𝗦𝗶𝗺𝗽𝗹𝗲𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲, 𝗘𝗹𝗹𝗮...╰─►Mikey y tú ;;

Cartas.

—Uh... Bueno, yo... —balbuceó—.

Ken, quien estaba en una mesa cercana, escucho sobre lo que dijo Takemichi, así que se apresuró y posicionó sus manos en los hombros de ___ para luego sonreírle a Takemichi.

—Hombre, Mikey no vino porque está administrando un restaurante en el extranjero. —soltó con una sonrisa—.

—¡Hum! —asintió Hinata—. ¡Es todo un éxito, por eso tuvo mucho trabajo!

—¡¿Ah?! ¡¡Eso es genial!! —los ojos te Takemichi brillaron—.

—Si... Genial. —___ le sonrió—.

Días después...

—¿Por qué le mentimos a Takemicchi? —preguntó ___ acariciando a un gato en la tienda—.

—Pues... Ya sabes, ___-chan. —mencionó Chifuyu—. No queremos que Takemicchi siga preocupado, el futuro está hecho para él, él consiguió todo esto.

—Si... Pero no lo entiendo. ¿Qué hubiera pasado si le dijeramos la verdad?

—Probablemente estaría en el pasado tratando de remediar lo irremediable. —habló Kazutora ordenando los productos—.

—¿Si...? Hm... Tienes razón. —___ asintió para observar a Kazutora—. El otro día te dije que eso no va ahí. —mencionó para acercarse a él—.

—¿Ah? Huh. Lo siento. —habló un tanto nervioso—.

—Ahí va de nuevo, Kazutora el disculpas. —Chifuyu rodó los ojos—.

—Dios, no te disculpes. —___ rió—.

—¿Lo siento...? —mencionó Kazutora con más nervios—.

Desde aquel año donde Kazutora casi provoca la muerte de su amiga, no puede evitar lamentarse y pedirle disculpas por la cosa más mínima como resentimiento por sus actos, aunque ___ sabía que no lo había hecho con intenciones, de todos modos aceptó la disculpa.

(. . .)

—Entonces lo sabes... —dijo Chifuyu—. Hum... Era de esperar.

—Quiero verlo, necesito encontrarlo.

—¿Estás seguro? Puede ser peligroso. Por favor, Takemicchi... Ya deja esa obsesión, tú y Hina están camino a su felicidad. —sonrió Chifuyu—.

Kazutora y ___ escuchaban lo que Chifuyu le decía a Takemichi, con un descontento tuvieron que asumir que Chifuyu tenía razón.

(. . .)

___ se dirigía hacia su apartamento después de un largo día de trabajo, pero sus planes se fueron en vano al ver a Kazutora esperándola en las afueras del edificio.

—Huh... ¿Kazutora, que haces aquí? —preguntó dirigiéndose hacia él—.