27

5.4K 883 534
                                    

Cuando Baji despertó lo primero que vió fueron los ojos claros de Udai, quien lo miraba sin parpadear, espantándolo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Cuando Baji despertó lo primero que vió fueron los ojos claros de Udai, quien lo miraba sin parpadear, espantándolo.

—¿Qué carajos paso anoche?—pregunto susurrando con una voz roca por la mañana.

Se sentó aún adormilada, procesando lo que había pasado esa noche.

—¿No hicimos nada, verdad?—volvió a preguntar la albina cubriéndose con la cobija entre asustada y confusa.

—Dormimos. Eso es todo lo que paso—rasco su cabeza, bostezando con irritación—Buenos días para tí también, hielito.

Oyuki suspiro levantándose aún con la colcha encima, camino por el cuarto buscando su ropa u otra cosa para ponerse.

—De quien te cubres si de todos modos te e visto con vestidos y faldas, es la misma mierda con la playera—exclamo burlón, jalando la tela que tenía la albina, dejándola ver completa—Hasta te e visto usar trajes de baño y hace unos años hasta lavaba tú ropa. No deberías sentirte avergonzada.

—Exactamente, ¡hace años!—chillo intentando cubrirse—Ambos crecimos en muchos sentidos.

—Sigue siendo lo mismo—gruño quitándose su playera a propósito.

La albina inmediatamente se cubrió el rostro sonrojada, aceptando que si habían crecido y aún eran unos adolescentes con hormonas. No era la primera vez que había visto a un chico sin playera, el problema era que estaba hablando de Baji, su mejor amigo que tenían tiempo sin verse.

Ni siquiera Mikey se atrevió a quitarse la ropa en frente suya.

Keisuke irritado se acercó a la chica, tomando su mano para pegarla a su abdomen.

—Ya vez. No paso nada, no lo veas como un tabú, es normal pero no lo estés haciendo por ahí por que te veras como una pervertida—resalto con toque burlón—Y aún somos amigos y nos abrazamos constantemente, no te voy a hacer nada malo... A menos que quieras.

—¡Okey ya entendí!—se apartó rápidamente—Se que no es tabú, pero tampoco seas tan descuidado, aún soy una chica.

El peli negro aguanto la risa al verla—Osea que te gusta ver a los hombres o más específicos a mí.

Se tenso al escuchar sus palabras.

—No.

—Rompes mi corazón—exagero fingiendo dolor—En fin, ¿quieres desayunar o hablar de por que estabas llorando ayer?

Lo conocía. Tenía miedo de contarle todo y que terminara enojado con Mikey, no quería que la amistad de tantos años se rompiera por una relación que ya estába rota. Luego están las dolorosas palabras del rubio que seguían resonando en su cabeza, saber que no pertenecía a la Tokyo Manji fue un golpe muy duro para ella que había sacrificado de su tiempo por ellos, y hasta su propia madre le haya tocado igualmente pagar por su culpa y terquedad.

𝙌𝙪𝙚𝙚𝙣 𝙁𝙧𝙤𝙨𝙩 || Baji Keisuke ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora