Capítulo Cuarenta y Cuatro: Segundo adiós
Después de comerse solo una manzana, habían salido corriendo al metro, pues como ninguno de los dos tenía algún medio de transporte propio en aquella ciudad, no quedaba más remedio sino ir en transporte público. Sky estaba realmente feliz. Nunca había subido al metro con Axel y a pesar de que era una cosa muy normal y simple, a ella la emocionada.
Estaban los dos sentados, lado a lado. Axel había pasado un brazo por sus hombros y Sky había recostado su cabeza en el fuerte hombro de su novio. Las piernas, que las tenía a la vista debido al short que llevaba puesto, también las había colocado sobre las de su novio. Se podía decir el 50% de su cuerpo estaba sobre él.
Axel llevaba la típica mochila ancha que acostumbraba a cargar para ir al gimnasio, solo que esta vez llevaba toallas, pantalonetas, bloqueador solar y sandalias. Sky todavía no compraba el traje de baño pues decidieron que era más probable conseguir uno cerca a la playa, así que ella llevaba sus shorts, unos tennis blancos y una sencilla camisa de mezclilla.
—¿Cómo han estado los chicos? — Preguntó Axel sin dejar de jugar con una de las manos de su novia.
El se comunicaba con ellos todo el tiempo, eso era claro, pero no dejaba de ser diferente el hablar con ellos por teléfono que tenerlos cerca, presencialmente.
—Están muy bien, Santi ha estado ganando en sus últimas carreras y eso lo tiene muy contento. — Contó Sky. — Y también más creído que de costumbre, ya sabes, cree que es la última Coca - Cola en el desierto. — Ambos rieron. — Y pues Ed está bien, siento que ha estado viendo a alguien, pero no ha querido soltar la lengua. — Aseguró. — Pero te juro que le sacaré toda la información.
El pecho de Axel vibró por la risa que le produjo aquel comentario. No dudaba de sus palabras.
—Y espero me pases la información, porque si Santi no sabe nada quiere decir que tampoco me lo va a decir.
Sky asintió con ánimo.
—Por supuesto que te lo diré. Ni más faltaba. — Aseguró divertida.
—¿Y mamá y Máximo?
—Ohh, Ax, tú mamá es un amor. — Dijo la chica. — Se mata demasiado trabajando y sé que ama lo que hace, pero realmente sus turnos son muy extenuantes. — Axel asintió. Sabía a lo que se refería su chica, el era testigo. — Creo que te extraña demasiado, solo que no quiere demostrarlo mucho por Maxi. — Sky rió. — Ese niño si que te ama, creo que es el que más nota tu ausencia, precisamente por que estaba más contigo que con cualquiera, pero bueno, lo entiende y te apoya.
Aquello fue un golpe al corazón de Axel. Su pequeño hermano, que sabia que lo tenía en un pedestal y que lo calificaba con su héroe, estaba lidiando con su ausencia, de irse solo al colegio, quizás hacerse sus almuerzos, dentro de lo que sabe. Su hermano estaba aprendiendo a vivir solo, como lo que él nunca quiso que pasara a tan corta edad.
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MI RUBIA
RomanceÉl había prometido que no se metería con chicas rubias... pero luego la vio a ella. ESTA OBRA ES COMPLETAMENTE MÍA. QUEDA PROHIBIDA LA COPIA Y LAS ADAPTACIONES A ELLA.