Capítulo 4 : "Cuando quieres algo no lo destruyes"

40.2K 1.5K 128
                                    

Hola chicas! sé que me desapercí unas semanas, pero acabo de empezar la Uni otra vez. Así que estoy como loca. En fin, aquí les dejo un capítulo largo. No se olviden de comentar y botar. Eso significa mucho para mí.

***********************************

Hannah había cerrado con seguro la puerta de su dormitorio y luego se dirigió como un zombie a su baño. Apenas entró se sentó en el piso y en silencio comenzó a llorar. No podía asimilar lo que había pasado. Ellos jamás se habían hablado así. Ni si quiera cuando Simon le dijo que no la amaba. Hannah no quería sentirse más miserable de lo que ya era. ¿Por qué ella? – se preguntaba así misma. El poco maquillaje que se había puesto se le corría por todo el rostro y las lágrimas descendían una tras otra. Ella no era de llorar fuerte. Tan sólo lloraba en silencio y escuchaba como su corazón iba volviéndose más débil. No quería que la escucharan llorar. Esa había sido una de las habilidades que había aprendido desde la adolescencia.

Sólo llegó a tener un enamorado antes que Simon. Mientras que sus amigas habían tenido una lista larga de pretendientes, ella solo tenía uno. Ella no era fea. Era bonita y solía tener una autoestima buena, pero le daba miedo enamorarse. Aparte que no era tan fácil para ella hablar con un chico. Si hablaba con uno que le gustaba, se encariñaba muy rápido y luego se daba cuenta que el chico no sentía lo mismo que ella o que sólo buscaba sexo. Muchos de sus amigos le decían que ella era tan tierna y pacífica. Esas habían sido sus características. Cualquiera que la veía, podía darse cuenta que esa chica era un amor de persona. Pero nadie veía que esa chica se la pasaba leyendo novelas y viendo películas para llenar u olvidarse de ese vacío que sentía en el corazón. Había envidiado a muchas de sus amigas. Ella quería tener la misma suerte que ellas. En sus años de la universidad, había tenido más suerte con los chicos, pero cada vez que se enamoraba le rompían el corazón. Sin embargo, todo cambió, cuando Simon Collins se volvió más cercano a ella. Ese chico la había cautivado con esos hermosos ojos azules. Hannah había creado un montón de ilusiones con él. Solo que en medianoche le ganaba la inseguridad y se decía a si misma que eso nunca iba a pasar. En primer lugar, porque era uno de los mejores amigos de su hermano y en segundo lugar, porque ella no era el tipo de chica que Simon buscaba.

***

Hannah sentía como su cabeza le dolía y sus ojos le pesaban para abrir. Sentía que hacía algo de frío y que le dolía mucho el pecho. Decidió abrir los ojos y se dio cuenta que no estaba en su cama sino recostada en el piso del baño. Se había quedado dormida ahí...

Simon había preparado el desayuno con la ayuda de la pequeña Katie. Y todo era para Hannah. Padre e hija se habían sentado en la mesa para esperarla. Los Collins tenían empleada para preparar la comida, pero Simon había decidido hacerlo por si solo. Así que la empleada solo se limitó a hacer otros deberes.

Una Hannah sonriente había entrado al comedor...

-Mami ven siéntate con nosotos. – dijo Katie. – mi papá te ha peparado un rico desayuno.

-Gracias Katie. – La castaña se sentó al costado de Simon y se puso a comer. Podía sentir la mirada de él sobre ella, pero no iba a dejar que se diera cuenta que su sonrisa era falsa y que estaba destruida por dentro.

Katie se había pasado todo el desayuno hablando con su madre y a veces con su padre. La pequeña sentía que había cierta tensión entre ellos, aunque ella no sabía aún de esas cosas, se daba cuenta que sus padres no se comportaban como los padres de sus amigas.

-Señores Collins . – dijo Ana, la empleada. – acaban de llegar sus amigos.

-¿Quiénes Ana? – pregunto Simons.

La de la mala suerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora