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Los días pasaban con normalidad, esa mañana como siempre Eris se levantó tarde, al ver la hora soltó una palabrota y se levantó con prisa, para ponerse rápido el uniforme y salir de la sala común casi corriendo para poder llegar a la clase de hist...

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Los días pasaban con normalidad, esa mañana como siempre Eris se levantó tarde, al ver la hora soltó una palabrota y se levantó con prisa, para ponerse rápido el uniforme y salir de la sala común casi corriendo para poder llegar a la clase de historia.

Llegó tarde, pero el profesor ni la notó cuando entró con disimulo en la clase, tomó su asiento habitual al lado de Sirius y dejó salir el aire con cansancio al sentarse.

- Buenos días, chica de ojos morados - la saludó Sirius como todas las mañanas desde el día que supo de sus poderes.

Era una costumbre que habían adoptado, junto con la de Black pasándole ilegalmente el desayuno todas las mañanas al llegar a clase, era sorprendente que ya llevaran dos meses de clases y no se hubieran tirado de los pelos siendo compañeros, es más, ninguno se imaginaba sentado al lado de nadie más en clase.

- Despertarme así no puede ser bueno para mi salud - comentó Eris.

- Y saltarte el desayuno tampoco - le dijo dándole lo que había cogido hoy del gran comedor por la mañana.

Eris agradeció a Sirius con la mirada, la clase era demasiado aburrida, pero Sirius no paraba de hablar casi nunca, excepto hoy, que se le veía más cansado de costumbre, por mucho que intentaba hacer reír a la pelirroja, se notaba que el cansancio y el sueño le ganaban.

Eris recordó que anoche hubo luna llena, por lo que no habría dormido nada, Remus y Eris habían mantenido en secreto que fue ella quién les consiguió las instrucciones para la poción para convertirse en animagos, y también quien les había conseguido mucho de los ingredientes, que le daba a Remus y él decía que los había conseguido él. Por lo que Eris cayó en la cuenta de que anoche habrían estado acompañando a Remus, y se compadeció del chico Black. Además eso le sirvió de recordatorio de ir a ver más tarde a su amigo a la enfermería

- Black - lo cortó inesperadamente.

Este la miró con una sonrisa de lado esperando a que hablara, importándole muy poco que lo haya cortado.

- No me vas a creer, pero sigo teniendo sueño - le comentó - ¿Por qué no nos dormimos un rato? - le propone con disimulo - Podrás hablarme en el resto de clases, te quedan horas a mi lado.

- Para mi desgracia - dice él divertido - Vamos a dormir, chica de ojos morados, aunque me parece increíble que sigas teniendo sueño.

Lily, James y Severus los vieron, no solo eso, sino que al acabar la clase ellos tres y Peter tuvieron que hacer un esfuerzo por despertarlos. Eris tenía la cabeza apoyada en el hombro de Sirius, mientras que él se recostaba sobre la cabeza de la pelirroja, profundamente dormido.

Los dos abrieron los ojos confundidos, y más aún al ver a los cuatro pares de ojos mirándolos, ellos aún estaba un poco dormidos para darse cuenta de como se encontraban.

Eris abrió los ojos de repente y miró el reloj, llegaban tarde a pociones, maldijo como todas las mañanas y se levantó con rapidez, haciendo a Black despertarse del todo.

Chaos || S.BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora