*Importante leer mi nota abajo!
"Toda historia tiene un final, pero en la vida, cada final es sólo un nuevo comienzo"
Mientras que Simon, Hanna, Katie y el pequeño Taylor de 6 meses se encontraban sentados comiendo en un rico restaurante de pancakes en el centro de la ciudad, había una persona que estaba sentada a unas pocas mesas. Se podría decir que la mesa estaba algo alejada. Ella no quería que la vieran y dudaba que la reconocieran porque ahora tenía el cabello rubio. Por eso agradecía que Simon y su familia se hayan sentado adelante. A pesar de que ahora vivía con sus padres en Liverpool no podía evitar venir a la ciudad y visitar a sus amigos. Además, que en pocos días iba a volver al modelaje. Tal vez y así iba a mantener su cabeza ocupada, pero a su corazón no. Ojalá fuera fácil. Aun su corazón latía de amor por ese hombre y no podía evitar sentir un millón de emociones al recordarlo. Lena tenía un corazón roto que poco a poco iba sanando. Sólo necesitaba tiempo.
Con cuidado bebió un poco de su té y volvió a ver a la familia Collins. Otra punzada le dio en su corazón. Envidiaba que Simon le sonriera de esa manera a su esposa o que la besara con tanto amor. Ella también quería ser amada y besada así. Todos creerían que odia a Hanna, pero la verdad, es que solo le dolía no poder tener a alguien como Simon. – una mueca se dibujó en su rostro. - Ella pensó que él se iba a quedar a su lado y se casarían, pero ese no fue el final.
Lena había quedado como "la rompe hogares", "la puta de la historia", "la amante", "la sin corazón" y con muchas más frases que varios habían pensado y hasta dicho. Sin embargo, las cosas no habían sido así. Ella estuvo sí con un hombre casado, pero que estaba separado. Eso no es ser infiel y más si la propia esposa lo sabía. En segundo lugar, no por ser catalogada como la antagonista de una historia de amor, eso quiere decir que ella es la mala. El personaje que todos odian e insultan. Pero que nadie es capaz de ponerse en sus zapatos y preguntarle si es que ella está bien o cómo se siente al respecto. Lena sólo fue una mujer más que se enamoró. ¿Acaso fue un delito?
A pesar de todo, Lena les deseaba lo mejor. Hanna se lo merecía y le agradecía por haberla ayudado aquel día. No cualquiera haría eso. Aún no entendía como pudo hacer eso por ella.
Pero ahora también, entendía como se sentía Hanna antes. Al parecer el Karma existe. Ella era ahora también una chica con mala suerte en el amor o tal vez siempre lo fue y es sólo que no se dio cuenta. – Miró hacia la ventana y recordó la letra de una canción que había escuchado de un grupo en español.
"Mantuve la esperanza conociendo tu interior"
"Decías que yo era la dueña de tu corazón y que me amabas"
"No soy la dueña de tu corazón, yo soy quien sobra en esta habitación" – Jesse & Joy.
Dejó una tímida lágrima caer y rápidamente la borró. Tenía que aceptar que siempre lo supo. Siempre supo que el corazón de Simon le pertenecía a su esposa. Por mucho tiempo lo negó, ya que él estaba con ella y ella era mucho más que Hanna. Pero dé qué valía todo eso. ¿De que valían las joyas, la ropa, el maquillaje? Si al final de todo, el amor no es eso. Aquellas cosas materiales no servían. Los verdaderos hombres se enamoran de las chicas sinceras y no de un disfraz. Lena sonrió por un rato al darse cuenta que Hanna durante mucho tiempo, no supo darse cuenta que era más hermosa que lo que ella creía. Se refería a que era muy linda tanto por fuera como por dentro, a pesar de que siempre lo negaba.
<<Ella no sabía que era realmente hermosa>>
Pero ahora era tiempo que Lena escriba y tenga su propia historia. Ahora era el tiempo de ella. Iba a retomar su trabajo y empezar consigo mismo desde cero. Buscaba volver a ser como era antes, y, sobre todo, iba a seguir el ejemplo de Hanna Collins. Ambas eran chicas con mala suerte en el amor, pero había algo que las diferenciaba. La primera había luchado. Ella misma había cambiado su suerte al darse otra oportunidad con Simon y aprendiendo a confiar más en sí misma. Así que ahora ella iba a hacer lo mismo. No iba a esperar que la suerte llegara como lo hacía con otras personas, sino que iba a ir en busca de ella. Ella iba hacer su propia suerte. Si la joven Collins lo había hecho, ella también podía.
Con cierta discreción, Lena salió de aquel establecimiento y sonrió al ver otra vez a los Collins. Ellos eran felices y les deseaba lo mejor. Pero ahora, ella iba a buscar su propio cuento. Tal vez y no un cuento de hadas, pero si un cuento de verdad. Ya pagó por la felicidad de alguien, ahora le tocaba ser feliz a ella.
"No porque la suerte no sea buena contigo te vas rendir. Tu puedes hacer tu propia suerte; solo tienes que luchar y jamás rendirte porque de eso se trata la vida: Luchar y vivir".
FIN
Hola chicos!!!!! gracias por todo el enorme apoyo.
Gracias por comentar y votar por la novela.
Ps: ¿Que les pareció el final? Si tienen algunas dudas, me pueden preguntar :)PS: Los invito a pasar por mis otras dos novelas.
LOS QUIERO!
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La de la mala suerte
RomanceHanna tenía 21 años cuando se casó con el joven empresario Simon Collins. Su matrimonio creció con falsas ilusiones y ahora 4 años más tarde lleva la vida que jamás imaginó. Simon Collins la amaba, pero aquel sentimiento cambió cuando fue prácticam...