𝗦𝗶𝗺𝗽𝗹𝗲𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲, 𝗘𝗹𝗹𝗮...╰─►Mikey y tú ;;

Una chica para hablar.

—GOLPEENLA MAS FUERTE. ¡¡HASTA QUE APRENDA A CALLARSE!!

—Alto. —un chico apareció interrumpiendo a los tres—.

—¿Eehh? ¿Quien putas eres tú? —uno de los sujetos hizo expresión de desagrado—.

—¿Baji-kun? —rió en voz baja—.

—¿Acaso...? —el sujeto del bate miró a sus dos compañeros con un rostro extremadamente sombrío—. ¿Acaso les dije que pararan de golpearla?

—Llegan a tocarle un solo pelo a ___, y de aquí no salen. —Baji tomó un fierro y se enfrentó hacia los tres—.

—Gracias, Baji-kun. Estoy bien, no es necesari-

—DEJA DE HABLAR, CUANDO MIERDA VAS A MORIR MOCOSA ASQUEROSA. —el sujeto del bate golpeó su cabeza con el arma repetidas veces—.

—Lo advertí. —Baji corrió hacia el sujeto del bate y golpeó su cabeza noqueandolo—. Quien sigue. —se dió la vuelta observando a los otros dos con ira—. Uno...

-¡¡LO SENTIMOS!! —ambos hicieron una reverencia y salieron corriendo—.

—¿Estás bien? -Baji se acercó a ___—.

—___ asintió-. Unos cuantos golpes, fue gracioso.

-Eh- —Baji tuvo un tic en el ojo—. Que extraña eres.

—Me gusta provocarlos, me causa gracia que les afecten unas miserables palabras.

—¿Los provocas y arriesgas tu vida para luego decir "fue gracioso"? ¡¿Que puta parte del cerebro te falla?! —Exclamó Baji—.

—Baji-kun. —rió—. Siempre hago esto, ni la ayuda era necesaria. Siempre tengo un plan para estas cosas.

—¿Ah si? ¿Cual? ¿Llorar mientras pides que dejen de golpearte?

—___ sacó una navaja de su bolsillo y soltó una mirada escalofriante—. Fue gracioso mientras duró, Baji-kun. ¿Donde quieres el corte? En la yugular o en en estomago.

—Q-que mierd- —Baji dió un paso atrás—.

—¡¡Hey no te asustes!! —rió—. Eso es lo que hago cuando pasan estas cosas, de todos modos... Nunca podría matar a alguien, viviría con el peso de una muerte toda mi vida.

—Realmente estas enferma de la cabeza. —soltó una pequeña risa sin querer—.

—¿Te reiste? —volteó a verlo—.

—Claro que no. Es un momento serio, además no das risa. —desvió la mirada—.

—¡Baji-kun! ¡Reiste! ¡Eso significa que no me odias!

—¡¿Y yo desde cuando te odio, idiota?! —se quejó—.

—Desde ayer cuando me conociste. -mencionó—.

—No te odio, idiota. —se cruzó de brazos—. Será mejor que vuelvas a tu casa rápido.

—¡Noo! ¡Mi cabeza, duele mucho! —___ fingió un dolor de cabeza—. Tendrás que llevarme a mi casa.

—Tsk... Bien, sube rápido. —habló Baji—.

—Que fácil de convencer eres. —rió para luego subir a la moto—.

(. . .)

—Listo, bájate. —mencionó Baji—. ___, no me digas que te dormiste. —volteó a comprobar y efectivamente se había dormido—. ¡¡IDIOTA, PUDISTE HABER CAÍDO!!