¡Lo siento!, manche tu camisa |Stony, Omegaverse|

III

- ¡¿No sabes hacer otra cosa además de vomitar todo lo que ves?!- Menciono enojado, y tal vez se debía a que el hermoso suelo y asientos de su auto se habían manchado.

Je.

- ¡Ya me disculpe!, Alfa de pacotilla. Además no es mi culpa, esto jamás me había pasado.

- ¿Cómo que no es tu culpa?, ¿acaso ves que yo soy el que ensucia mis cosas?

- ¿Si?

- ¡No!

Bah, este tipo no tiene sentido del humor, me compadezco de sus parientes, con semejante payaso en casa, hasta yo me iría.

Bufé cansado, aún con todo lo que había pasado no tenía no idea del nombre del Alfa, así que lo mejor fue presentarme.

- Soy Tony, a todo esto.

- Steve Rogers.- Menciono con algo de superioridad.

- Ah, que feo nombre.- Solté con burla, el rostro de enfado del Alfa fue muy cómica y satisfactorio de ver.

- ¡¿Feo?!, Fea tu cara, Omega inútil.

- Alfa inservible, mira que apenas eres útil para recibir vómitos.

- ¡Tú, hijo de...!

- Niños, Dios, tranquilicen su vocabulario,  ya llegará nuestro turno así que, joven amo, recomiendo que vaya al baño a cambiarse la camisa. Yo acompañaré al joven Tony a comprar el bono.

- Esta bien, cuida al feo durmiente antes de que nos culpe por maltrato animal.- Menciono con gracias y escapo sin dejarme de decir algo más.

Bufé mientras miraba su ancha espalda desaparecer por unos de los pasillos.

- Lamento la forma en que se comporta, jamás había tratado de esa forma a un Omega, generalmente es buena persona.

- No se preocupe, quizás de verdad lo hice enojar, ¡pero no fue mi culpa!, nunca me había sentido así.

- Quizás sean cambios hormonales, ¿está estudiando?

- Si, aunque quizás me la den de baja por no pagar, independiente de que mis notas sean altas.

- Lamento oír eso, pero puede ser el estrés vivido, quizás por eso se siente mal.

- Quizás.

Aunque no me interesaba mucho, puede que sonara despreocupado, pero solo era cosa meses para que mi sueño de ser abogado se fuera por el traste.

En fin, comencé a ver a mi alrededor a ver si me distraía, y en el periódico del caballero frente a nosotros salía en la portada la imagen de un hombre rubio canoso, él era muy conocido por sus millonarias empresas, pero aún más por su línea de hoteles lujosos esparcidos por el mundo. Casualmente el apellido de él y el estúpido Alfa eran similares, un apellido común, tal vez.

- Rogers...¿de casualidad ese apellido no es similar al Alfa dueño de los hoteles?

- Si, es su padre, el joven amo es su próximo heredero.- Mi rostro de sorpresa debió ser muy gracioso ya que el amable señor soltó una ligera risa.

¡Diablos!, ¿le vomite al heredero de una compañía multimillonaria...?

¡Soy lo máximo!, ¿Cuál es la probabilidad de que eso pase?, aunque yo pensé que las personas de esa cumbre eran más apuestas. Las películas me mintieron.

- Es nuestro turno.

Compro un bono para medicina general, por suerte no debíamos de esperar mucho para que me atendieran, lo malo es que tenía un costo de más de cien dólares. Cada vez pienso que el dinero es una ilusión dolorosa.

- Oh, joven amo, que alegría que llegara limpio, además de en un buen tiempo. Usted se quedará aquí a acompañar al joven Tony mientras que yo veré el auto.- Dijo el Beta a mi lado apuntando el camino de donde venía el Alfa.

- ¿Que?, espera Jeff...

- Cuídelo.- Y salió de la forma más rápida que pudo.