Capítulo 18: Siempre has sido tú

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Después de la boda de James y Jess, todos se habían retirado a sus respectivas casas, a excepción de los nuevos esposos que se encontraban disfrutando de su luna de miel. Ellos habían partido la misma noche de viaje; sin embargo, nadie sabía su destino, ya que el esposo no había querido decir nada. Según él, era una sorpresa y no quería que la malograran.

Pero esa noche no solo había sido especial para los recién casados, sino para otro joven con cierto acento italiano. Aquel chico que cautivaba a cualquier chica con tan solo una sonrisa. Ed había logrado entablar una interesante y divertida conversación con la chica que conoció ayer. Esa chica lo había atraído desde el primer momento. No era como las "típicas mujeres" con las que salía. Ella no necesitó de tener piernas largas y un buen busto para impresionarlo. Porque aunque quieran negarlo es lo primero que muchos hombres se fijan.

Su dulzura y sinceridad había sido la razón de la sonrisa en los labios de Ed. Ellos habían tomado poco y de vez en cuando charlaron o rieron sobre anécdotas. Pero cuando la chica de largos rizos se tuvo que ir, Ed comenzó a beber mucho de la emoción. Al parecer esta chica le había subido la adrenalina. Todos sin excepción alguna habían disfrutado de las tonterías que hizo en la pista de baile. Era como un show gratis.

Cuando Ed despertó al día siguiente como a las 4 de la tarde, una sonrisa se apoderó de sus labios, al recordar a su linda chica. A pesar de todo esto, se podría decir que había algo importante. O más bien dicho, un problema. Un problema que era, es y será un detalle muy importante.

-Ed ... ¿Cómo es que no te acuerdas del nombre? – Zack se encontraba solo con su amigo tomando un par de bebidas en un café cercano.- Eso es lo que debiste aprenderte.

-Zack lo sé... - Aceptó frustrado. – Pero es que ayer bebí demasiado y me acuerdo absolutamente de todo menos de su nombre.

-Si los chicos escuchan esto. Se van a reír demasiado. – El moreno tenía razón. Se supone que Ed era el mejor con las mujeres. Hasta el más detallista.

-No te rías. – Ed bebió un poco de su cappuccino. – No te reías de la pobre desgracia de tu amigo... - El ruloso dramatizó un poco, lo que logró que el otro riera.

-Está bien. Pero ahora dime algo. ¿Esa chica te movió el piso o no?

-¡Obvio! –sonrió el castaño. - ¿Crees que estaría tan desesperado por saber su nombre o como localizarla si no me gustaras? – Ed siempre había sido el tipo de chico que muy pero muy pocas veces se enamoraba o mantenía una relación seria. Era cierto que siempre salía con chicas, pero con el tiempo se fue dando cuenta que necesitaba establecerse. Hace mucho tiempo que no tenía una "novia". Amanda había sido la última enamorada con la que mantuvo una relación seria por 3 años y medio.

-Primero necesitamos que me la describas y así yo la puedo dibujar. – Zack, era un escultor, pintor y dibujante en ascenso en Europa. Su galería siempre paraba llena. – Pero necesito que tú también muevas tus influencias. ¡Por favor eres Edward Bonelli! Uno de los mejores empresarios. – Ed rio orgulloso.

-Voy a contactar a un grupo para que me ayuden a encontrarla. – Él estaba decidido. – Y a mis amigos. Aunque ellos se rían en mi cara. – Zack no pudo evitar reírse. Sabía que especialmente Simon se lo refregaría en la cara.

-Tranquilo... Vas a ver qué vas a encontrar a tu linda chica de rizos... – le sonrió. - Buena Ed, buscaste a alguien con tu mismo cabello.

- Que te puedo decir. - suspiró - Es algo único tener el cabello ondulado. - rio.

-Y ya volvió el señor ego. Ahora que harás. ¿Coquetearás conmigo?

-A menos que tú quieras. – Ed lo retó.

La de la mala suerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora