El primer día de clases entrando a primaria.
Había despertado más temprano de lo habitual para bañarse y cambiarse el uniforme que le había comprado y planchado su madre un día antes.
Acomodando los nuevos libros en su mochila y cepillando su cabello salió de su habitación a el de su mamá.
—Tienes cinco minutos para levantarte—pico la cara de su madre varias veces—Iré al edificio de a lado para ir con Baji.
—Ah, si, ten cuidado—respondió adormilada la mayor.
Vivían juntas desde que nació, por lo que escucho por la boca de su madre es que ya no sentían amor alguno y por esa razón sus padres se separaron de la relación que tenían, llevándose con el a su hijo mayor, Tenma, quien nunca había conocido o visto.
Bueno, ambas vivían cómodamente manteniéndose del trabajo de la mayor, tomaba los turnos de noche en el hospital para así estar mayor parte del día con prácticamente su única hija en casa.
De esa razón del porqué Oyuki le daba siempre cinco minutos más para dormir antes de levantarla del todo.
Camino al edificio a un lado y fue directamente al departamento que conocía de memoria, tocando varias veces la puerta miro su pequeño reloj en la muñeca.
—¡No dejan estar en el baño agusto!—el furioso grito de su amigo la hizo sonreír, conocía el mal genio que tenía al ser despertado o interrumpido en el baño.
La puerta fue azotada mostrando el enojo de Baji, la cual se apaciguó al ver a la albina.
—Oh, eres tú Uki-chan—exclamó bostezando, rascando su estómago—Que haces aquí tan temprano.
—¿Mi uniforme puesto no te hace pensar nada?
—¡Es tarde!—corrió a su cuarto, dejando la puerta de la entrada abierta.
La niña entró como si de su casa se tratara, descubriendo el desorden que había en el lugar.
—¿Y la tía?—pregunto. Así llamaba a la madre de Keisuke, e igualmente él llamaba así a su mamá.
—Salió muy temprano y no a regresado, no puse mucha atención estaba más dormido que despierto—contestó entre quejidos, parecía como si se ubiera caído o golpeado en su cuarto.
Ambos niños salieron corriendo del departamento y justamente se encontraron a la madre de la albina.
—¿Y tu mamá?
—No está en casa.
Sin decir nada más los tres corrieron a la primaria que no se encontraba tan lejos, pero aún así la mayor insistía en acompañarlos los primeros días.
—¡Aprendan muchas cosas y nada de peleas!—les grito su madre.
Baji la despedía con la mano feliz, en cambió Udai miraba sonrojada a su madre.
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𝙌𝙪𝙚𝙚𝙣 𝙁𝙧𝙤𝙨𝙩 || Baji Keisuke ||
FanfictionCrearemos un mundo donde ambos seamos felices. Donde despertemos juntos cada mañana y seas la razón de que siga con vida, donde nos tengamos que enamorar cada minuto sin la necesidad de decirlo en voz alta, comunicandonos con una sola mirada para s...