- Ou, Steve~.- Gemí al sentir sus tibios labios en mi cuello. Steve besaba y lamia con bastante tranquilidad haciendo que una ligera sensación de desesperación creciera en mi pecho.
Su mano bajó hasta mi trasero donde lo apretaba causando que diera un respingo, mientras que la libre se paseaba por debajo de mi polera donde comenzó a jugar con uno de mis pezones. El Alfa dejo mi cuello sensible para besar mis labios con lentitud.
- Tony~- Murmuro. En un hábil movimiento, Steve logro quitarme mis pantalones y despojarme de mi polera. Instintivamente me aferre a su torso para evitar que el Alfa viera la cicatriz de mi vientre, era una delgada línea de color rosa pálido por debajo de mi vientre.- Déjame verte...
- No te va a gustar lo que veras.- Murmure.
- Claro que me va a gustar, es tu cuerpo, es donde llevaste a Harley y donde llevaras a todos los demás.- Hablo seguro, me separo lentamente de su cuerpo y admiro mi torso.- Eres hermoso y muy sexi.
- No digas babosadas.
- Hablo enserio, no hay ser humano que me caliente más que tu, Tony.- Dijo mientras se mordía el labio.- Me gusta tu cuerpo, me gustan tus ojos, tus labios, tu vientre...
- ¡Ya, ya basta!- Dije sintiendo como mi rostro estaba caliente por unas simples palabras del Alfa.
Sus palabras reactivaron mi buen humor dejando que Steve siga con su "baile de apareamiento". Antes de que pudiera liberar mi bóxer, lo detuve.
- ¿Condón?
- Si, compre dos cajas...- Volvió a besarme, pero lo detuve nuevamente.- ¿Qué sucede?
- ¿Compraste mis pastillas?- Pregunte. Ayer le había pedido al Alfa que comprara pastillas para evitar tener más bebés, al menos por ahora.
Aún era muy temprano.
- Si, deje las tabletas en tu lado del cuarto, ¿podemos continuar?- Asentí riendo por la desesperación del rubio.
No confiaba del todo en Steve, conociéndolo él mismo habría pinchado esos condones. Lo mejor era prevenir.
Después de unas horas super agradables donde Steve parecía una bestia sedienta del sexo, ambos nos detuvimos para poder "respirar".
Estaba acostado en el pecho del Alfa, mientras él me daba ligeros cariños en mi hombro.
Había tomado la pastilla para evitar bebés, pero esta me había parecido extrañamente dulces, era la primera vez que la consumía y no sabia de este peculiar sabor frutal, no tenia ni idea de que fuera así, o tal vez si y solo estoy algo paranoico.
Unos minutos después, Steve se levanta y busca algo en sus cajones, después se acerca y me pide que me quede sentado.
Lo que me muestra me deja perplejo.
- Este era el anillo de mi madre.- Dijo levantando la caja de terciopelo y revelando un hermoso anillo de plata con borde de piedras y en el centro un hermoso zafiro.- Quiero que te lo quedes.- Dijo mientras tomaba mi mano izquierda para poder ponerlo, pero me resistí.
Algo tan valioso no lo podía merecerlo.
- No, Steve, no puedo...
- Mi padre se lo regalo porque era la persona mas importante para él, y yo estoy haciendo lo mismo contigo. Te amo Anthony, desde el primer momento en que me gritaste.
Hay dios, ¿Steve quiere le llore como si fuera el único Alfa existente?, por que lo haría millones de veces si solo fuera por él.
- También te amo Steve.- Correspondí aceptando tal regalo significativo para el Alfa, el rubio me dio puso el anillo en el dedo corazón y beso mis nudillos.- Me enamoraste con tus masajes en los pies.- Rei besando sus labios.
- Mm, ¿otra ronda?
- Las que quieras, Steve, te lo ganaste.- Dije. Steve se pudo entre mis piernas mientras volvía a alinear su miembro, sus dedos se entrelazaron con los de mis manos y sonrío al saber que ahí estaba el anillo.
Todo fue perfecto.
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¡Lo siento!, manche tu camisa |Stony, Omegaverse|
FanfictionLa mejor forma de conocer a un multimillonario y heredero es, sin duda, vomitando su camisa de mas de un millón de dólares. →⨠ 𝑳𝒐𝒔 𝒑𝒆𝒓𝒔𝒐𝒏𝒂𝒋𝒆𝒔 𝒏𝒐 𝒎𝒆 𝒑𝒆𝒓𝒕𝒆𝒏𝒆𝒄𝒆𝒏, 𝒔𝒊𝒏 𝒆𝒎𝒃𝒂𝒓𝒈𝒐 𝒍𝒂 𝒉𝒊𝒔𝒕𝒐𝒓𝒊𝒂 𝒔𝒊. 𝑵𝒐 𝒄𝒐𝒑�...