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Puede que este verano haya sido el mejor de todos con diferencia, para Eris

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Puede que este verano haya sido el mejor de todos con diferencia, para Eris.

Puede que este verano haya sido el peor de todos con diferencia, para Sirius.

Eris no fue este verano a casa de los Black, su abuela la había llevado de viaje todo el verano, habían pasado por Palaos, Bali y Grecia, entre playas y actividades espectaculares, además de que había estado aprendiendo sobre sus poderes, encontraron una variedad de libros increibles, llevaba todo el verano perfeccionandolos, avanzando mucho más que con McGongall.

Había cogido un ligero moreno en la piel, las pecas de su cara resaltaban mucho más, la playa le había sentado bien, se había enamorado de la costa, ya se imaginaba en un futuro por viviendo por algunas de esas playas. Había aprendido a surfear, además de bucear, y había seguido pintando, su verano se podía resumir en esas tres actividades, sumando escribir las cartas que intercambiaba con sus amigos.

Llegó a la casa donde su abuela y ella se estaban quedando en Grecia, saludó a Alya que se enredó entre sus piernas y subió a cambiarse antes de que su abuela notara que estaba dejando todo hecho un desastre tras su paso, le goteaba el pelo y soltaba arena en cada uno de sus pasos.

Al llegar a su habitación vio varias cartas sobre su cama, supuso que habían llegado a lo largo de la tarde, en total había tres, miró los nombres por encima, y solo una llamó su atención. La letra en la que Eris estaba escrito no era de ninguno de sus amigos, no era ni de Lily, ni Regulus, ni Sverus.

Abrió la carta con cuidado y curiosidad, a lo mejor era de Remus, que no le solía escribir pero se llevaban bien, pero al abrirla supo muy bien de quién era.

Buen verano, chica Potter; 

Como tardabas en volver he decidido apropiarme de tu cuarto, es mucho más espacioso y más cómodo que compartir el de James, y ahora con la llegada de los chicos es imposible vivir en ese cuarto, sé que no te molesta, pero para compensarte te dejo el mío en la casa Black, no lo voy a utilizar más. Aprovecha porque he dejado allí ropa, así mejorarás tu estilo, además está repleta de posters de Gryffindor, estoy seguro de que te encantará.

Podrás echarmelo en cara cuando vuelvas

Sirius Black 

Realmente Eris no se esperaba esa carta y mucho menos que viniera con una fotografía de Sirius tirándose en su cama, debía reconocer que le sacó una sonrisa por sus ocurrencias, y ahora solo quería volver para gritarle en la cara la poca vergüenza que había tenido de entrar en su cuarto y más aún de hacerselo saber con una carta

Por otro lado, en la casa de los Potter, a la que Sirius Black se había mudado a mediados de verano, el chico esperaba tumbado si le llegaría una respuesta de su carta, extrañaba escuchar a Eris todas las mañanas, y extrañaba que se molestara con cada acción que tenía, sabía que si Eris hubiera pasado ese verano en casa nunca se hubiera ido de allí, ya que una armonía distinta se respiraba en casa de los Black cuando ella estaba cerca, en lugar de gritos y enfados, se escuchaba su risa por los pasillos, si ella hubiera estado, nunca hubiera peleado con su madre, y su padre hubiera sido incapaz de lanzarle un Crucio con ella delante, pero no había sido el caso, y Sirius había huido.

James se estaba duchando y Sirius miraba la habitación aburrido, en todos los años que había pasado allí nunca había estado en la habitación de Eris, y aunque llevaba días durmiendo allí, no se había parado a analizarla hasta ahora, no era como él se la esperaba, tenía la idea de que sería oscura y llena de cosas de Slytherin. Pero la habitación de Eris era blanca, las paredes estaban repletas de dibujos con colores muy vivos, todos sus muebles eran blancos, tenía estanterias llenas de libros, el escritorio lleno de pinturas, un lienzo en blanco colocado al lado de la ventana, lo único verde que había eran las sábanas, pero eran de un verde claro y olían a ella, de eso sí se había dado cuenta Sirius, las sábanas de Eris olían a manzana y avellana, igual que ella.

Una lechuza se posó en la ventana, traía una carta, Sirius se levantó con emoción, esperando que fuera la respuesta que llevaba casi que una semana esperando, y así fue la letra de Eris resaltó el nombre del destinatario.

Sirius Orión Black;

No entiendo como te has atrevido a entrar en mi habitación con esa confianza y descaro a mi habitación, espero que solo haya sido por molestar y no estés allí ahora mismo, eres un sin vergüenza que no respeta la intimidad de las personas, como vuelva y encuentre tus posters feísimos de motos y Gryffindor en la pared te vas a enterar, da gracias de que solo voy a pasar por casa antes de ir a Hogwarts una noche y tengas tiempo de recapacitar. Solo con pensar de que vamos a vivir en la misma casa siento la necesidad de aceptar tu oferta y mudarme yo también.

Incluso por carta eres capaz de ser insoportable,

Eris Potter

Sirius sonrió en respuesta, no se esperaba que le contestara solo que la leyera y se sofocara, su reacción mantuvo la sonrisa de Sirius hasta el día siguiente, no entendía como había echado de menos tanto una simple interacción como aquella.

Esa noche pensó en que estaba deseando encontrarsela por los pasillos de nuevo, mientras que Eris pensó en si ya había recibido su carta o tendría que repetirselo cuando lo viera, ambos se encontraron pensandose a la vez, bajo la misma luna, de manera inevitable.



Chaos || S.BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora