Dos mujeres embarazas, amigas desde sus nacimientos, ambas listas para que sus hijos llegaran a la tierra y siguien la amistad que venian desde sus antepasados.
Que ilusas.
—Vamos Oyuki, saluda a Keisuke—insistia la madre a su hija—Tiene tu misma edad.
La infante de apenas tres años de edad miraba con asco al niño enfrente suya, ¿la razón?, pues para los pequeños ojos de la albina miraba a un ser muy sucio con mocos restregados en la cara.
—Ew—logró exclamar apenas. Resibiendo una risa por parte de la otra mujer que traía a su hijo.
—No seas grosera Oyuki, se verán muy seguido así que se amable con él—habló su madre avergonzada por el rostro de su pequeña niña de apenas tres años.
El inocente peli negro se acercó y extendió sus manos a ella, pero la infante comenzo a gritar y correr de las sucias manos del menor de los Baji, quien al verla correr pensó que estaba jugando y también comenzo a perseguirla divertido al verla "jugar" con él.
La mamá del niño riendo y la otra sonrojada con el carácter de la menor.
Lloraba corriendo del monstruo feo que la perseguía como un salvaje y griton. No era divertido para ella.
Crecer juntos fue la etapa más bonita para ambas mujeres, quienes ya tenían planes para ellos en el futuro y feliz mente los pusieron en la misma guardería.
Todo lo contrario de ambos niños.
—¡Es mío!—grito la albina quien forcejeaba el osito de peluche contra Keisuke.
—¡Yo lo quiero!—imitó jalando de la cabeza del juguete—¡Yo lo quiero!
Poco a poco los hilos del peluche se fueron dislachando hasta romperse por completo, ambos infantes cayeron sentados con una parte del juguete.
Impactados se miraron en silencio unos segundos.
Oyuki al ver la cabeza de su osito favorito en garras del niño sus ojos comenzaron a aguadarse, avisando que muy pronto iniciaría a gritar y llorar.
—¡Eres una tonta! ¡Lo rompiste!—chillo apuntandola con el dedo, aventandole la cabeza del muñeco.
Enfurecida la niña también le lanzo la otra parte del peluche—¡Era mío, no quería prestartelo porque ya sabía que lo ibas a romper!—reclamo lanzándose contra el para golpearlo.
Forcejearon a puños y arañazos, teniendo el enojo como impulso para seguirse peleando.
Otros niños estarían llorando. En cambio ellos enseguida se lanzaban a la violencia.
—¡Oyuki! ¡keisuke!
Las adultas se metieron entre ambos niños para controlarlos y saber la razón de los gritos.
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𝙌𝙪𝙚𝙚𝙣 𝙁𝙧𝙤𝙨𝙩 || Baji Keisuke ||
FanfictionCrearemos un mundo donde ambos seamos felices. Donde despertemos juntos cada mañana y seas la razón de que siga con vida, donde nos tengamos que enamorar cada minuto sin la necesidad de decirlo en voz alta, comunicandonos con una sola mirada para s...