Capítulo 23: Todo tiene consecuencias (parte II)

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Zack abrió la puerta y jamás pensó ver eso. No lo podía creer, simplemente se negaba a creerlo. Su amigo, también se había quedado en shock. Jamás pensaron que eso les iba a pasar a ellos o más bien a su amiga.

-¡Hanna! - gritaron las dos chicas al ver a su amiga desvanecida en el suelo del baño. La castaña se encontra tirada boca arriba con todo el cuerpo totalmente desnudo. Su cabello estaba mojado y sus labios morados.

-¡¡¡Ahhh se murió!!! Se murió. - gritaba Jessica mientras lágrimas rodaban por sus mejillas.

-¡Rachel llévate de aquí a Jessica! - le gritó James a la rubia. - Y por favor, llama a una ambulancia. - La rubia le hizo caso a su amigo y sacó a Jess del dormitorio. Ver aquella escena no le hacía bien para su embarazo.

-¿Pero qué te pasó pequeña? - le preguntó James mientras se acercaba y le acariciaba la mejilla. Quería que ella le respondería, pero era en vano. -¿No estará muerta, no? - Preguntó nervioso y Zack se acercó a revisar el pulso de Hanna.

-Aún está viva. - le confirmó.

-No podemos dejarla desnuda - comentó Zack, mientras corría hacia el closet y sacaba ropa. - Por favor cárgala y recuéstala en la cama. - Era notorio que ambos estaban nerviosos y no era por el simple hecho que su amiga este desnuda sino que tenían miedo que algo le pase.

-Listo. - James había levantado a su amiga del suelo y la había llevado hasta la habitación para acomodarla en la cama mientras la arropaba con sabanas. - Tranquila Annie, estamos contigo. - le susurró el castaño para luego depositar un beso en su frente.

-¡¡NO ENTIENDO CÓMO LE PASÓ ESTO!! - Zack se sentó al costado de Hanna y empezó a vestirla. El moreno también estaba preocupado.

-Zack... - susurró James, mientras su amigo le ponía un polo a la castaña - Zack...

-¿Qué cosa James?, ¿QUE CARAJOS QUIERES? - Él estaba desesperado.

-Hanna está sangrando. - El joven miró hacia donde su amigo señalaba y vio que había sangre en la entrepierna de la castaña.

-¡OH DIOS! - Zack se levantó de la cama y un montón de cosas pasaron por su cabeza. Desde un aborto hasta una violación. Él y James no podían con esto.

-Creo que tú y yo no podemos limpiarla y vestirla en esa parte. Le diré a Rachel que suba y nos ayude. - salió de la habitación.

-Por Dios, Hannah tienes que despertarte. Dime qué te pasó. - Zack trataba de mantener la calma, pero simplemente no podía. Conocía a esa chica desde hace años y no dejaría que algo malo le pase. - ¿Por qué la ambulancia se demora?

-Zack... - le susurró la rubia.

-Ella...ella - El moreno corrió a los brazos de su esposa.

-Tranquilo, ya me avisó James. Yo me encargaré de esto. - La rubia traía en sus manos unos paños húmedos para limpiar la parte íntima de su amiga. Ella estaba igual que su esposo. No sabía que había pasado. Cuando acabó, le puso a Hanna su ropa interior y luego unos joggy pants.

-Amor, creo que es mejor que yo la llevé a la clínica. - Zack ya estaba un poco más tranquilo. - Hemos perdido mucho tiempo aquí.

-Tienes razón. - El joven se acercó hasta la cama y cargó a su amiga entre sus brazos.

-Zack... - dijo James al ver que su amigo bajaba con Hannah en brazos.

-La llevaré a la clínica.

-Todos iremos. - Afirmó Jessica mientras se levantaba del sillón, donde había estado recostada.

-Está bien, vamos. - Todos salieron de la casa y pusieron rumbo hacia la clínica.

La de la mala suerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora