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Por su cabeza pasaba las palabras de Emma

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Por su cabeza pasaba las palabras de Emma.

¿Tener sexo?

La idea de que hayan llegado a ese tema de conversación si que la había sorprendido de sobre manera. Aunque la edad de consentimiento para tener relaciones sexuales eran apartir de los trece años en Japón, ¿quien fue que dijo esa mierda?

Caminaba a su casa ha altas horas de la noche.

El tener sexo no era algo que le interesara por el momento, en cambio Emma le preocupaba quien estaba desesperada por algo de atención por parte de Draken. Esos dos saben sus sentimientos pero no hablan.

Negó con la cabeza frustrada.

Volteo brusca al escuchar varias motocicletas pasar por su lado, diciéndole varias cosas vulgares por la falda que traía, invitándola a moteles, diciendo que se la pasarían bien.

Fue un alivio que no se hayan bajado por que los habría golpeado hasta dejarlos sin dientes. Asqueada siguió caminando hasta llegar cerca de un parque.

Se detuvo al escuchar sollozos.

Camino hasta llegar al fondo; impactada dejó caer las bolsas de mandado, llevando sus manos a su boda.

—¿Pachin?—cuestionó al verlo con el cuerpo de una chica, llorando mientras la llamaba en súplica.

Ver su cara al levantarla le hizo darse cuenta que lo habían golpeado al igual que la chica que cargaba en brazos.

Tomó el impulso de correr a ellos quitándose su delgado suéter de tela para cubrir el cuerpo desnudo de la chica.

—No deja de sangrar—su amigo se miraba destrozado no sólo físicamente.

Se quito la camisa blanca para utilizar la tela.

—¡Reacciona Pachin!—grito intentando parar el sangrado de su nariz—¡Llama a una ambulancia!

El chico no reaccionaba y eso alteraba a la albina que tapaba las fosas nasales de la chica, parecía que le rompieron el tabique o desviado, no podía confirmalo pero le urgía ser atendida en un hospital.

—¡Mierda!—exclamo tomando la mano de su amigo para sostener la camisa que tenía en su nariz.

Con torpeza marco el número y ordenó una ambulancia dictando las calles en donde estaban.

—Ya viene la ayuda—dijo poniendo su mano en el hombro del chico.

Los chicos de las motocicletas... Ellos habían....

—Se van ha arrepentir por lo que hicieron—declaró mirando a la chica que no conocía. A ella también le pudo haber pasado—Van a pagarlo.

Quería hacerlos sufrir. Verlos llorar mientras pedían piedad como lo hicieron con Pachin y su novia.

𝙌𝙪𝙚𝙚𝙣 𝙁𝙧𝙤𝙨𝙩 || Baji Keisuke ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora