Viñetas SuperCorp 2021

No me gustan las mujeres

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Mientras tomaba de su copa de coñac observo desde la barra a la rubia bailar con su hermana. 

Kara, la mejor amiga de su hermana Katie, era una preciosa rubia que siempre había atraído la atención de Lena, ella no sabía si era por su inocencia, su dulzura o esa torpeza tan adorable, pero Lena tenía años perdidamente enamorada de ella. Solo había un problema, bueno dos, Kara era heterosexual y Katie no la quería cerca de su adorable y tierna amiga, que según sus palabras textuales "no voy a permitir que perviertas a mi amiga, Lena". Y como buena hermana, Lena había obedecido… Hasta que Katie la hizo  enojar, la traición entre hermanas no era algo que Lena perdonará rápido y quería darle a su hermana una cucharada de su propia medicina.

Sonrió pícaramente y recorrió descaradamente el cuerpo de la rubia con una sonrisa.

Katie había desaparecido y ahora la rubia estaba sola. Volvió a sonreír al verla estremecerse y comenzó a caminar en su dirección.

—Hola, guapa —saludo acercándose. —Porque tan sola?

—No estoy sola —rodo los ojos —¿No tienes a alguien más a quien molestar?

Lena rio, maldita Katie. Sabía que la pondría en su contra. —El placer es todo tuyo —murmuro ladina.

Kara quizo actuar indiferente pero el tono rojizo de su cara demostraba el gran efecto que habían tenido las palabras de la pelinegra.

—No me gustan las mujeres —mascullo cruzandose de brazos. Pero Lena no se dejó amedentrar.

—Cómo sabes que no te gustan las mujeres si nunca lo has probado —replico.

—Cómo sabes que te gustan los hombres si nunca lo has intentado—le rebatió con sus mismas palabras.

Lena sonrió con suficiencia.

—En realidad, yo si lo he probado —Kara se sonrojó—y deja mucho que desear, créeme —comento aburrida.

—Bueno… yo no quiero hacerlo

Lena se acercó a ella provocativa, casi rosando sus cuerpos.

—Segura? —Pregunto con coquetería.

—S-segura —confirmo nerviosa, dándole un vistazo a la forma en que Lena lamía sus labios.

Se mordió el suyo.

Lena volvió a sonreír al ver que la rubia no perdía de vista el movimiento de su lengua y solo por hacerla sudar lo volvió a repetir.

Y una mierda, si ella no es por lo menos bicuriosa, pensó. 

—Entonces… digamos que si me acerco en este momento y te beso no vas a sentir nada? —pregunto dando un paso en su dirección

Kara trago grueso.

—No

Lena avanzo otro paso.

—¿Segura?

La rubia se removió nerviosa.

—S-si

—Parece que tú cuerpo no parece estar de acuerdo contigo —murmuro llegando a su lado. Levanto una mano y la llevo al rostro de la ojiazul, dónde dejo unas suaves caricias en su mejilla antes de guiarlas a sus labios entreabiertos y comenzar acariciarlos con el pulgar. Kara jadeo. Lena sonrió. —Voy a besarte.— Kara cerró los ojos con fuerza, esperando el besó. Lena se aparto sonriendo. —Pero primero tu me vas a rogar por ello. —Con eso dió media vuelta y se marchó dejando a una excitada rubia con la boca abierta en incredulidad. ¡Ella estaba esperando ese beso! Sus labios estaban rogando por ello y la muy, la muy… ¡Maldita! La dejo con las ganas.

—¡En tus sueños! —grito furiosa, su respiración errática.

Ahora necesitaba una ducha fría y pensar como explicaría esto a Katie que la observaba furiosa.