La mejor forma de conocer a un multimillonario y heredero es, sin duda, vomitando su camisa de mas de un millón de dólares.
→⨠ 𝑳𝒐𝒔 𝒑𝒆𝒓𝒔𝒐𝒏𝒂𝒋𝒆𝒔 𝒏𝒐 𝒎𝒆 𝒑𝒆𝒓𝒕𝒆𝒏𝒆𝒄𝒆𝒏, 𝒔𝒊𝒏 𝒆𝒎𝒃𝒂𝒓𝒈𝒐 𝒍𝒂 𝒉𝒊𝒔𝒕𝒐𝒓𝒊𝒂 𝒔𝒊. 𝑵𝒐 𝒄𝒐𝒑�...
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Se supone que Steve debía de irse como máximo a las diez de la mañana, sin embargo, ¿por que diablos nos estábamos besando en la entrada minutos después de su hora acordada?
Nos separamos luego de ¿media hora?, la verdad es que había perdido la cuenta.
- Debes irte.- Murmure deteniendo el deseo que desprendía Steve.
Demasiado extravagante.
- Cinco minutos más.- Murmuro muy cerca de mis labios teniendo toda la intención de volver besarme. Cubrí su boca con mis manos evitando que siga haciendo su cometido.
A este paso avanzariamos muy rápido.
- Debes irte, o tu papá se enojara contigo y conmigo.
- A ti te adora, quizás se enoje con los demás por no aplazar su reunión y yo tener más tiempo para ti.
- Eres un idiota.- Murmure mirándolo fijamente, sus ojos azules eran muy admirables.
- Tu no eres muy listo que digamos.
- Ya vete.- Mencione soltando una risa.
- Espero no tardar mucho, te veré en la noche, pero puedes llamarme si sucede cualquier cosa.
- Si, lo se, yo estare en el trabajo.
- No te esfuerces mucho- Dijo dando un beso en mi frente.- ¿Hamburguesas de queso para la noche?- Menciono muy cerca de mis labios. Yo asentí a su petición.
- ¿Me traes donas?
- Las que quieras.
Y dejo un suave beso en mis labios para por fin salir del departamento.
El silencio reino en la sala y lo único que podía pensar era en que no quería trabajar.
Volví a mi habitación y en la cama se encontraba un poleron color gris de Steve, sin pensarlo mucho me lo puse y gemi complacido.
Olía al Alfa.
Y no es que tenga un extraño fetiche, pero se sentía bien estar rodeado del aroma de tu "pareja".
Me puse una chaqueta encima del poleron de Steve, mis jeans negros y mis zapatillas, revise que tuviera mis llaves y billetera y salí al trabajo.
Allá donde debo servir sushi y no comerlo.
Pero ya va a nacer el frijol y lo primero que haré será comerme un barco de sushi con toda la salsa que pueda.
Y así será por dos semanas.
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Después de ayudar a cerrar el local a Bruce y recibir un poco de dinero, me dispuse a ir a comprar uno que otro antojo que tenia.
Entre ellos era comer papas fritas.
Y viendo que muy pronto llegaría Steve, preferí comenzar primero y dejarle las sobras. Si es que quedaban.
Así que con mi tazón en mis manos me senté en el sillón y prendí la televisión. Intenté con todas mis fuerzas comer en pequeñas porciones para que durará la comida, pero eran muy tentadoras.
Tuve que detenerme de saborear las exquisitas frituras cuando golpearon la puerta.
Obviamente no era Steve ya que este tenia llave, así que cuando abrí me llevé la sorpresa de que era mi padre.
- ¿Qué haces aquí?- Pregunte confundido, ayer lo había visto, incluso nos habíamos quedado a dormir. ¿Tanto me extraña?
- Hijo, me siento tan solo en mi gran casa , así que Jarvis me dio la dirección y he venido a visitarte.
- Pero nos vimos ayer...- Murmure aceptando el abrazo de mi padre.
- ¡No es suficiente!
Invite a mi padre pasar junto a Jarvis y les ofreci una taza de té.
- Me agrada como se ve el departamento, ¿tu lo remodelaste?- Pregunto mirando cada rincón del lugar, inclusive la tele.
- Enrealidad lo hizo Steve, yo no tengo mucho ojo para eso.
- Ah.
Creo que no le agrada mucho.
- Te traje unos pasteles que Jarvis compro.- Menciono cambiando el tema y mostrarme una bolsa algo fina de unos macarons de buen marca y una caja de chocolate.
¡Eran de los caros!
- No debían traer nada.
- Patrañas, quiero consentirte y a mi nieto también.- Menciono apuntando a mi vientre.
Aveces puede llegar a ser tierno.
- Papá...
Quería decir algo más pero la puerta fue abierta, y por esta vez fue Steve quien entró.
- ¡Papá te dije que no vengas!
- Pero yo quiero ver a Tony, hace mucho que no habla y me gusta mucho.
- ¡¿Que diablos dices?!
Por la sala aparecieron mi amado suegro y Steve, quien al ver que también estaba mi papá su rostro se agrio aún más.
- Creí que estaríamos solos.- Menciono algo de desprecio al ver a las visitas.
- Vino de imprevisto.- Explique acercándome y darle un beso en la mejilla.- Bienvenido.
- Oh querido yerno, no me habías dicho que tenias un hermano.- Menciono muy feliz mi suegro acercándose a mi padre y darle la mano.
- ¿De que demonios estás hablando copia barata de Ken?
- Y al parecer tiene la lengua suelta.
- Él es mi padre, Señor Rogers, Howard Stark.- Presente a los adultos esperando que el ambiente se pusiera tenso.
- Así que tu eres el famoso Stark.- Dijo con una sonrisa en el rostro.
- ¿De verdad me conocen así?, por que yo jamás he escuchado de ti.- Mi papá se cruzo de brazos y giro el rostro.
Sabe que estaba mintiendo, pero era más alto su ego y orgullo.
Solamente espero que esto no se vuelva una batalla campal.