𝗦𝗶𝗺𝗽𝗹𝗲𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲, 𝗘𝗹𝗹𝗮...╰─►Mikey y tú ;;

Reencuentros.

-También te extrañé, ___.

-Huh... ¿Qué? -___ se había desacostumbrado a aquel afecto que Mikey le daba, pero trato de mantener la calma-.

Él solo sonrió, extrañaba aquella voz que algún día lo enamoró.

Ella se sentía como una niña pequeña, como las primeras veces que vió a Mikey.

Seguido de una leve sonrisa del contrario, volvió a su expresión neutral de antes bajando la mirada.

-Pero, realmente... ¿Por qué me buscaste? -él ya la había dejado sin palabras-.

-___ lo único que podía hacer era estallar en lágrimas o en ira, pero no podía formular una palabra, así que suspiró con algo de temblores-. Yo... Te busque solo porque te extrañaba. -desvió su mirada al percatarse que la vista de Mikey estaba por sobre ella-.

-¿Estás ciega, ___? -mencionó con algo de enfado-. ¿Por qué me buscarías solo para eso? ¿Acaso sabes dónde estás parada?

-No me preguntes tantas cosas. -frunció el ceño perdiendo esa poca paciencia-. ¿Y tú qué crees, Manjiro? ¿Qué estoy aquí para jugar a la casita? -ella comenzó a dar pasos firmes hacia él-. Desde que rompiste conmigo te alejaste de todos, pensando que Tōman tuvo un gran final. Pero ¿Bonten? Que mierda es eso, eh. ¿No era que querías crear una nueva era?

Poco a poco, ___ iba subiendo el volumen de su voz, mientras Mikey la observaba con confusión, las cosas que decía extrañamente sonaban coherentes y llenas de ira por detrás de una dulce y cálida mirada.

-También crímenes como asesinato... ¡¿Prostitución, Manjiro?! ¡Eso superó los límites! ¡¿Que acaso... Nunca fui la suficiente protección para ti?! -mencionó para luego balbucear algunas cosas con algo de tristeza-. 'es que yo... Si te amaba. ¿Por qué dejaste esto así?'. -susurró apretando uno de sus puños-.

-No es eso, ___. -soltó con firmeza-. ¿Ves en lo que me he convertido? Esto fue... Lo que he elegido.

-Claro que no. -ladeó su cabeza soltando una pequeña sonrisa de amargura-. Tú no quieres esto. Puedo verlo en tu rostro.

-No me has vuelto a ver hace doce años. ¿Cómo haz de saberlo? Escucha, ___. -Mikey, quien no estaba observándola, volteó su mirada hacia ella-. No quiero que te involucres en esto. No quiero que salgas herida, no quiero que sigas buscándome. ¿De acuerdo? Solo... Puedes irte. -al terminar la frase, rápidamente quitó su mirada de ___-.

-¿Por qué evitas verme, Manjiro? -___ sabía el porqué, pero quería escucharlo de sus propias palabras-. Dime... ¿Por qué no puedes verme directamente?

-___, vuelvo a repetirlo. Vete de aquí.

-Claro que no. Todavía... Tienes un poco de tu esencia. No has cambiado del todo, eh. -volvió a sonreír procurando que nada pasaba-.

En ese justo momento, el mundo de Mikey se detuvo por completo. Al ver esa sonrisa, al ver sus ojos, al ver esa calida expresión que jamás cambió.