Capítulo cuarenta y siete: Triunfos y reuniones
Sky se echó a la boca un puñado de palomitas sin quitar la vista del gigante televisor que tenía Santiago en su casa. La pequeña mesa que estaba frente a ellos estaba llena de frituras, palomitas y cervezas. Todos habían decidido reunirse en la casa de Santiago para ver la pelea de Axel, su primera pelea.
Por dicho motivo hasta la señora Anne y Maxwell se encontraban en el lugar. Como era de esperarse, el gran apartamento de Santi tenía una sala audiovisual, con una pantalla gigante y sillas más que cómodas.
Estaba ansiosa, tenía miedo por Axel. Además de temer que saliera lastimado, estaba preocupadas por la importancia de esta pelea. Si la ganaba estaría empezando con pie derecho su carrera por llegar a la UFC, pero si no, no sabía que tan difícil sería levantarse. Más conociendo la inseguridad que sintió al tener que dejar la universidad y la dificultad de empezar a trabajar en otra ciudad completamente solo.
Esperaba de todo corazón que el rubio estuviera enfocado, pero sobre todo tranquilo, pues temía que si llegaba a desesperarse pudiera perder aquella pelea con mayor facilidad.
—¿Entonces dices que lo viste más fuerte? —Le preguntó Santi a la rubia.
Sky asintió.
—Definitivamente está más fuerte. No sé si aún le falta crecer, pero sentí que sus músculos aumentaron. Está mucho más fornido. — Explicó.
Ed se río.
—Seguro que lo sentiste bien. — Dijo divertido por su comentario.
Todos al sentir el evidente doble sentido del comentario comenzaron a reír. La rubia hizo un gesto de indignación y le tiró las palomitas que tenía en la mano.
—¡Ey! — Protestó ella.
Sus mejillas se enrojecieron de inmediato. No podía creer que Ed hubiese hecho ese comentario en frente de la mamá y el hermano de Axel.
—Como sea, seguro aplastará al tal "tiburón". Ganaba casi todo estando acá, no me imagino como peleará entrenando más que antes. — Comentó Santi, al darse cuenta de la vergüenza que sentía la chica.
Sky asintió, creyendo en sus palabras. Si bien su chico no ganaba todas las peleas, sí ganaba más de lo que perdía y teniendo en cuenta que lleva dos meses trabajando sin descanso. Se frotó las manos con algo de nerviosismo.
—¡Comenzó! — Anunció Max, apuntando a la gran pantalla.
De inmediato la atención se enfocó en la gran pantalla, en la que se veía a Axel caminar por el pasillo del recinto en el que se realizaría la pelea. Lo primero en lo que se enfocó fue en su novio, a quien solo se le veía su boca y su mandíbula debido a que llevaba puesta la capa que ella la había regalado en su cumpleaños. La capucha de esta le tapaba los ojos. Traía una camisa negra deportiva que le quedaba ceñida a su pecho y tenía puesto los típicos calzoncillos deportivos que los luchadores utilizaban para los combates.
ESTÁS LEYENDO
MI RUBIA
RomanceÉl había prometido que no se metería con chicas rubias... pero luego la vio a ella. ESTA OBRA ES COMPLETAMENTE MÍA. QUEDA PROHIBIDA LA COPIA Y LAS ADAPTACIONES A ELLA.