La promesa: Rubias no

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"Axel subió por las escaleras de la ya conocida casa de su abuela Myriam, él había pasado gran parte de su infancia en esa casa, ahora lo hacía poco ya que el colegio cada vez se ponía peor, pero el adoraba a su abuela y cada vez que podía la visitaba.

Ella había enfermado un par de meses atrás y ahora se encontraba bastante mal, se la pasaba recostada en su cuarto, ya no cocinaba pasteles, no arreglaba el jardín y tampoco pintaba cuadros, ahora se la pasaba en la cama, a Axel no le gustaba nada eso, ella siempre había sido muy activa y esa estúpida enfermedad la tenía amarrada a la cama.

Entro lentamente al cuarto de su abuela y la encontró mirando algo en el televisor.

¡Axel, cariño! — Dijo alegre su abuela al verlo entrar.

Hola, abue. — Se acercó a ella y dejó un beso en su frente.

Axel solo le daba besos en la frente a ella y a su madre.

¿Cómo has estado? ¿Qué tal el colegio? — Le preguntó ella mientras él se acomodaba en una silla al lado de la cama de ella.

Todo va bien abue, ¿Cómo te sientes tú? — Él le agarró la mano acariciándola.

— Ay cariño. — Ella suspiró. — Cada vez me siento más cansada y lo único que hago es ver televisión. — Señalo el televisor que se encontraba colgado en la pared frente a ella. — Pronto me iré Axel.

No abuela, no digas eso, mejorarás, tengo fe. — Dijo apretando su mano.

Nunca la pierdas, la fe es muy importante Axel, recuérdalo siempre. — Dijo ella agarrando la mano de él. — Además ¿De qué te preocupas? — Dijo ella haciendo un ademán con la mano restándole importancia. — Si me encontraré con tu abuelo que mucha falta si me hace. — Suspiró la mujer.

La historia de ella y el abuelo era muy hermosa, cada persona que la escuchaba quedaba encantada y él no podía ser la excepción, tres años atrás cuando su abuelo murió, un brillo de tristeza comenzó a decorar los ojos de su abuela, había perdido al amor de su vida, tuvo que ser muy duro para ella, más que para cualquier otro.

Bueno, eso sería muy bueno para ti abuela. — Él dijo.

Maravilloso, querido. — Dijo ella asintiendo. — Por eso, necesito hablar contigo antes de que algo me suceda.

Axel frunció el ceño.

¿Qué es tan importante abuela? — Le preguntó el con la intriga creciéndole en el estómago.

Verás, en la familia de tu abuelo hay una tradición que ha estado por años. — Ella le dijo. — Según tu abuelo, todas las esposas de los hombres Mourret son rubias. — Dijo ella. — La abuela de tu abuelo era rubia, al igual que su madre y que yo, ¿Ves? — Ella señaló su cabello. — Margaret, tú madre, también es rubia.

Abuela, no sé eso que tiene que ver con esto...

Déjame terminar cariño. — Lo detuvo. — Nadie sabe el por qué pero siempre, se casan con rubias, pero hay un problema, cada dos generaciones, según se dice, hay probabilidades de que el Mourret se enamoré de una chica que no sea rubia. — Dijo. — Eso no puede suceder, todos deben conservar la tradición, es sagrada. — Le explicó. — Y lamentablemente tú eres de esa generación que es probable que se enamore de una chica que no sea rubia. — Axel se impresiono. — Se supone que esto debía contártelo tu abuelo pero él no alcanzó y me lo contó antes de morir para que yo te lo contará cuando creyera debido. Yo no sabía nada de esto hasta hace tres años.

¿Entonces abuela? ¿Qué se supone que debo hacer para no enamorarme de una chica que no sea rubia? — Preguntó con interés.

Su abuela estiro la mano, abriendo el cajón que se encontraba al lado de la mesa de noche de la cama, de ahí sacó una pequeña caja negra y se la entregó a Axel, el cual tenía su atención puesta en la caja.

Ábrela. — Ella le dijo a Axel.

Este le hizo caso a su abuela, abrió la caja y vio un pequeño anillo con forma de corona dorada con pequeños diamantes incrustados en las puntas de esta.

Es muy bonito abuela. — Él le dijo admirando el anillo.

Así es, ese anillo me lo regalo tu abuelo el día que dijo que me amaba. — Ella sonrió con pesar. — Cariño, tú abuelo también hacía parte de la generación de no enamorarse de rubias. — Axel la miró. — Este anillo comprueba que es la indicada ¿Entiendes?, debe quedarle.

Pero abuela, si me enamoro de una castaña o pelinegra y el anillo le queda, ¿Qué se supone que debo hacer? — El preguntó.

Buena pregunta. — Ella le sonrió. — Eres un chico listo. — Él le devolvió la sonrisa. — Afortunadamente tu abuelo me confesó una táctica que puede llegar a ser un poco cruel de cierta manera.

¿Cuál es? — Él le preguntó intrigado.

No meterse con rubias, siempre andar con chicas de cabello oscuro, pero tampoco debes involucrarte con ellas, ¿Me entiendes?

Haber, ¿Dices que no debo tener contacto con chicas rubias y si con chicas de cabello oscuro, pero que debo mantener una relación tipo...amigos con derechos? — Ella rio.

Así es cariño. — Asintió. — Él dijo que cuando me vio supo que era yo.

¿Tú crees que eso me pase a mí? — Le preguntó Axel poniendo su atención en el anillo.

Tal vez sí o tal vez no, no se sabe nada con certeza en la vida Axel, pero puedo asegurarte que sentirás algo diferente cuando la veas y a ella también no te preocupes. — Sonrió — Sé que será perfecta para ti, ya lo verás. — Le agarró de nuevo la mano. — Debes prometerme Axel, que pondrás la práctica en marcha y que actuaras cuando lo creas debido. — Axel vio tanta necesidad y preocupación en su rostro que solo pudo asentir.

Lo prometo abuela, no mirare rubias, no hablare con rubias, simplemente rubias no.

Tampoco puedes decirle a tu madre, solo los primeros hijos reciben el anillo por lo tanto Max no lo tendrá, tú le ayudarás.

Lo prometo abuela, lo prometo.

Gracias Ax, esto es muy importante para tú abuelo. — A ella de le aguaron los ojos. — Cuida a la chica, con tu vida. — Le dijo. El asintió obedeciendo.

El chico volvió la atención al anillo que cada vez que lo miraba le parecía más bonito.

Ah, ¿Y Ax? — Él le prestó atención a su abuela. — Me hubiera encantado conocerla. — Ella le sonrió dulcemente y a Axel se le aguaron los ojos. Le agarró la mano a su abuela.

A mí también me hubiera encantado abue.— Soltó un par de lágrimas que su abuela     limpió con delicadeza."

   N/A: ¡Ya empezó MR!, todavía no es el primer capítulo, pero es la parte central de la historia, así que aquí está.

Besos

CK.

MI RUBIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora