𝗦𝗶𝗺𝗽𝗹𝗲𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲, 𝗘𝗹𝗹𝗮...╰─►Mikey y tú ;;

despedidas.

Mientras Mikey estaba dentro de la iglesia, ___ no sabía lo que pasaba por allí, simplemente golpeaba a los demás con Ken.

—¿Qué crees que esté pasando allí dentro? —preguntó ___—.

—Mikey probablemente ya haya acabado con Tenji de un solo golpe. —sonrió Ken—.

—¿Tú crees? —___ sonrió por aquellas palabras—. ¡Hey, cuidado! —pateó a un chico que trataba de golpearla—.

(. . .)

—___ soltó un suspiro y se sentó en medio de las escaleras—. Estoy exhausta...

—Lo hiciste bien para haber estado en malas condiciones. —se burló Ken—. Pero siempre termino ganando yo.

—Mentira, los conté, ¡Tú eres el que no acepta perder! —___ se levantó de manera frenética—.

—¿Lo ves? —Ken comenzó a contar silenciosamente—. Dudo que hubiera hecho más de cincuenta y tres. —habló entre risas—.

—¡Mi suéter está lleno de sangre por nada! De seguro estás mintiendo. —___ bufó y se quitó aquel suéter blanco, quedándose con una camisa negra de manga larga—.

—¿Como quitarás esas manchas? —preguntó intrigado—. Pareces una asesina en serie.

—¿Me lo dices a mí? Cuando tienes gotas de sangre por todo tu rostro. No estamos en Halloween, Draken. —se burló—.

(. . .)

—Mikey-kun... Realmente es fuerte. —pensó Takemichi—.

—¡¡MALDITA SEA, ESTO TODAVÍA NO ACABA, MIKEY!! —exclamó Taiju—. Koko... ¡TRAE A CIEN DE MIS MEJORES SOLDADOS, VOY A HACERTE PEDAZOS!

—Koko asintió y se dirigió hacia la salida, al percatarse de que todos estaban en el suelo y algunos habían escapado—. Jefe...

—¿Eh? —Taiju se dirigió hacia la salida y observó a Ken y ___ sentados en las escaleras—.

—Oh, ¿Está todo listo por ahí? —preguntó Ken—.

—Hola, Koko. —___ sonrió y movió su mano en gesto de saludo—. ¿Le podrías avisar a Mikey que ya terminamos con ellos?

—No seas floja, ___. —sonrió Ken, seguido de eso se levantó para entrar a la iglesia—.

—¡Espérame! Taiju me da miedo. —___ frunció el ceño y siguió a Ken—.