XVII

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La alarma de mi celular comenzó a sonar a las ocho de la mañana

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La alarma de mi celular comenzó a sonar a las ocho de la mañana. Gruñi bajo al tener que salir de mi lugar seguro.

Me removi bajo los brazos de Steve y bostece para liberar cualquier rastro de sueño.

Odio trabajar, pero necesitaba dinero. Muy pronto tendré que ir al medico a revisar el estado de mi bebé y las consultas no son baratas, sin contar con las vitaminas, las facturas de la casa y mi deuda con la universidad.

Ugh, te odio papá.

- Lamento la interrupción.- La puerta del cuarto de Steve fue abierta por Jeff trayendo consigo una bandeja.- Buenos días jóvenes.- Menciono muy feliz.

Dios, ¿esto no puede ser más vergonzoso?

- Mm, Jeff, es muy temprano.- Murmuro Steve escondiéndose más en las sábanas.

- Si lo es, joven amo, pero debo decirle que el señorito Tony tiene trabajo a las once y media, además de tomar el desayuno para sus vitaminas y debo agregar que en una hora más vendrán las señoritas Carter para hacerle una visita.

- ¿Sharon y Peggy?- Pregunto desde su refugio de mantas.

- Así es.

- Mierda.- Y como si eso fuera el fin del mundo, Steve se levantó de un salto de la cama y camino en su armario buscando ropa.

- Esto tomará tiempo, así que por favor, coma lo que le traje.

Yo aun estaba sentado en la cama por lo que Jeff acerco la bandeja con comida, en ella había un té que olía exquisito, galletas junto con un pote de mermelada, además de pan integral y una pequeña dona rellena.

- Muchas gracias, pero pude haberme levantado par desayunar con ustedes.

- Oh, no se preocupe por eso, estoy encantado de atenderlo, y por favor recuerde tomarse sus vitaminas. Cuando termine lo estará esperando un baño tibio junto con su ropa en el baño del joven amo.- Dijo mientras me señalaba la puerta.- Me retiro.

Mire nuevamente la bandeja y mi estomago  gruño, o quizás fue el bebé.

Se veía todo delicioso.

Tome la taza de té y le di un pequeño sorbo, ¡sabía a mango!

Alabado sean los ricos que pueden comprar té con sabores.

Con más confianza comencé a comer las galletas mientras le echaba la mermelada.

Agradecido por esta atención.

Hasta que cierto rubio me robo mi pan y más de la mitad de mi mermelada.

- ¡Oye!

- Te ayude a que no parecieras una pelota.- Menciono con sarcasmo mientras hacía el gesto de que estaría más gordo en la parte de mi estomago.

- Debo comer por dos, prácticamente le quitaste el dulce a mi bebé.

- Él no se molestara si para la noche llevo pizza para cenar. ¿Perdonado?

- Bien, pero que tenga extra queso y con los bordes rellenos.

- ¿Algo más cariño?- Pregunto sarcásticos.

- Y quiero más de estas mini donas rellenas.

Digo, hay que aprovechar.

Luego de haber comido el desayuno, haberme estirado en la cama unos minutos más y después darme un baño en la gran tina del Alfa, donde debo decir que estuvo un buen rato por la grata comodidad, me dispuse a ponerme la ropa que me habían dejado

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Luego de haber comido el desayuno, haberme estirado en la cama unos minutos más y después darme un baño en la gran tina del Alfa, donde debo decir que estuvo un buen rato por la grata comodidad, me dispuse a ponerme la ropa que me habían dejado.

Pedí prestado uno de las chaquetas colo beige del armario del Alfa y salí del cuarto.

Steve había desparecido un buen rato por lo que debo suponer que las visitas inesperadas habían llegado.

Yo quería que solamente me fueran a dejar para poder trabajar.

Así que baje las escaleras hasta llegar a la sala donde las risas y algunas quejas se escuchaban.

Ugh, la verdad es que no quería interrumpir y parecer simplemente "otro".

- Tony, ya me tenía preocupado.- El sol de mi suegro se levantó del sillón donde estaba sentado y me guió al centro de la conversación.- Señoritas Carter, él es Anthony, próximamente esposo de Steve.

Ay dios.

- ¡Papá!

- ¿Muy pronto?

- Y muy innecesario. No le hagas caso Peggy, mi papá solo es amable con Tony.

- Aunque no me habías comentado de tu nuevo amigo. ¿Se conocieron en la empresa?- Pregunto una Omega castaña y de buena figura.

- ¿Enserió piensas que ese Omega estaría en una empresa?, parece no saber que su columna está formado por quince huesos.

Uy, alguien no presto atención a las clases de biología.

- En realidad esta conformada por veinticuatro huesos, y su forma correcta es llamarlo vertebras, pero ¿Quién los cuenta?

Que grande soy, debería de enseñarle a los brutos modelos algo tan básico como tu columna.

Al parecer a la rubia no le gusto que la corrigieran, bueno a nadie le gusta. Además solo era un comentario que pareció agradable a mi suegro y a Jeff, por la suave risa que soltaron.

Ahora que podía ver a la castaña con Steve, los puntos en mi cabeza se unieron.

Llámenme loco, pero creo saber por qué llamé la atención del Alfa.

Yo era físicamente muy parecido a esa tal Peggy.

Y por que lo que estoy entendiendo por el grato ambiente que había en esos dos, Steve parecía estar muy al pendiente de ella.

Tanto así que podía suponer como un cariño platónico.

¡Lo siento!, manche tu camisa |Stony, Omegaverse|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora