Damiano
Tengo la boca seca, la garganta completamente áspera. El sudor me recorre la espalda cuando bajamos del escenario, haciendo que algunos mechones de pelo se me queden pegados a la nuca. No ayuda mucho tener a Victoria prácticamente encima, a mi derecha, con uno de sus brazos sobre mis hombros mientras caminamos hacia nuestra mesa, y a Ethan a mi izquierda, justo en la misma posición que ella. Respiran jodidamente fuerte, como si les faltase el aire después de la actuación.
Yo estoy en su misma situación. No sé la razón, pero cada vez que nos subimos a este puto escenario para ensayar me termino dejando las cuerdas vocales en el intento. Es como si me inyectasen un chute de adrenalina directamente en las venas cada vez que se escucha la entrada de Ethan con la batería, tocando las primeras notas de nuestra canción. Décimas de segundos después, mi voz sale automáticamente, uniéndose al bajo de Vic y la guitarra eléctrica de Thomas.
Nunca habíamos actuado a este nivel, joder, y aunque esto sea una mierda de prueba de sonido, no puedo evitar venirme completamente arriba. Tan arriba que agarro a Victoria por la cintura y la cojo en brazos, llevándola así hasta nuestros asientos. Ethan nos sigue riéndose.
Thomas ha preferido quedarse detrás, guardándose la ilusión de ganar este puto concurso para sí mismo.
Yo también debería guardármela. No quiero llevarme el palo si quedamos fuera del top 10, pero toda Europa nos está viendo estos días, todos esos jodidos críticos de música comentan nuestras canciones sucesivamente y tengo el móvil a punto del colapso con todos los mensajes que recibimos por redes sociales.
Eso tiene que significar algo. Porque si no ganamos... Joder, al menos habremos dejado a toda esta gente algo que comentar para las próximas ediciones del concurso.
Rock en italiano. Eso no se hace todos los días.
Me dejo caer en el sofá, echado completamente hacia atrás, con la cabeza apoyada sobre el respaldo. Cierro los ojos mientras los dos países que quedan actúan- sin prestarles nada de atención, para ser sincero-. A nosotros nos ha tocado desde el primer día en el puesto 24, cosa que me jode por el hecho de tener que quedarme escuchando a los 23 países que presentan sus candidaturas antes, pero que a la vez siento que nos puede dar una buena ventaja.
Se suele decir que las últimas actuaciones son las que el público recuerda mejor.
Espero que sea así.
-Ciao.
Una voz que no reconozco me saca de mis pensamientos sobre la final del concurso. Reconozco al instante que no pertenece a ninguno de mis compañeros, muchos menos a nuestro representante.
Un tío amargado de 50 años no tiene esa voz de ángel.
Abro los ojos para encontrarme con la mirada de una chica que me suena bastante. Me está mirando directamente a mí, jugueteando nerviosamente con la tarjeta que lleva colgada al cuello. Tiene unas manos bastante bonitas y, si me atrevo a deslizar los ojos un poco hacia abajo, la imagen que me ofrecen esos vaqueros negros que lleva puestos es bastante tentadora.
Vale, Damiano, has pasado mucho tiempo sin follar.
Tristemente, es la dura verdad. No he podido permitirme el lujo de meterme entre las piernas de una mujer desde que nos vinimos de Italia. Eso es mucho decir para mí.
Me incorporo y carraspeo, devolviendo mi mirada a las manos de la chica. Mi cerebro parece reaccionar al ver de nuevo la tarjeta que lleva al cuello.
España. Mierda, es de España, sí. Me sonaba de eso.
El representante de su país está sentado en la mesa de al lado. Es el del tupé, el que canta esa balada tan lenta.
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The Devil's Room
Fanfiction"Giocare con il nemico è molto più divertente, amore" (Jugar con el enemigo es mucho más divertido, amor) . . . . Un concurso. Demasiados chupitos de Jäger. Un pacto con el mismísimo diablo. Y mucho tiempo sin follar. ~ Anna, una joven estudiante...