¡Lo siento!, manche tu camisa |Stony, Omegaverse|

XLVII

Desperté con una gran necesidad de beber agua junto con un agudo dolor en mi vientre.

Cuando abrí los ojos, solo sentí un gran cansancio, con una mano libre restregue mi ojo enfocando la vista, lo unico que pude ver fue una borrosa silueta a mi lado.

- ¿Steve?- Pregunte pensando en la persona que primero se me vino a la mente.

- Tony, ¿Cómo te sientes?- Pregunto el rubio al ver que estaba despierto.

- Tengo sed.- Dije, Steve acercó un vaso con agua en su interior y me ayudó a beberlo.- ¿Qué pasó?

- Perdiste sangre y te desmayaste, dijeron que despertarías unas horas después así que te dejaron descansar.- Informo tomando mi mano y dando una suave caricia.

- Harley...

- Él está bien, se quedó dormido hace unos segundos...- Miró hacia el lado contrario de donde estaba y yo seguí su acción. Junto a mi derecha estaba una pequeña cuna donde descansaba mi bebé, al verlo tan tranquilo hizo que mi corazón diera un vuelco.

- Es idéntico a ti.- Dijo con una sonrisa.

- ¿Y nuestros padres?- Pregunte al no ver a ambos adultos.

- Fueron a comer, ya lo vieron y debo decir que no espere que tu padre llorara, repetía lo mucho que se acordaba de ti cuando naciste.- Menciono con una sonrisa.- Las enfermeras ya me dijeron las instrucciones para tu recuperación, pero que vendrían de igual forma cuando te sientas más estable.

- Mm, gracias, ¿y te dijeron de la abstinencia?- Pregunte con una sonrisa diabólica, ver como cayó la sonrisa de Steve hizo que soltara una risa.

- Si, créeme no estoy nada feliz, pero seré paciente.

Bien, he entrenado al mejor perro.

- Bueno, Harley comió hace poco, y dudo mucho que tu le des de comer en unas cuantas horas mas, así que te traje un regalo para tu hambriento deseo.- Dijo separándose de la cama y traer una bolsa negra.- Consulte y me dieron el permiso para que lo comas.

Con ayuda del Alfa me gane de mejor manera, me acerco la mesita con ruedas para estar más a gusto y abrí el paquete.

Dentro habían bandejas de sushi de salmón, pollo, de algas, fritos y de queso crema.

Verlo hizo que me rugiera el estómago.

- ¡No sabes cuanto te amo!, diablos.- Exclamo feliz al llevarme a los labios una pieza de sushi. ¡Esto era el cielo!

Mire a Steve y mi corazón dio un brinco, mis mejillas se tiñeron de rojo y un egoísta pensamiento pasó por mi mente.

Mi Alfa.

Por favor, Steve, no me abandones nunca.

Después de unas horas donde una enfermera me dio las indicaciones para sanar mi cuerpo, hice lo que más temía. Ir al baño.

Steve ne ayudó a ponerme de pie y me alegre enormemente al volver a ver mis pies. Después me llevo al baño, aunque lo detuve antes de que pueda entrar.

- Hasta aquí llegas tu, iré por mi cuenta.- Dije evitando que Steve entrara conmigo al baño.

- ¿Qué?, pero ¿y si no puedes levantarte del inodoro?- Se quejo poniéndose frente a mi.

- Eso no sucederá, estoy bien, además hay barras de apoyo por si eso pasa.

- Pero Tony...

- Gritaré si te necesito Steve.- Dije y entre solo al baño dejando al Alfa, aunque podía adivinar que tenía una oreja pegada a la puerta intentando de escuchar cualquier sonido negativo y poder entrar con fuerza.

Finalmente pude soltar el aire retenido y me acerque al espejo, subí la camisa de hospital que tenía puesta y simplemente me deprimí por la imagen que proyectaba.

Mi vientre estaba suelto debido al estiramiento para la casa de Harley. Tenía una gran cicatriz que iba horizontalmente y que aún debía sanar.

Sería mucho tiempo comiendo sano y haciendo ejercicio para volver a mi forma. Usaría polera gruesa siempre y evitaría que Steve me viera de esa forma.

Nadie quiere ver a una pasa arrugada y obviamente no tengo muchos ánimos para pensar en "lo bonito" que mostraría.

No era bonito, mi cuerpo me espantaba y no quería mostrarme de esa forma al Alfa.

Al menos no ahora.

Hola, lamento la demora, pero he entrado a trabajar así que no tengo mucho tiempo libre 😞, seguiré mediante pueda ❤️.