Siempre me pregunté si no luché lo suficiente por nosotras, quizás me rendí demasiado pronto o quizás, quizás simplemente no era nuestro momento o no estábamos destinadas
Talvez nuestro amor no fue suficiente, sea como sea no dejó de preguntarme ¿y si...?, Las alternativas me matan. Me mata saber que no es mía, que es otro a quien le pertenece.
Es otro quien puede tocarla y llamarla suya, es otro quien puede presumir llevarla del brazo y hacerla feliz. Tan feliz como yo desearía poder hacerla.
Me mata, me mata que ella me pudiera superar cuando yo no he podido olvidarla. Que mientras ella pasea orgullosa de su brazo, yo la extraño en silencio. Porque esa es la verdad, una verdad que ella desconoce y que hoy en día es mi realidad.
Aunque las revistas hablen, aunque las personas susurren a mis espaldas cada vez que me ven acompañada de alguna chica, la verdad es que en cada una de ellas la buscó a ella, siempre a ella.
Otra verdad es que tanto como amo a mi hijo, hubiera deseado que ella fuera su otra madre. Y es que a pesar de que él haya sido la consecuencia de mi búsqueda de ella en otras personas, el es mi único consuelo y mi razón de ser cada día.
De su padre por otra parte no puedo decir lo mismo, el es solo un error. Un catastrófico error que gracias al cielo no tengo que soportar. Se aprovechó de mi estando ebria y eso es algo que nunca le podré perdonar por mucho que ame a mi hijo. Pero el no necesita saber eso y me mata no saber que decirle cuando me pregunta por su padre. ¿Cómo le dices a tu hijo que su padre es un monstruo? Está bien, no soy una santa. Pero no me merecia eso.—¿Lena? —giro rápidamente al sonido de la voz
-Kara... —exclamo con incredulidad, no puedo creer que este frente a mi. Jamás, ni en mis sueños más locos pensé que volvería a encontrarmela.
-Lena...—repite sin poder creerlo y lo entiendo. Estoy sintiendo lo mismo. —Dios Lena ¡eres tú! —dice dando un paso al frente para rodearme con sus brazos.
Jadeo sorprendida y sin planearlo inhaló profundamente, ese aroma tan característico de ella
-Ha pasado tanto tiempo —digo sonriendo.
Ella asiente—Parece toda una vida. —concuerda —Es tu hijo? —pregunta señalando a mi hijo el cual vuelve a esconderse detrás de mis piernas al sentir la atención sobre el —Que pregunta la mía! Es una copia en miniatura tuya!-rie y mi corazón palpita acelerado al escuchar esa risa tan fresca.
Asiento sonrojada. Los pocos que conocen el parentesco entre nosotros suelen decir lo mismo y nunca me cansaré de dar gracias a dios por ello. Jamás he revelado que tengo un hijo a los medios, mi niño es mi mayor secreto. No lo quiero envuelto en este mundo tan sucio por eso pocas veces le dejó ver en público con el.
-¿Como se llama? —pregunta regresando mi atención a ella
-Quien...?
-Como que quién? Tu hijo, tontita! —vuelve a reír y siento mi corazón encogerse. Cómo extrañe esa risa —Estamos hablando de tu hijo
-Se llama Nikos Luthor...
Ella me mira sorprendida.
—Nikos...? Nikos como...—me pregunta impresionada y asiento nerviosa.
Me sorprende que no le llamé la atención que solo lleve mi apellido.
Flash back
-Si tuviera un niño me gustaría que se llamará Nikos —me dice mientras acaricia mi cabello dulcemente.
Tenemos horas acostadas hablando de cualquier cosa que se nos viene a la cabeza.
-Nikos, suena griego? —digo interrogante
-Es ... —afirma.
-Porque? —inquiero. Suena tan antiguo.
-No lo se. Me gusta. Y tú?
Comienzo a negar.
-Bueno nunca he pensado en tener hijos...
Ella hace una mueca divertida.
-Pero si tuvieras un hijo como lo llamarias?
-No lo se! Aunque siempre me ha gustado Alexander así que...-me encojo de hombros indiferente.
Fin del flash back
—Nikos… —murmura con los ojos vidriosos, antes de ponerse de cunclillas a la altura de mi hijo de 4 años. —Hola Nikos, tienes un nombre genial. —mi hijo afianza su agarre en mi pierna y puedo decir que está avergonzado. Acaricio su cabeza para llamar su atención.
—Esta bien cariño, es una amiga de mamá. No te va hacer daño —le tranquilizó.
—Asi es Nikos, eres una niño muy guapo y me gustaría ser tu amiga. Puedes darme la mano? —pregunta estirando la mano en dirección a mi hijo que vuelve a levantar la mirada en mi dirección.
—Esta bien, amor.
El toma la mano de Kara todavía un poco inseguro. —Hola —susurra con su dulce voz.
Kara le regala una sonrisa deslumbrante y sus ojos vuelven aguarse.
—Hola cariño, me llamo Kara. —se presenta.
—Nik —dice como toda respuesta antes de volver a esconderse detrás de mis piernas.
—¿Te gusta el helado Nik? —pregunta tratando de volver a llamar su atención. Me muerdo el labio divertida al ver la mirada de mi hijo iluminarse antes de darme una mirada suplicante. —Voy a tomar eso como un si —sonrie Kara antes de ponerse de pie. —Quieres ir por un helado Lena?
—Oh vaya, creí que no estaba invitada y solos ibas a tomar a mi hijo e ibas a salir corriendo. —me burló de ella.
Sus mejillas se sonrojan
—Lo siento, tienes un niño precioso.
—Lo se.
—Entonces? Tienes algo que hacer? Puedo invitarlos a tomar un helado?
—No creo que Nik me perdone si digo que no —bromeo despeinado a mi hijo que me da una sonrisa chimuela.
—Creo que estoy enamorada Lena —murmura sin dejar de ver a mi hijo.
"Yo también Kara, yo también."
¿Talvez a hora las cosas serán como deberían ser?
O talvez no.
Ella sigue casada.
ESTÁS LEYENDO
Viñetas SuperCorp 2021
FanfictionSegunda parte de Viñetas SuperCorp Nuevo año Nuevas historias Nuevas travesuras Y nuevos amores que siempre llevarán a lo mismo... SuperCorp -No importa el tiempo que pase al final siempre terminaremos juntas -¿Lo prometes? La miro con amor infinit...