La mejor forma de conocer a un multimillonario y heredero es, sin duda, vomitando su camisa de mas de un millón de dólares.
→⨠ 𝑳𝒐𝒔 𝒑𝒆𝒓𝒔𝒐𝒏𝒂𝒋𝒆𝒔 𝒏𝒐 𝒎𝒆 𝒑𝒆𝒓𝒕𝒆𝒏𝒆𝒄𝒆𝒏, 𝒔𝒊𝒏 𝒆𝒎𝒃𝒂𝒓𝒈𝒐 𝒍𝒂 𝒉𝒊𝒔𝒕𝒐𝒓𝒊𝒂 𝒔𝒊. 𝑵𝒐 𝒄𝒐𝒑�...
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Era el día de navidad y todos estábamos ayudando en la casa de mi suegro. Harley vestía un gracioso traje completo de reno, mientras que mi padre y yo fuimos cautivados por la brillante aura del Señor Rogers quien aprovecho para "obligarnos" a usar un suéter de navidad.
Una muy sucia jugada.
Steve de igual forma vestía un suéter, pero a diferencia de nosotros no parecía que fuera obligado.
Los Alfas ordenaban la gran sala y dejaban los regalos bajo el árbol, la chimenea estaba encendida por lo que el ambiente era tibio y muy acogedor. Por otra parte, los Omegas estábamos ordenando la comida, sé que es muy cliché, pero no quería que Steve le metiera dedo a la comida, prefiero encargarme yo y así tendría más seguridad de lo que debía hacer.
Harley estaba en su sección de juegos bajo la atenta mirada del Alfa.
Cuando terminamos de cocinar, mi papá y mi suegrito ayudaron a llevar las cosas a la mesa, teníamos un pavo muy grande para calmar el apetito de Steve, había vino tinto para nuestros padres y piña colada sin alcohol para nosotros.
- ¿Por que no bebes una copa?- Pregunto mi papá.- Le diste hace poco de comer a Harley y dudo que le des de comer en un rato después, de igual caso están las formulas.- Sugirió estirando el vino. Yo me negué con una mueca nerviosa.
- No me apetece, quiero limpiar mi cuerpo y esperar hasta que Harley ya no dependa de mi para comer.- Mencione rechazando la copa.
- Mm, tu rubio tampoco bebe.- Murmuro mirándome con los ojos entrecerrados.
- Steve no bebe demasiado...- Él me miro en silencio por la excusa antes de levantar los hombros y volver a la sala. Solté el aire que tenia retenido, Howard era alguien muy difícil de engañar.
Tome la ensalada de papa cuando pude ver a Steve con un Harley en sus brazos dormido. Lo acunaba con cariño y lo dejo suavemente en su cama provisional, se preocupo de que no estuviera muy caliente para que no le dé una subida de temperatura y prendió su peluche que simula los latidos de corazón.
Verlo hacer un buen trabajo paternal hizo que se me agitara el útero.
Obviamente no literalmente, pero hizo que sintiera cosas.
Creo que no pude haber escogido mejor Alfa que él.
- Hey, ¿estas bien?- Pregunto Steve al verme en la misma posición y sin moverme, me quito de las manos la ensalada y la puso en la mesa.
- Creo que me calienta tu lado paternal.- Mencione ocasionando una risa en el Alfa.
- Pff, ¿que?, ¿pero que cosas dices, Tony?- Menciono con una sonrisa.- Puede que tengas las feromonas alteradas, no deberías de esforzarte mucho, tu estado...
- Estoy bien, no me duele nada, tu eres el que se preocupa demasiado.
- Y debo hacerlo, mi Omega no es alguien a quien le guste estar quieto.- Dijo con una sonrisa.- Ven, sé donde hay un muérdago, así nos podremos besar sin que nos digan nada.
- Eres un pervertido, pero me gusta.
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Para cuando llego el momento de abrir los regalos de navidad, mis nervios aumentaron.
Nuestros padres le regalaron a Harley varios juguetes y trajes nuevo, por parte de Stephen y su pareja recibió lo mismo.
Nosotros les regalamos un Cadillac Hearse de los años cincuenta, lo habíamos traído a la cochera donde ambos quedaron impresionados por tener un auto clásico.
- Queda un regalo más.- Dije llamando su atención, volvimos a la sala donde se sentaron en el sofá y Steve trajo ambas cajas. Se las entrego y la miraron curiosos.
- ¿Puede ser mejor que el Cadillac?
- Dependerá de como la tomes.
Ambos progenitores abrieron la caja y miraron el contenido.
- Pero Tony, este zapatitito no es de mi talla, además, falta el otro.- Se quejo mi suegro, parecía que aún no captaba el mensaje, por otra parte mi padre me miraba con la boca abierta y sin poder creerlo aún.- ¿Por que hay una tarjeta?, "Felicidades, vas a ser abuelo, de nuevo", ¡pero si ya soy abuelo!
- ¡Por eso no quisiste beber vino!
- ¡¿Qué?!, no entiendo...
- ¡Harley tiene solo cinco meses!, malditos hormonales...
- ¡Explícame, Howard!
- ¡Tony esta embarazado, otra vez!- Le informo mi padre algo cabreado, le tomo un segundo a mi suegro para cambiar su rostro confundido a uno de total alegría.
- ¡Oh por dios!, si, si, si, la mejor noticia, ¡seré abuelo de nuevo!, ¡ahora comenzaremos el ejército de rubios!, los felicito a ambos.
- ¿No te preocupa que sea muy temprano?
- ¿Eh?, ¿y que quieres que diga?, conociendo la situación, quizás fue culpa de Steve y, por lo que veo no parece que ambos estén arrepentidos, además son una pareja estable. Yo no encuentro nada de malo.
- Ugh, tienes razón...lamento haberme puesto así. Estoy muy feliz por ambos y espero que sea una niña.- Dijo Howard calmandose y dándome una abrazo, milagrosamente también abrazo a Steve.- Bien, vamos a beber chocolate caliente, esta noticia me dio ganas de comer dulces.
- Esperen, aun hay un regalo más.- Dijo Steve. Tomó mis dos manos y me guió hasta quedar frente al árbol.- Tony, desde el momento en que te conocí pensé que sería una vista fugaz, un momento que no se repetiría, pero el destino no lo quiso así y no te pude sacar de mi cabeza aunque quisiera. Debo admitir que primero siempre pensaba en tu bebé, pero su padre se robaba toda mí atención.- Dijo recordando con una sonrisa.- Puede que haya tomado desiciones que me arrepienta, pero te prometo en nuestra vida, que la mejor desicion que he tomado ha sido estar con ustedes. Me has dado una familia la cual me hace querer pensar desesperadamente en mi hora de salida para estar junto a mi Omega y Harley. Te amo más que a mi propia vida, a ti y a todos nuestros bebés que vendrán en camino, es por eso que quiero preguntarte...
Oh por dios.
Steve se puso de rodillas y de su bolsillo sacó una pequeña caja aterciopelada de colo roja y amarilla.
- Anthony Edward Stark, ¿quieres casarte conmigo?
En este punto mis lágrimas caían como si fueran cascadas. No puedo aguantar la emoción del momento y un pequeño llanto salió de mis labios mientras asentía torpemente.
- Te amo tanto, Steve Rogers, claro que quiero casarme contigo.- Dije más que un susurro.
Steve me coloco el anillo y me abrazo, ne susurraba palabras llenas de cariño donde mis lágrimas no fueron detenidas.
- ¿No que no se querían a casar?- Pregunto con sarcasmo Howard.- ¿Estas llorando?
- Shh, ver a mi hijo tan feliz hace que salga mi lado sensible.- Dijo limpiando una pequeña lágrima.- Me alegra mucho que sea Tony quien sea su Omega.
- Mm, a mi también me alegra que sea Steve el Alfa de mi hijo.