¡Lo siento!, manche tu camisa |Stony, Omegaverse|

LVI

Estaba cerca de los siete meses cuando ocurrió el día en que me marcaria de por vida.

Y no hablo de forma positiva.

Estaba de compras, esta vez me encontraba solo ya que celebraríamos los nueve meses de Harley, así que decidimos hacerle una pequeña fiesta con papilla de verdura y un postre de frutas que sabemos que a nuestro pequeño castaño le gustaban. 

Nuestro bebé del vientre, quien aún es sorpresa su sexo, se encontraba muy feliz haciendo que de vez en cuando sus patadas pegaran en mis costillas, Steve se reía, pero cuando veía mi cara de horror se callaba.

Compre lo que necesitaba y volví al departamento. 

Todo era paz, hasta que tuve en frente a ella.

La que se perdió a tremendo Alfa por ser una tonta y me dejo el camino libre para seducirlo con mi retaguardia.

La que no le provoca nada a Steve ni aunque caminara desnuda y con su celo al cien.

La que ahora su nombre tiene menos relevancia que el pulpo que acertaba a los equipos de soccer.

Margaret Carter.

- ¿Y tu que haces aquí?- Pregunte saltándome toda etiqueta para una correcta presentación. ¿Qué importaba en esta situación?

- Vengo a negociar con lo que sea que seas de Steve.- Dijo mirándome de arriba a abajo. 

Uh, uh, creo que alguien aun no se entera de que soy su muy bonito prometido.

- Pues observa mi mano.- Le mostré mi dedo medio en forma de burla y de paso que quedara ciega por la reluciente joya que portaba como anillo de compromiso.- Así que lo que tengas que decir ¿por que mejor no pides una cita?, tengo tiempo el día de "nunca jamás" y a la hora de "vete a la mierda".

- ¿Te crees con el derecho de poder decidir por Steve solo porque te jodio antes?

- ¿Acaso no me has visto?, tengo su bebé en mi vientre, voy a ser su esposo, ¡Steve ya es mío!, ¿Cuál es tu excusa para venir a ser de prostituta por una atención de mi Alfa?

¿Soy posesivo?, si, si lo soy.

- ¡Steve era mío antes de que llegaras, zorra!- Y tras decir eso dio con todas sus fuerzas una gran cachetada haciendo que mi rostro girara con brusquedad hacia la derecha.- ¡Tú entraste a arruinar todo por lo que había luchado!

Estaba algo mareado por el reciente golpe, intente de llevar mi mano a la zona afectada, pero la Omega fue más rápida. Me empujo hasta tropezar con sus pies llevándome un golpe en mi espalda baja. Un gemido lastimero salió de mis labios y los gritos baratos de la castaña fueron murmullos para mi.

- ¡Tony!- La voz de mi Alfa se escucho por mi cabeza. No podía abrir mis ojos por el creciente dolor en mi zona baja.

- ¿Steve?- Murmure.

- ¡Zorra!, si yo no pude tener a Steve, pues tu querido Alfa va a tener que quedarse sin heredero. 

Y tras unos segundo que parecían horas, yo sentí el dolor mas agudo que pude haber sentido y la zona izquierda de mi vientre fue quien recibió el impacto del arma de Margaret.

Todo se lleno de un sonido lo bastante agudo como para dejarme desconectado del mundo. Luego me sentí protegido en unos brazos que conocía muy bien, pero lo unico que pude pensar en esos momentos fue en mi bebé.

Cuando volví a recobrar la conciencia fue horrible.

Me sentía desorientado y con la necesidad de buscar el gran bulto en mi vientre, solo que no había nada. De manera desesperada lleve una de mis manos a mi vientre, donde lo unico que toque fue la suave tela de una bata, ahí no había un bebé.

Finalmente abrí mis ojos observando un techo color crema y el insistente pitido de la maquina que registra mi corazón.

- Tony, que bueno que estas despierto, ¿te duele algo?- Pregunto Steve quitando mi mano de mi vientre y tomarla entre las suyas.

- Mi bebé.

- Tony, no tienes que preocuparte, él esta bien, llamare a una enfermera para que te venga a ver...

- Steve, ¿Dónde esta mi bebé?- Repetí volviendo a llevar mi mano a mi vientre. Si de verdad le paso algo yo...

- Tuviste una alerta con el shock del momento, no podíamos dejar a nuestro bebé dentro o nacería muerto, yo...tuve que decidir.

- Steve...

Si mi bebé no logro superarlo ¿Cómo podría seguir siendo un buen Omega?

- Se tuvo que hacer una cesaría de emergencia y después tenerlo con un respiradero artificial.- Hablo con calma mientras soltaba feromonas de suaves.- En estos días ha estado respondiendo muy bien y prontamente podrá vivir sin estar conectado, pero no sabremos si tendrá problemas a futuro.

- Mi bebé está vivo...

- Por supuesto que si, Tony, es igual de terco y fuerte que tu, cariño.

- No le pusimos nombre..., ni siquiera sé...

- Es un varón.- Dijo como si hubiera leído mi mente.- Y nuestro padres fueron los que le dieron un nombre, y es perfecto.- Dijo con una gran sonrisa.- Se llama Jonathan "Johnny" Rogers, y lamento decirte, pero es rubio.

Eso me hizo soltar una risa nasal, mi bebé estaba bien.

Mi corazón se lleno de orgullo y un creciente anhelo comenzó a estar en mi corazón.

Ya quería tenerlo en mis brazos.