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Los merodeadores estaban esperando a su amigo en la puerta del aula en la que se encontraba, McGonagall iba a llegar más tarde de lo normal, y James y Peter se habían extrañado de que ninguno de los dos hubiera empezado a quejarse para salir de al...

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Los merodeadores estaban esperando a su amigo en la puerta del aula en la que se encontraba, McGonagall iba a llegar más tarde de lo normal, y James y Peter se habían extrañado de que ninguno de los dos hubiera empezado a quejarse para salir de allí ya.

- Hola, Lily-flor - le dijo cuando la vio llegar en busca de su amiga.

- Déjame en paz, Potter - le respondió de mala gana.

- No seas así, Lily-flor, yo solo quiero tu amor - le dijo exagerando.

A Lily se le escapó una pequeña risa tras esa rima, y James sonrió complacido, empezaron a habalr entre todos, esperando a que McGonagall llegara, el tema que más sonaba era el baile. Cuando la profesora llegó y abrió la puerta, los cuatro leones se adentraron en la habitación, para ver como Sirius le hacía cosquillas a Eris, y se acercaba quizás demasiado, pero nada nuevo para Sirius Black, a nadie pareció extrañarle, más extraño era las carcajadas de Eris.

-Ya esta bien, pueden salir - los cortó McGonagall - Y no quiero tener que volver a castigarlos.

- No me molestaría, Minnie - dijo con una sonrisa Sirius mirando a Eris.

-No volverá a pasar - aseguró Eris seria.

Ambos salieron de allí, separandose cada uno con sus amigos, Remus se alejó un poco Sirius del resto para preguntarle a Sirius, que obtuvo como repsuesta una sonrisa brillante, estaba feliz por su amigo, pocas veces lo había visto tan feliz y menos después de todo lo ocurrido con su familia aunque intentara esconderlo.

-Gracias por ser tan buen amigo Remus - le dijo seriamente

-No podría interponerme entre la felicidad de mis dos amigos - le respondió.

-¿Crees que yo sea su felicidad? Porque sin duda alguna ella es la mía - comentó con una sonrisa.

Remus asintió, nunca había visto a Sirius así, estaba demasiado feliz, y tampoco había visto nunca a Eris reírse de esa manera, ni verla tan tranquila como cuando había salido de la sala con Sirius, siempre estaba en tensión y alerta, pero había salido en paz.

Por otro lado, todos los alumnos que se encontraban por donde pasaban las dos chicas pelirrojas se giraban a mirar a una que iba sonriendo, hablando en voz baja con su amiga, era increíble como había sorprendido a todos ver a Eris sonreír, y más increíble le parecía a Eris que la razón fuera Sirius Black.

-No me esperaba que Sirius fuera así - comentó Lily - tiene que estar realmente enamorado.

Esa palabra retumbó en la cabeza de Eris, ella no sabía que era estar enamorado y tampoco sabía como demostrar realmente cariño, era bastante nuevo para ella sentirse atraída por un chico, y la palabra amor le resultaba demasiado grande, no estaba segura de si ella sabría amar.

-Ahora que estas de tan buen humor, es perfecto que hayamos quedado con las niñas, estás mucho más accesible que el resto de días - bromeó Lily.

-Nunca he tratado mal a tus amigas - indicó Eris.

- A Marlene le tienes asco - le recordó la pelirroja divertida.

Es cierto que Marlene no le terminaba de caer bien, era demasiado guapa, y se llevaba demasiado bien con todo el mundo, era imposible que fuera tan buena como para caerle bien a todos.

-Pero no la he tratado mal - insistió Eris.

Ambas amigas siguieron andando hasta encontrarse con las dos chicas de la casa Gryffindor que las estaban esperando, Marlene McKinnon iba con su perfecto pelo rubio suelto, unos vaqueros, una camiseta blanca que le quedaba bastante pegada, y una cazadora roja, le quedaba espectacular, y después estaba Mary Macdonald, llevaba también unos vaqueros pero lo conjuntaba con una camiseta de mangas largas a rayas con muchos colores, su pelo rizado repeinado hacia atrás en una coleta, a pocas chicas le quedarían tan bien ese peinado, pero ella estaba preciosa. Eris se sintió un poco fuera de lugar con su pantalón, su camisa blanca y el chaleco negro.

Las tres compañeras de habitación se abrazaron entre ellas con demasiada emoción para que Eris no las mirara con disgusto, se le hacía muy raro estas muestras de amor tan apasionadas. Después pasaron a saludar a Eris, una emocionada Marlene le dio un abrazo, que provocó la risa de las otras dos chicas al ver la cara de Eris, que estaba deseando que dejara de abrazarla. Mary por su parte la saludó con un simple hola, que Eris devolvió.

Las cuatro chicas se fueron a Hosgmade, realmente Eris no habló demasiado, pero si podía decir que su opinión sobre Marlene McKinnon había cambaido completamente, se había mostrado muy amigable con Eris, y siempre que sobrepasaba el límite que hacía a Eris sentirse cómoda estaba allí Mary para frenanarla un poco, tenían unas personalidades que se complementaban.

-Sirius no para de hablar de ti, Eris - le comentó Marlene

Lily se rió y miró cómplice a su mejor amiga, que tras beber un poco de su cerveza de mantequilla pudo disimular su sonrisa.

-Estamos juntos en la mayoría de clases - puntualizó Eris.

Después de esa tarde tan diferente en la vida de Eris, se podría decir que no le importaría repetirle, y se despidió contenta de las tres chicas cuando la dejaron en la puerta de su sala común.

Subió corriendo a ver a sus amigos, no contó nada de que había estado con Lily y las chicas de Gryffindor porque estaba Severus, no le gustaba escuchar hablar de Lily, por mucho que Eris hubiera insistido en que fuera a pedirle perdón, era demasiado cabezota como para hacerlo, así que se limitó a contar lo ocurrido con Sirius, como una niña de diez años llega emocionada en Navidad, este tema tampoco le gustaba para nada a Severus, pero lo prefería, odiaba a Sirius, pero ver a Eris actuar como una niña pequeña contandolo hacía que fuera soportable, por su parte Regulus solo sabía decir que él tenía razón, y que esperaba que se terminara convirtiendo en una Black por parte de su hermano porque no tenía ganas de casarse con ella.

A Eris le sorprendió lo bien que se lo había tomado Regulus, ya que estaba segura de que su hermano no estraía nada contento de saberlo, no soportaría que tener que compartir a Sirius con su hermana melliza, o eso pensaba Eris.


Chaos || S.BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora