esparciendo sus feromonas mientras admiraba a Harley.

- Mm, se siente bien estar así, jamás me vi siendo un padre, pero sinceramente ya no puedo esperar por seguir formando una familia contigo, Tony.- Menciono Steve mientras acariciaba mi vientre.

- Yo tampoco me veía así, pensaba que en algún punto de mi vida terminaría devastado por el rechazo de un Alfa y que no conseguiría seguir viviendo, pero llegaste tú, y no pude haber pedido algo mejor. Eres mi Alfa, y doy gracias a la vida que nos pudo juntar.

- Te amo, Anthony Stark.

- Te amo, Steve Rogers.

Después de profesar nuestro amor, Steve beso mis labios con ternura y paciencia. Harley seguía firmemente agarrado por los brazos del Alfa y los míos, aunque un ligero movimiento nos alertó a ambos.

Harley estaba moviendo sus brazos contra nosotros haciendo que nos separemos y veamos el rostro "enojado" de nuestro bebé.

Eso nos hizo reír.

- Nosotros también te amamos, Harley.

Y bese una de sus mejillas regordeta que tenia.

- También te amamos bebé que aun se está cocinando.- Dijo Steve refiriéndose a mi vientre.- Y a los que están por venir también.- Esta vez miro a su entrepierna.

- ¡Steve!

¡Lo siento!, manche tu camisa |Stony, Omegaverse|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora