¡Lo siento!, manche tu camisa |Stony, Omegaverse|

XX

Steve no había venido en los siguientes dias a mi departamento, no me responde mis llamadas y la verdad es que me he estado preocupando.

¿Qué pasaba si ya no hay un Steve en el mundo?

¿Quién ne iba a mantener ahora?, quizás el Papá del Alfa me adopte o tenga pensado en tener a un Sugar Baby.

Bueno, yo no era un moja bragas por él, así que no lo buscaré. Yo seguiré mi vida y fin.

Además, he estado pensando en hablar con Stephen, él también tenía derecho de conocer a mi frijol, aunque lo más probable es que me diga que soy un mentiroso y que buscaba quitarle el dinero.

Como sea, hoy necesitaba comprar leche para mi cereal de la mañana, así que camine hasta la tienda más cercana.

Aunque, claro, siempre termino comprando cosas de más. Como por ejemplo harina, levadura, aceite de oliva y unos cuentos huevos para un omelette.

No era un experto, pero intentaré hacer pan con una vieja máquina que tenia de mi madre, solo espero que aun siga ahí.

Le agradecí a la señora de la tienda y al girar me estampe con una persona.

Lo único que alcance a ver fue mi desayuno irse.

- ¡Mis huevos!

Bye omelette.

- Desgraciado, era mi desayu...oh.- Mire mejor al Alfa con quien mis huevos habías chocado, y debo decir que era afortunado.

Gracias dios por haberme puesto en el camino de otro hombre musculoso.

- Lo lamento mucho pequeño Omega, no te había visto.- Menciono con un bonito acento Ruso.- Déjame comprar tus perdidas, por favor.

- O-oh, no te preocupes, soy muy torpe.- Sonreí agradecido, pero sinceramente si quería que comprara los huevos, la verdad es que están bien caros.

- Insisto.

- Esta bien.

Creo que de verdad soy muy bonito. Debería vivir en base a lo que la gente me regale.

El amable Alfa de acento Ruso me compro una docena de huevos nueva, y voy a estar eternamente agradecido.

- Estaré muy agradecido...

Viendolo mejor, creo que me acorde por que había comenzado a salir con Stephen, los castaños si son mi tipo.

¿Estaría bien decirle que soy soltero y con un hijo en camino?

¿No me quiere mantener?, no como mucho.

- No tienes que preocuparte, fue mi culpa. Ten cuidado al volver y espero que nos encontremos nuevamente.- Menciono con una brillante sonrisa en su cara.

Ay, yo espero lo mismo, señor del acento Ruso.

Para la llegada de la noche decidí ir a darme una ducha de agua tibia, tenia pensado comer un huevo frito bien cocido y un poco de pan integral.

Al salir del agua me percate de que mi ropa no estaba en el baño, por lo que solamente me envolví con una toalla la cintura para ir por ella a mi habitación.

Quizás no me percate de la puerta principal siendo abierta, o los pasos rápidos hacia mi ubicación, pero siendo sincero ¿Quién lo haría?

Además, dicen que atraigo la desgracia.

Y creo que mi grito no fue muy varonil.

- ¡Hijo de mi sol!, ¿Qué haces aquí?- Le grito al Alfa de cabellos rubios que invadió mi casa y conmigo en paño menores.

- ¡Deja de engatusar a Bucky!- Grito sin importarle como me encontraban solamente me tomó de mis hombros desnudos y los apretó ligeramente.

Osea que llega a mi casa después de desaparecer días, no contestar mis llamadas, dejarme plantado con la obstetra y además diciendo que engatuso gente. ¿Este que se cree?

¿Un capitán de los Estados Unidos?

Mi vergüenza era muy grande, o al menos eso quería pensar por el color en mis rostro, y al parecer él no la notaba.

Y eso me dio rabia.

Steve, te ganaste una cachetada.

- ¡¿Qué te pasa?!- Me soltó de golpe al retroceder unos pasos.

- ¡Te lo has ganado!, ahora vete de aquí si no quieres que te tire agua hirviendo a la cara.- Le grite de vuelta y con una amenaza que no me gustaría cumplir.

Al parecer mi golpe le ordeno un poco el cerebro, ya que se quedó callado mirando el suelo y pensando en sus palabras.

- Oye, yo debo de decirte algo...- Murmuro.

¿Perdón quizás?

Aunque ahora que lo pienso, ¿la gente rica se disculpa?

- Habla.

Y espero que lo hagas de rodillas.

- Estas muy gordo, ¿es normal?

¡Hijo de pera!