Eris significa caos, y ella personifica esa palabra a la perfección.
Eris Potter vive rodeada del caos, y solo una persona es lo suficientemente valiente para adentrarse en él para salvarla
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El primer día de clases llegó, Eris tenía una habitación para ella sola, supo que esto era cosa única de Slytherin, y se alegró enormemente de no tener que compartir habitación con nadie, como hacía Lily.
Estaban los tres desayunando en el Gran Comedor antes de empezar las clases, Lily hablaba de sus compañeras, mientras que Eris le contaba las ventajas que ella tenía al estar sola, Severus las escuchaba poco atento. Se escucharon una risas entrando al Gran Comedor, Eris fijó su mirada en su hermano mellizo, acompañado de sus tres amigos, los mismos de los que no se había separado desde el tren.
-Es tu hermano - afirmó Lily, tampoco había que unir muchos hilos, tenían el mismo apellido y si preguntaba a alguna familia del mundo mágico no tardaría en confirmarselo
-Sois muy cercanos parece - ironizó Severus, sacandole una pequeña risa a Eris
Al ser el primer día todos se habían despertado con tiempo para ubicar sus clases y no llegar tarde, así que el Gran Comedor estaba repleto de alumnos, y todos y cada uno de ellos se giraron a contemplar a Eris cuando el director Albus Dumbledor se situó a su espalda
- Señorita Potter, acompañeme por favor - le pidió con una sonrisa ambale
Eris se queda muda, con todos mirándola, incluidos sus confundidos amigos, asiente sin decir nada, y se levanta, recogiendo su bolsa con los libros, y siguiendo al director con todo Hogwarts mirando, no llevaba ni un día y estaba segura de que esta tarde todos sabrían su nombre.
Entraron al despacho, la chica miraba a todos lados, realmente había muchos libros y artilugios por allí, la calma del director abrumaba a Eris, que realmente no entendía que hacía allí, era solo una alumna de primer año.
- He sabido, señorita Potter - comenzó a hablar - de sus extraños poderes.
La cara de Eris cambia por completo, odia hablar de sus poderes, porque no le fue muy bien cuando se los mostró a su familia, apenas sabía controlarlos, por eso intentaba siempre no perder los estribos en ningún momento. Pensó en si habría sido James quien se lo ha dicho al director, pero luego pensó en el sombrero seleccionador, él lo había sabido, nada le impedía decírselo al anciano delante de ella. Sus poderes eran desconocidos en gran parte, incluso por ella, y únicamente su familia era consciente de ellos, y el solo hecho de pensar que todo el mundo mágico se pudiera enterar y tacharla de algo raro, la hacía temblar.
- Si se lo está preguntando, me avisó su padre, he intentado investigar e informarme pero es una tarea realmente complicada, aún así quiero ayudarla en su formación
Eso la pilló por sorpresa, no diría que no lo ha intentado, la mayoría del tiempo que estaba sola lo hacía, porque a pesar de todo, le encantaba ver esa esfera morada, pero no tenía ni idea de como alguien puede ayudarla con esto.
- Sin ofenderle, director, pero ¿qué puede saber usted de mis poderes? - le preguntó sin cortarse ni un momento.
- Tiene razón, señorita Potter, no sé mucho, conozco la historia nada más, pero creo que se puede hacer más en equipo que en solitario - le respondió sonriendo
