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Esa noche Eris era incapaz de dormir dandole vueltas a lo ocurrido esa mañana se fue al cuarto de sus dos amigos  y cuando le abrieron se tumbó boca abajo en la cama de Regulus, mientras Regulus estaba sentado con Severus en la otra cama que había...

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Esa noche Eris era incapaz de dormir dandole vueltas a lo ocurrido esa mañana se fue al cuarto de sus dos amigos  y cuando le abrieron se tumbó boca abajo en la cama de Regulus, mientras Regulus estaba sentado con Severus en la otra cama que había en la habitación.

Eris contó su duelo con Dumbledore a los chicos, Severus lo había presenciado, pero no tenía ni idea de la ilusión que había creado la pelirroja para distraer a su profesor, y Regulus estaba más o menos enterado por los rumores que corrían por todo Hogwarts, el nombre de Eris Potter era tendencia por los pasillos de Hogwarts. Aún así el menor de los Black prefirió escuchar las historia de boca de su amiga antes que de las demás, y allí estaban los dos chicos de Slytherin esperando a que su chica se desahogara.

Eris no se dejó ni un detalle esa vez, lo contó todo, el rechazo de James cuando eran pequeños, la manera en la que sus padres se alejaron de ella y de como se encontró poco a poco encerrándose más en ella misma con el pasar de los años.

Nuestra pelirroja siempre tuvo claro que era lo que más le había dolido de todo. James. Pensar simplemente en como eran antes de todo la hacían querer volver en el tiempo a remediarlo, no soportaba cerrar los ojos y ver su expresión asustada, no soportaba ver su mirada de reproche cada vez que los utilizaba, James la había hecho sentirse de una manera horrible, porque con el tiempo ella misma se dio cuenta que ya no era solo esa pequeña parte de ella, sino que su hermano la odiaba a ella en toda su plenitud.

No podía creer que por fin estaba soltando todo, hacía ya tiempo que se había incorporado en la cama y se había quedado abrazada a un cojín. Lo peor de todo es que si en esos momento James apareciera por la puerta pidiéndole perdón y ofreciéndole un abrazo, ella estaría lista para abrazarlo y llorar en sus brazos.

- Creí no poder odiar más a Potter - dice Severus - pero aún me sorprendo a mi mismo.

Una pequeña risa se escapa de Eris, que tiene los ojos hinchados y rojos, y la nariz le moquea debido a las lágrimas, es un caos en esos momentos.

- Que le jodan a tu hermano y a tus padres - dice Regulus -perteneces a la familia Black.

Eris sonríe en su dirección, y se levanta para abrazarlo con fuerza, tanta que acaban los dos tumbados en la cama, mientras que ella llora en sus brazos, y Regulus le acaricia el pelo para calmarla.

A diferencia de lo que la mayoría de Hogwarts piensa, ellos si tienen sentimientos, solo que son un poco más selectivos con las personas a las que se los muestra. Los Slytherin lloran, ríen, bromean y se enfadan, como todos los seres humanos, la diferencia es que prefieren reservar todos esos sentimientos para las personas a las que quieren de verdad.

Eris nunca se vería preparada para llorar delante de todo el mundo, antes que eso preferiría tragarse las lágrimas y seguir adelante con la cabeza bien alta, ya luego se derrumbaría, sola o con la personas que quiere.

Se separa mucho más calmada de Regulus y le besa toda la cara mucho más animada que antes, dándole las gracias por todo, el frío chico de Slytherin al que todo el mundo acostumbra ver serio, se ríe con su mejor amiga, y la abraza más fuerte por la cintura.

- Ni se te ocurra - le dice Severus cuando nota que Eris se ha parado y lo esta mirando.

Eris se levanta y abre los brazos para poder abrazar a su amigo, pero este se escabulle, y empiezan una estúpida persecución por la habitación, mientras que Eris alegra su ánimo.

Todos sabemos lo que pasó al final, y es que Eris Potter es muy cabezota y no hay nada que la pueda hacer cambiar de opinión, por lo que acabó atrapando a Severus, abrazándolo por el cuello, mientras que el chico de pelo graso la abrazaba de vuelta con cansancio e irritación

A la mañana siguiente, en la biblioteca se encontraba Lily Evans junto a Remus Lupin, ambos podían notar la ausencia de la pelirroja ese día, aunque habían acordado ir ese sábado a hacer sus deberes.

- Hola, Evans - dijo James sonriéndole arrogante.

Lily ignoró por completo al idiota enfrente de ella, Sirius tomó asiento al lado de Lily, y ella suspiró con cansancio. Lily llevaba ya tiempo ignorando a James Potter con cansancio

- ¿Dónde esta Eris? - preguntó Sirius al rato, al ver que no se encontraba por ningún lado.

- Con Regulus y Sev - contesta simple.

Ahora es el turno de James de suspirar con cansancio, siempre estaba con ellos, Eris no se separaba de sus chicos en ningún momento, no entendía como lograba soportar a Quijicus sin pedir nada a cambio, y como además era su amiga.

Sirius por su parte solo asintió, esperando a verla en el comedor a la hora de comer por lo menos.

- ¿Dónde esta tu amiga la rarita, Evans? - dijo una chica de Ravenclaw a Lily - ¿Intentando averiguar como matarnos a todos con sus poderes?

Lily dejó de prestarle atención a su libro de Adivinación y miró a la chica que estaba de pie mirándola. Lily solía mostrarse amable y simpática con todo el mundo, pero no era este caso, estaba seria y mirando con odio a la chica.

Entendía que los poderes de Eris fueran algo nuevo, pero sentía que era patético intentar hacer que una persona se sienta mal por ello solo porque se sintiera amenazado. Todos a su alrededor se quedaron de piedra, incluido James, ya que aunque esas mismas palabras habían salido alguna vez de su boca, no era hasta ese momento en el que realmente se había parado a pensar como afectaba eso.

Lily estuvo a nada de defender a su amiga, ya incluso se había levantado para ver mejor, pero alguien se adelantó.

- Empezaré por ti, Hart - dijo una voz femenina.

Valentina Hart era una chica de Ravenclaw que tenía el pelo negro, era bajita y no soportaba que Eris siempre la superara en todas las clases y en todas las notas. Valentina se giró encontrándose con la pelirroja detrás de ella, Eris estaba parada con la cabeza alta y una ceja alzada, mirándola intimidante.

- Fuera - dijo con voz autoritaria Eris, además de acompañarlo de un movimiento de cabeza.

La chica la miró a los ojos, y se fue de allí al ver la mirada fría y despectiva de Eris. Después de eso, Eris sonrió a su amiga y le guiñó un ojo, divertida, olvidándose por completo de que todos los merodeadores la miraban.

- Mírate, ya ni siquiera hace falta que hagas el truco de los ojos para intimidar a la gente - dijo James con burla

Eris lo ignoró, y James se llevó una patada por debajo de la mesa de parte de Sirius y un pellizco en su brazo para que callara su bocaza por parte de Remus, se esperaba el pellizco, pero no la patada, no entendía que hacía Sirius poniéndose de su parte. Cuando lo miró para saber por qué lo había hecho solo se encontró como Sirius le sonreía a su hermana y ella se la devolvía.

- Vámonos, bombón - le dijo Eris a Lily - Es la hora de la comida

Lily empezó a recoger, y Eris la esperaba, viendo como James le discutía a Remus en voz baja por el pellizco cuando lo tuvo todo, ambas se despidieron de Remus y Eris se quedó mirando a Sirius que le guiñó un ojo, ppara después seguir su camino hacia el Gran Comedor, algo que los merodeadores imitarían no mucho tiempo después.

Chaos || S.BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora