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Al entrar a la casa lo primero que vió fue a su padre y a su mejor amigo sentados en la mesa del comedor, el mayor tomando algo y el otro jugando con la liga de su cabello

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Al entrar a la casa lo primero que vió fue a su padre y a su mejor amigo sentados en la mesa del comedor, el mayor tomando algo y el otro jugando con la liga de su cabello.

—¿Papá?¿Kei?—hablo quitándose los zapatos para ir con ellos—No es por nada pero.... ¿Qué hace aquí?

El primero en levantarse fue él albino que acomodo su traje y abrazo a su hija con cariño, algo extraño por qué al hombre no le gustaba demaciado el contacto físico, pero término aceptando con gusto el abrazo.

—Me di cuenta que no tenía caso estar fueras del país si no es con mis hijos, por eso regrese a Japón.... Sin embargo, antes de ir a casa pase a compararles un postre, ahí fue donde me encontré a este pequeño salvaje tirando a una persona al contenedor de basura—aclaró lanzándole una mirada al peli negro que mordía su mejilla interna aguantando la risa.

La razón de por que le hacia gracia es por que el padre de su amiga dijo la misma palabra que ella siempre utilizaba. Refiriéndose a él como un "salvaje".

—Aún no le término de domésticar—respondió la chica jalando de la ropa a Baji—Ya está mejorando—le sonrió al mayor—Me alegro de que estés aquí con Tenma y conmigo.

—Por favor chicos, tengan mucho cuidado y no se metan en problemas—suspiro Nozel masajeando sus sienes con cansancio.

Si supiera en lo que están metidos seria otra situación.

Ya era un gran avance que aceptara la amistad de su hija junto al muchacho violento.

—Otra cosa, ¿como entraron a la casa?—cuestiono confundida.

—Tenma-san me dio llaves—exclamo Baji, mostrando el collar que tenía debajo de la ropa con una llave—Puedo entrar cuando quiera.

—Creo que nos tendremos que volvernos a mudar o podrían robarnos—habló sarcastico el mayor, sonriendo levemente al ver la cara del chico ofendido.

—Supongo que tienes razón—siguió la albina tambien molestando al peli negro—Este departamento es para dos personas, no para tres. Una lástima papá—pero Baji no fue el único en caer ante el juego de palabras de la fémina.

Era increíble ver a los albinos; Oyuki era la misma copia de su padre tanto en apariencia como en personalidad. Curioso por que siempre se quejaba del mayor diciendo que era un narcisista y perfeccionista en muchos sentidos.

—Muy graciosa.

—Cero por ciento ofendida. En fin, llevaré a Kei-kun a mi cuarto para hablar... Bienvenido a casa papá—terminó para arrastrar a su amigo.

—No cierren la puerta.

—¡Bienvenido suegro!—grito burlón, imaginando la expresión del mayor, vengándose por lo anterior.

Le gustaba ver arder a las personas.

Una vez cruzaron la puerta recordó que estába evitando a la chica, en cambio está lo abrazo con fuerza sin ver signos de querer soltarlo. Intento apartarla pero era un caso perdido, estába herida emocionalmente y él lo sabía más que nadie.

𝙌𝙪𝙚𝙚𝙣 𝙁𝙧𝙤𝙨𝙩 || Baji Keisuke ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora