𝗦𝗶𝗺𝗽𝗹𝗲𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲, 𝗘𝗹𝗹𝗮...╰─►Mikey y tú ;;

Mi chica.

Todos los que cordinarían como equipo se retiraron hacia otro lugar. Allí estaba el chico que les daría información para acabar con Taiju.

Kisaki quería información sobre los movimientos de Taiju, cuando estaba solo, cuando no estaba solo. En general le importaba el tiempo.

—Con respecto a los movimientos... El jefe-

—¡Vaya, vaya! Huele a traición por aquí. ¿No? —habló un chico de cabello negro—. ¿Sabes lo que significa? ¡Tortura para tiiiii!~

—¿Y este, quien mierda es? —___ le preguntó a Chifuyu, quien estaba igual de confundido—.

—Llevate a esta cosa repugnante de aquí. —aquel chico venía con dos sujetos más, quienes asintieron y lo llevaron—.

—Ahora... Huh... Tratar con cinco de ustedes será muy tedioso. ¿No? —Observó cada rostro hasta que se topó con ___—. ¿Komatsu? ¿___? —observó más detalladamente y se fijó en el tatuaje del antebrazo—. Acerté... Que grata sorpresa, tenemos a la sub-lider.

—¿Y tú... Eres...? —___ lo observó con confusión—.

—Digamos que soy alguien que sabe bien como recrear una copia tuya de manera masculina. —sonrió—. Cien mil yenes y les daré información.

—¡¿DISCULPA?! ¡¿ME COMPARAS COMO UNA CAZARECOMPENSAS COMO TÚ?! ¡PELEABA POR DINERO, NO HABLABA POR DINERO! —___ se alteró de más—.

—Claro, peleabas. —Habló Hanma con burla volviendo a sentar a ___ quien se mantenía observando al chico con cierto rencor—.

—¿Alguien tiene cien mil yenes? Es la única manera de que les de información, puedo darles los movimientos de Taiju, y los días que está solo.

—Kisaki lanzó un fajo de billetes a la mesa—. Habla. Quiero saber que oculta Taiju.

(. . .)

—Hah... Estoy exhausta. —mencionó ___ mientras Chifuyu y Takemichi hablaban—.

—___-chan... ¿Puedo preguntar algo?

—No. —___ observó a Takemichi con suma seriedad—. ¡Bromeo, idiota! ¿Qué pasa?

—Quiero... Saber cómo conociste a Kisaki.

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Un día normal en Shibuya... Hace cuatro años.

—¡VAMOS, LEVÁNTATE! ¡¡O ACASO TU CEREBRO PESA MUCHO!! —rieron dos sujetos—.

—___, quien iba pasando por las calles, se topó con los tres, quienes golpeaban a Kisaki—. ¿Huh...?

—¡¿Tú que ves, niña?! —preguntó uno—. ¿Te quieres unir y ser golpeada acaso?

—No. No, gracias. —___ ladeó su cabeza y sonrió para seguir observandolo—.