18

4.7K 518 99
                                    

Eris y Sirius se separaron cuando escucharon la puerta abrirse, ambos miraron a McGonagall que les daba permiso para irse, y no paso mucho tiempo para que Eris saliera practicamente corriendo de esa sala, con un preocupado Sirius a sus espaldas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Eris y Sirius se separaron cuando escucharon la puerta abrirse, ambos miraron a McGonagall que les daba permiso para irse, y no paso mucho tiempo para que Eris saliera practicamente corriendo de esa sala, con un preocupado Sirius a sus espaldas.

Eris no quería pensar ahora mismo en el beso, pero se repetía en su cabeza en bucle, cuando Sirius la agrró del brazo y volvió a mirarlo, sus ojos no pudieron evitar deslizarse a sus labios, otra vez se encontraban demasiado cerca.

-Eris, no te vayas - le dijo Sirius - Hablemos de esto.

-Black, no creo que sea una buena idea - dijo por lo bajo, y no entendía que necesidad tenía de frenarse a ella misma.

-Eris, por favor - le dijo con ojos suplicantes.

Estaba a punto de volver a hablar, de decirle que se podrían dar una oportunidad, de que hace tiempo que es incapaz de estar lejos de ella, que su ausencia es insoportable, realmente Sirius había aclarado absolutamente todo lo que sentía con ese beso, su cabeza se había acomodado para descrifrar la razón por la que siempre iba en busca de la chica de ojos morados, y es que estaba completamente enamorado de ella, debería haberlo sabido mucho antes, ese olor a manzana y avellana que le transmitía paz  y esa sonrisa que le sacaba con sus bromas, que eran solo para él, lo mucho que extrañaba su risa, todo había estado ahí desde hace mucho tiempo.

Pero sus amigos llegaron a su lado, la oportunidad perfecta de Eris para salir huyendo de allí, se despidió de Sirius, y se perdió entre los muchos pasillos de Hogwarts, dejando a Sirius allí parado.

-¿Qué pasa, Canuto? - le dijo James cuando llegó a su lado .

-Tu hermana - soltó sin pensar, aunque se arrepintió de decirle al segundo.

-Ya sé que es insoportable - aseguró James, que había entendido mal la contestación para suerte de Sirius.

Sirius pensó en que no era exactamente eso a lo que se estaba refiriendo, pero era la respuesta a su pregunta, eso es lo que le pasaba, Eris Potter en todo su esplendor, huyendo de él, la había besado, por fin, pero no quería que desapareciera así.

Eris se encontró con Lily y sus amigas por el camino, Lily preguntó que por qué traía esa cara, y ella mintió diciendo que no pasaba nada, y se sintió mal al no contarselo, al mentirle, pero no iba a alejarla ahora de Marlene y Mary, no cuando ella ya le había dicho que eran sus mayores apoyos ahora que no tenía a Severus, sabía que solo necesitaba decirle a Lily que tenía que hablar con ella para que las dejara allí, pero no lo iba a hacer.

Sin embargo cuando llegó a su sala común, sus pies se dirigieron a la habitación de sus mejores amigos, ambos ni se inmutaron cuando entró, pero si que se sorprendieron cuando habló.

- Creo que estoy enamorada de Sirius 

Severus levantó la vista corriendo de su libro y la miró como si le hubiera salido otro ojo y otro brazo, Regulus sabía que Eris tenía sentimientos por Sirius, pero no entendía a que venía esta confesión tan directa y tan precipitada.

-¿Tienes fiebre?- le preguntó Severus.

-Nos hemos besado - volvió a soltar del tirón.

Ahora ambos abrieron los ojos sorprendidos, más Severus que Regulus. Severus detestaba a Sirius, no podía imaginarse intentar llevarse bien con él, ni siquiera por Eris. Regulus por su parte solo esperaba que ambos sintieran lo mismo, que su mejor amiga estuviera bien, y aunque su relación con Sirius no fuera la mejor, no dudaba ni un segundo en que siempre había mirado a Eris de mnaera distinta, las veces que estaba por casa y se unía a ellos, siempre que iba a molesarla o como se quedaba mirándola mientras pintaba.

-Yo no necesito estudiar adivinación, la adivinación me necesita a mi - bromeó Regulus.

Eris se tumbó para comenzar a contar como había ocurrido, y como había salido corriendo tras ello, que estaba aterrada de sentir tanto por Sirius, era continuamente interrumpida por Severus que esperaba que no fuera a acabar con él,  mientras que Regulus se reía de ella por admitir por fin sus sentimientos.

-¿Qué hago? - preguntó al aire.

-Decirle que no vuelva a dirigirte la palabra - propuso Severus.

Regulus le tiró un cojín para que se callara, y advertirle que cambiara la actitud porque estaban hablando de como se sentía Eris y no él.

-Eris, nunca te he visto mirar a nadie con los ojos que miras a mi hermano, y no he visto a dos personas que luchen tanto por estar separadas y sean incapaces, os buscais continuamente sin daros cuenta. ¿Qué te da tanto miedo?

-¿Y si me hace daño? ¿Y si se va de mi vida?¿Y si le hago daño yo a él? - le preguntó con miedo.

-¿Y si os haceis felices? - contestó Regulus - Siempre que estas con Sirius se te escapa una sonrisa, una risa, o una mirada.

Eris solo pensó que no había caído en todo lo bueno que le podía traer Sirius, solo se había puesto en lo malo, esperaba no equivocarse, esperaba no hacerle daño.

-¿Te enadarías conmigo? - le preguntó a Severus.

-Nunca me enfadaría por tu felicidad Eris, pero no me puedes pedir que este a su lado -le dijo serio.

-No quiero perderte, Severus.

-No me perderás por él, Eris, te lo prometo.

Eris asintió en su dirección, como si estuvieran haciendo un pacto, y Regulus sonrió, animándola a ir corriendo a por su amor, aunque había sonado más a una burla, pero Eris decidió quedarse con ellos esa noche, quedarse allí un ratito más, uno en el que no faltaron las burlas de Regulus hacia su beso con su hermano, los había imitado de manera cursi, riéndose tanto de su hermano como de su mejor amiga, pero siempre haciendo reir a Eris.


Chaos || S.BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora